De ¡®The Last of Us¡¯ a ¡®Mario Bros.¡¯: Los videojuegos asaltan la pantalla
Tras a?os para olvidar, las adaptaciones de productos interactivos han entendido que la calidad es lo que engancha al p¨²blico
Nintendo est¨¢ de enhorabuena. No contenta con ense?ar hace nada un extenso gameplay de Tears of the Kingdom, la nueva entrega de la saga Zelda destinada a comerse el mundo el mes que viene, el pasado d¨ªa 5 estren¨® la pel¨ªcula de su personaje m¨¢s ic¨®nico: Super Mario Bros. Para sorpresa de nadie, ha sido un ¨¦xito rotundo.
Por no enredarnos: la pel¨ªcula es una maravilla. Su ¨¦xito comercial es imparable y su nivel cinematogr¨¢fico es notable. No tanto por la historia (sencilla, como el original) o los personajes (que se desarrollan lo justo, como arquetipos que son) sino por la caligraf¨ªa estrictamente cinematogr¨¢fica: las set pieces, mezcla de acci¨®n y elementos propios del juego, son fant¨¢sticas. Y lo son por una raz¨®n concreta: Mario no naci¨® ayer. Es decir, el filme ha sabido aprovechar con inteligencia y mimo todas las ideas visuales (los poderes, los escenarios, los coches, el aspecto de los personajes, los efectos sonoros) desarrolladas y refinadas por los juegos durante d¨¦cadas. Y funciona. Vaya si funciona. Se solapan en el tiempo la pel¨ªcula de Tetris, la serie de The Last of Us y esta Mario Bros. Son las primeras de la nueva hornada de adaptaciones de videojuegos que son, sencillamente, muy buenas.
Lo dijimos en la cr¨ªtica de la estupenda serie de HBO The Last of Us y toca repetirlo ahora. No se trata de aciertos casuales sino de un movimiento empresarial muy bien pensado. Las mediocres adaptaciones que el mundo de los videojuegos ha sufrido las pasadas d¨¦cadas han quedado atr¨¢s, y la gran industria del audiovisual ya sabe que el ocio interactivo es un saco rebosante del que sacar historias y personajes para nutrir a la cultura popular durante las pr¨®ximas d¨¦cadas. Un saco con propiedades intelectuales que han sido desarrolladas durante a?os (a veces d¨¦cadas) y han creado un ecosistema narrativo bello, complejo, estructurado y listo para ser exportado de la consola a la gran (o peque?a) pantalla. M¨¢xime en un momento como este, en el que el gran repositorio de historias de los ¨²ltimos lustros, el c¨®mic de superh¨¦roes, ya da se?ales inequ¨ªvocas de agotamiento. Para el desarrollo de Mario, Nintendo se ha asociado con Illumination (Gru, Minions), pero el a?o pasado fund¨® Nintendo Pictures tras adquirir Dynamo, con lo que no es descabellado que, para controlar mejor sus productos (y como ya ha hecho Sony con PlayStation Productions), tome el control total de sus creaciones audiovisuales. Y se quede con todos sus beneficios, claro.
Uncharted, Gran Turismo, God of War, Horizon. Pero tambi¨¦n Castlevania, Fallout, Sonic, Assassin¡¯s Creed, Devil May Cry, Cuphead... de verdad que no hace falta escribir m¨¢s nombres, solo darse una vuelta por Google para ver el ingente n¨²mero de adaptaciones que se est¨¢n preparando para los pr¨®ximos a?os. Y esto no ha hecho m¨¢s que empezar. Como con los adelantos t¨¦cnicos, los videojuegos son el canario en la mina del mundo de hoy. Tambi¨¦n, el canario en la mina de la cultura audiovisual (y popular) que est¨¢ por venir.
Hay otra cosa: ha habido un intento de desacreditaci¨®n de la pel¨ªcula en base a coordenadas ideol¨®gicas. Que si no hay diversidad, que si el acento italiano forzado molesta, que si es demasiado patriarcal o heterosexual¡ independientemente de si estas consideraciones son acertadas o no, conviene recordar que la pel¨ªcula ha sido el mejor estreno de una pel¨ªcula de animaci¨®n de la historia, as¨ª que estos ataques han quedado en nada. Es curioso: en febrero pas¨® lo mismo con Hogwarts Legacy, con el intento de boicot (mucho m¨¢s fuerte que este de Mario, todo hay que decirlo) que no hizo ning¨²n da?o al extraordinario rendimiento comercial del juego: ya es un ¨¦xito rotundo y tiene garantizadas secuelas durante mucho tiempo. De hecho, no es descabellado plantear que ese ¨¦xito haya impulsado la nueva serie anunciada por Warner sobre el universo Harry Potter.
La cultura digital se impone en la cultura popular. Lo hace tirando de calidad y lo hace de forma imparable, sin importar suspicacias, cr¨ªticas interesadas ni intentos de boicot. Aunque ah¨ª est¨¢ El padrino para cuestionarlo, el viejo axioma sentencia que, en una adaptaci¨®n, siempre es mejor el libro que la pel¨ªcula. Al menos esa era la frase hecha en el siglo XX. En el XXI, quiz¨¢ tengamos que sustituir la palabra ¡°libro¡± por ¡°videojuego¡± y discutir sobre si es cierta o no. Al tiempo.
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