La danza opulenta de Hofesh Shechter se repite en Madrid
El core¨®grafo israel¨ª despliega su danza contempor¨¢nea el¨¦ctrica y rigurosa con algunos momentos realmente memorables, pero tambi¨¦n un cierto aire de ¡®d¨¦j¨¤ vu¡¯
Hofesh Shechter es uno de esos core¨®grafos internacionales acariciados por el reconocimiento. Es tambi¨¦n de los m¨¢s influyentes: su vocabulario, concretado en una danza contempor¨¢nea el¨¦ctrica y rigurosa, bebe de cierta gestualidad del folclore israel¨ª y alcanza im¨¢genes cumbres en los momentos grupales. En este aspecto ha creado escuela y no son pocos los creadores que trabajan en ese estilo tan suyo que adem¨¢s requiere de exigentes y expresivos int¨¦rpretes. Disfrutar de sus trabajos es una experiencia esc¨¦nica satisfactoria, de eso no hay duda. El cuidado y la factura de cada elemento escenogr¨¢fico confieren a sus obras la idea de expectativa cumplida. Ya sea con la danza como con lo que se cuenta; por ejemplo, lo pol¨ªtico y lo religioso bajo el ¨¢ngulo de la violencia o la diplomacia, la desesperaci¨®n y el entretenimiento.
Todo esto est¨¢ en Double murder, el programa que estos d¨ªas presenta en los Teatros del Canal dentro del festival Madrid en Danza, integrado por las piezas Clowns y The Fix. Pero m¨¢s en la primera que en la segunda. En Clowns todo es opulencia creativa. Un derroche de lucidez que pasa, en primer lugar, por el extraordinario elenco de 11 bailarines, para continuar con la m¨²sica, tambi¨¦n obra del core¨®grafo, y la iluminaci¨®n, pura magia. Hay momentos realmente memorables, como ese en el que parece bailarse claqu¨¦ a trav¨¦s de sacudidas corporales provocadas por el ritmo de lo que puede ser una bater¨ªa de disparos. En The Fix, segunda pieza de la velada, la energ¨ªa se viene abajo y una gestualidad m¨¢s teatral, demasiado obvia en ciertos momentos, as¨ª como una invitaci¨®n al p¨²blico algo naif, resta firmeza a la propuesta doble. Las dos obras quieren funcionar como contrapunto y se consigue, pero pasando de m¨¢s a menos.
Si no es la primera vez que se asiste a un espect¨¢culo de Shechter, la repetici¨®n de lo que parece haberse convertido en una f¨®rmula teatral, que arranca incluso antes de que comience el espect¨¢culo, ensombrece el discurso con una especie de d¨¦j¨¤ vu esc¨¦nico demasiado evidente, de lo ya visto o vivido. Double murder tambi¨¦n incurre en este patr¨®n, tal y como lo hace Grand finale (2017), obra anterior vista en los Teatros del Canal hace cinco a?os. Y esa liturgia resta fuerza si ya se ha experimentado. Pasa por unos cuantos elementos de diversa ¨ªndole: tapones para los o¨ªdos al inicio del espect¨¢culo (pol¨ªtica de cuidados, marketing o las dos cosas); un programa doble con intermedio injustificadamente largo, y cierta interacci¨®n de los int¨¦rpretes con los espectadores. El p¨²blico ovacion¨® de pie.
¡®Double murder¡¯. Coreograf¨ªa de Hofesh Shechter. Teatros del Canal. Madrid. Hasta el 20 de mayo.
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