Guerra de g¨¦neros en el Siglo de Oro
Rojas Zorrilla avisa sobre el amor por inter¨¦s mediante un ejercicio de realismo bufo ¨¢gil, ligero y divertido, bien representado por Noviembre Teatro, compa?¨ªa que dirige Eduardo Vasco
Cuando tres hombres aman a la misma mujer y tres mujeres anhelan al m¨¢s agraciado de ellos, ?qu¨¦ puede salir mal? En Abre el ojo, comedia c¨ªnica y desenga?ada sobre la guerra de g¨¦neros, Francisco de Rojas Zorrilla hace un divertido ejercicio de realismo bufo. En vez de escribir un final idealista, con emparejamientos felices, como se estilaba en el Siglo de Oro, el autor predilecto de Felipe IV remata su obra lanzando un aviso para personas solteras: ¡°Abre el ojo¡±, no sea que te seduzcan por inter¨¦s. En su versi¨®n, que se representa en el Festival de Teatro Cl¨¢sicos en Alcal¨¢ (y despu¨¦s en Chinchilla, Almagro, Bogot¨¢, Alicante y el Teatro Fern¨¢n G¨®mez de Madrid), Eduardo Vasco actualiza el tema introduciendo unas coplas donde se alude tambi¨¦n a las personas no binarias. Ni en la guerra ni en el amor hay juego limpio, vienen a decirnos el autor y el propio Vasco, director de esta funci¨®n ¨¢gil, ligera y bien representada.
Ninguna de las costumbres que Rojas Zorrilla retrata resulta ejemplar: Abre el ojo se asemeja a la novela picaresca m¨¢s que a las comedias de capa y espada, donde siempre aparece alg¨²n personaje de proceder noble. Aqu¨ª todos tienen doblez, pero alguno de sus comportamientos se justifica por lo empobrecida que estaba la Espa?a de 1640. En el a?o de escritura de esta pieza, la monarqu¨ªa cat¨®lica, agotada por guerras sucesivas, sufri¨® la sublevaci¨®n de Catalu?a (iniciada a ra¨ªz de las malas cosechas) y el levantamiento secesionista de Portugal.
Aqu¨ª Do?a Clara no es una prostituta, como suele inferirse del personaje, sino una mujer libre y celosa de su independencia
En la interpretaci¨®n arrojada de Elena Rayos, Do?a Clara no es una prostituta, contra lo que suele inferirse de una lectura epid¨¦rmica de este personaje, sino una mujer libre, celosa de su independencia, que entretiene a varios amantes para llegar a fin de mes: de cada uno de ellos toma lo que le conviene. En esa ¨¦poca, los autores retrataron a personajes tan lib¨¦rrimos como este o como la protagonista de La viuda valenciana, de Lope, sin que la censura les atajara. Tambi¨¦n Clemente, encarnado por Rafael Ortiz, se sale del clich¨¦ del gal¨¢n: cada dos por tres ha de ocultarse (dentro del ba¨²l) de otros amantes que aparecen sin sucesi¨®n de continuidad. Abre el ojo es un vodevil, escrito 200 a?os antes que los de Labiche y Feydeau.
Personificado por Manuel Pico, Cartilla es un gracioso con salero. Mar Calvo y ¨¦l le sacan jugo a las canciones. Alberto G¨®mez Taboada hace m¨¢s bronco y afilado el papel del segundo gal¨¢n, porque Vasco a?ade al texto original tres escenas de golpes y bofetones extra¨ªdas de No hay amigo para amigo, otra farsa de Rojas. La moral de la segunda dama y de la criada, interpretadas con gracia por Celia P¨¦rez y Anna N¨¢cher, es tan flexible como la de Clara. El Don Juan de Jes¨²s Calvo parece escapado de una comedia de figur¨®n. Las menciones al precio de las cosas que aparecen entreveradas en la obra son un reflejo de la carest¨ªa y la mengua que soportaba la poblaci¨®n espa?ola, pero tambi¨¦n la europea.
¡®Abre el ojo¡¯. Texto: Rojas Zorrilla. Versi¨®n y direcci¨®n: Eduardo Vasco. Alcal¨¢ de Henares, 24 y 25 de junio Chinchilla, 27. Almagro, 7 y 8 de julio.
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