Lo nuevo de Little Simz, SZA, Ryuichi Sakamoto, Sam Smith y otros discos destacados
Los cr¨ªticos musicales de ¡®Babelia¡¯ seleccionan los ¨¢lbumes m¨¢s destacados de las ¨²ltimas semanas
Little Simz y SZA, el mejor de los hartazgos
¡°Que se jodan las normas y todo lo que es tradicional¡±, demanda la rapera londinense Little Simz en ¡®Angel¡¯, el primer corte de su ¨²ltimo disco, No Thank You. Se edit¨® por sorpresa apenas ocho meses despu¨¦s de que su anterior trabajo, Sometimes I Might Be Introvert, se llevara el prestigioso Premio Mercury, acaso el ¨²nico galard¨®n musical basado solo en la m¨²sica que a¨²n, milagrosamente, le importa a alguien. Tres d¨ªas antes, la estadounidense SZA hab¨ªa lanzado su segundo largo, SOS, la secuela de su aclamado debut, CTRL. Eternamente pospuesto, por fin ve¨ªa la luz acompa?ado de una portada en la que la de Misuri recreaba una foto que le hizo un paparazi a Diana de Gales en el yate de Dodi al Fayed una semana antes de morir y del anuncio de que SZA no se ve¨ªa capaz de seguir en este negocio: este ser¨¢ su ¨²ltimo ¨¢lbum. Dos discos magn¨ªficos, nacidos del desequilibrio emocional y el hast¨ªo con la industria, que se editaban, tal vez con prop¨®sito travieso, justo cuando todas las listas de lo mejor del a?o estaban cerradas.
Little Simz acaba de separar su carrera musical de la de su m¨¢nager. El disco es un apresurado ajuste de cuentas, antes de que el tema se haga bola y su salida pueda ser algo peor que un disco muy bueno. Cuenta con la suerte de tener como productor, hombre de confianza y confesor a Inflo, el cerebro detr¨¢s de Sault, un proyecto invisible acostumbrado a joder las normas y todo lo que es tradicional, que en 2022 lanz¨® cinco ¨¢lbumes en un d¨ªa. Mark E. Smith estar¨ªa orgulloso. Inflo convierte las prisas de Little Simz en nervio, lo apresurado en emocionante y lo atropellado en anfetam¨ªnico. Equilibrando casi al 50% el trabajo del productor (bases org¨¢nicas, funk, vientos, ese soul londinense entre sofisticado y callejero) y los versos de Little Simz, el largo contiene perlas discursivas como ¡®Angel¡¯, bailables como ¡®Gorilla¡¯ y adhesivas como ¡®No Mercy¡¯. Puede tener aspecto de obra menor, pero jam¨¢s debemos olvidar que las cosas peque?as funcionan mejor.
El desenga?o de SZA parece no venir de un hecho tan concreto como en el caso de la inglesa. Lo suyo es m¨¢s bien hartazgo por acumulaci¨®n. Y, bueno, ha tenido cinco a?os para acumular. Empez¨® a presentar temas de adelanto de este disco en 2020. El tortuoso camino, las colaboraciones con cualquiera con quien coincidiera en un ascensor y el tiempo empleado tanto en cometer errores como en mirar para solucionarlos han redundado en un ¨¢lbum muy poco cohesionado, pero plagado de temas notables. SZA es la m¨¢s blanca de las divas negras. A veces, como en ¡®Special¡¯, casi suena a Radiohead. En ¡®F2F¡¯ lleva esto al extremo y se convierte en un trasunto r¡¯n¡¯b de Avril Lavigne o Blink-182. El resultado es la confirmaci¨®n de que no hay que tener buen gusto para hacer buena m¨²sica. Por el camino, un dueto con Phoebe Bridgers (¡®Ghost in the Machine¡¯) que aporta algo de colmillo y vinagre a unas letras unidimensionales. Pero es en cortes como ¡®Gone Girl¡¯, ¡®Notice Me¡¯, ¡®Shirt¡¯ o ¡®Kill Bill¡¯ en los que SZA brilla con m¨¢s luz, expandiendo el sonido de su debut al balad¨®n dosmilero y el pop r¡¯n¡¯b noventero. Igual hubiese funcionado mejor con media docena de temas menos y una vocaci¨®n experimental de veras cuando intenta experimentar, pues se nota que est¨¢ m¨¢s interesada en hacer algo que ella no ha hecho antes y no tanto en buscar hacer algo que nadie haya hecho antes. De cualquier modo, qu¨¦ m¨¢s da. Que se jodan las normas y lo tradicional. XAVI SANCHO
Little Simz
Forever Living Originals / Popstock!
SZA
RCA / Sony
Ryuichi Sakamoto, un r¨¦quiem precoz
¡°De ahora en adelante, hasta que mi cuerpo se rinda, probablemente continuar¨¦ llevando este tipo de ¡®diario¡±. As¨ª conclu¨ªa Ryuichi Sakamoto un texto sobre 12, su nuevo disco. Con la elegancia que ha demostrado durante toda su carrera, el m¨²sico japon¨¦s de 72 a?os afrontaba as¨ª que el c¨¢ncer rectal del que fue operado en 2021 se lo llevar¨¢ a la tumba y que este podr¨ªa ser su ¨²ltimo trabajo. No es la primera vez que afronta un tumor. En 2014 le diagnosticaron un c¨¢ncer en la garganta que le retir¨® de los directos. Sali¨® de ese, pero este es distinto. Este est¨¢ en la etapa IV, la m¨¢s avanzada, y solo podr¨ªa recuperarse con un milagro. Pero mientras pueda, seguir¨¢ haciendo m¨²sica. Por eso, este ¨¢lbum es un diario de su estado de ¨¢nimo. Son, dice ¨¦l, ¡°bocetos¡± instrumentales seleccionados entre los que empez¨® a improvisar en su casa cuando ten¨ªa fuerzas y que titula con la fecha de grabaci¨®n, algunas en 2021 y otras en 2022.
El comienzo es realmente oscuro: temas largos con aires de r¨¦quiem, ambient crudo, atm¨®sferas minimal con escasos arreglos interpretadas con piano y sintetizadores. Es cierto que en ocasiones parecen bosquejos, algo que potencia que la respiraci¨®n del propio Sakamoto se escuche en ocasiones. Se ha comparado por ah¨ª con discos postreros como Blackstar, de David Bowie; You Want It Darker, de Leonard Cohen, o incluso con el Skeleton Tree que Nick Cave public¨® tras la muerte de un hijo, y tienen ciertas similitudes. Durante los ocho primeros temas, que se hacen duros de escuchar, pesa la seriedad. No har¨ªa falta saber todo lo anterior para darse cuenta de que algo est¨¢ pasando. Pero las ¨²ltimas cuatro piezas son distintas: breves, m¨¢s ligeras. Hasta en los m¨¢s oscuros de los tiempos hay momentos para la esperanza. I?IGO L?PEZ PALACIOS
Ryuichi Sakamoto
Milan
El ¡®souvenir¡¯ intacto de Iggy Pop
Hubo un momento en el que lo que hac¨ªamos estaba lleno de rabia y pod¨ªa llegar a sonar como ¡®Frenzy¡¯, el primer disparo de su mordedor nuevo ¨¢lbum, parece estar dici¨¦ndole al acomodado presente musical la incorruptible Iguana. Iggy Pop, el emisario del punk con m¨¢s galones en su a¨²n musculoso pecho descubierto, resucita en Every Loser un vigoroso y lib¨¦rrimo rock, que por momentos se aterciopela (¡®Stroung Out Johnny¡¯), coquetea con un posglam result¨®n (¡®Comments¡¯) o se vuelve pieza de c¨¢mara crooner astutamente ir¨®nica (¡®The News for Andy¡¯). Y al hacerlo, entrega un curioso y en¨¦rgico souvenir de un pasado que, en ¨¦l, ha permanecido milagrosamente intacto. LAURA FERN?NDEZ
Iggy Pop
Atlantic / Warner
Sam Smith, homenaje a las divas pop
Dice el brit¨¢nico Sam Smith que su cuarto disco es un homenaje a las divas pop. Y, decididamente, lo es. Si la euf¨®rica ¡®Lose You¡¯ recuerda a la Cher de los noventa, ¡®Love Me More¡¯ incluye pasajes funk a lo Chaka Khan y ¡®No God¡¯ apunta a las armon¨ªas vocales de Toni Braxton. Estas 12 canciones dejar¨¢n en el oyente el poso confortable de algo que ya conoce, movi¨¦ndose entre el electropop y el rhythm and blues m¨¢s conservador. En cuanto al estado de ¨¢nimo, se trata de una celebraci¨®n del amor sin etiquetas: las baladas desgarradoras como ¡®Writing¡¯s on the Wall¡¯, con la que Smith gan¨® un Oscar en 2016, quedan en segundo plano. Lo mejor sucede en ¡®Unholy¡¯, junto a Kim Petras, arriesgada y oscura, de arranque ¨¦pico y sofisticada producci¨®n. BEATRIZ G. ARANDA
Sam Smith
Capitol / Universal
Marea: la muerte del rock no est¨¢ aqu¨ª
Ignoren a los voceros de lo posmoderno anunciar la muerte del rock. Llevan as¨ª a?os y el g¨¦nero aguanta. Marea comienza en mayo una gira por Espa?a que reunir¨¢ por noche una media de 10.000 personas. Cosa seria la de esta banda navarra que cumple 25 a?os con este octavo disco. Kutxi Romero muestra una vez m¨¢s una escritura alambicada, retorciendo las frases y complicando la tarea de la comprensi¨®n. Hay muerte, desamor, orgullo y lucha en sus textos. Y cuando no se sabe de qu¨¦ demonios habla, siempre transmite: por esa voz quincallera y por un trato de las palabras como si fuesen espadas. La m¨²sica es recia y guitarrera, y la producci¨®n resulta pulida e incluso elegante. Marea, que naci¨® al abrigo de Rosendo, Extremoduro o Barricada, lleva ya a?os siendo una banda de personalidad arrolladora. Que se lo pregunten a sus seguidores. CARLOS MARCOS
Marea
Dromedario
Ron Carter tiene las notas adecuadas
La banda sonora del documental del mismo t¨ªtulo, centrado en la trayectoria del legendario contrabajista, no es un recopilatorio ni una antolog¨ªa, ni sirve para ilustrar la carrera de Carter a lo largo de los a?os. Es m¨¢s bien un ¨¢lbum de recortes y momentos de los ¨²ltimos a?os que funcionan como un muestrario en el que encontramos algunas de sus bandas recientes (Golden Striker, Foursight) o conciertos especiales como el que lo puso frente a la WDR Big Band en 2014. Pero los temas m¨¢s memorables son los que documentan encuentros in¨¦ditos con m¨²sicos como Stanley Clarke, Bill Frisell, Christian McBride o Jon Batiste. No todos son redondos, pero s¨ª ¨²nicos, con imperfecciones encantadoras y el pulso genuino del jazz interpretado sin red. YAHV? M. DE LA CAVADA
Ron Carter
IN+OUT / Distrijazz
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