Amenaza at¨®mica: el fin de los tiempos es cada momento
La guerra de Ucrania ha despertado la aletargada tensi¨®n nuclear, a la que G¨¹nther Anders dedic¨® reflexiones pioneras que no han perdido actualidad
Nada suscita un miedo mayor que el peligro de una guerra at¨®mica. No hay imagen m¨¢s perturbadora que la de un mundo vac¨ªo, un mundo sin hombres, en expresi¨®n del fil¨®sofo alem¨¢n G¨¹nther Anders.
Han nacido y muerto civilizaciones, pero no ha muerto la humanidad. Incontables futuros parecen aguardarla. En la ¨¦poca de la inteligencia artificial y la exploraci¨®n del universo profundo, es dif¨ªcil imaginar un mundo sin seres humanos: ?qui¨¦n podr¨ªa concebir una tierra vac¨ªa, en la que ¡°ya no habr¨ªa nadie m¨¢s, en la que se supiera que nosotros existimos, y en la cual nuestros millones de hechos y de omisiones, obras, dolores y alegr¨ªas no solo habr¨¢n sido en vano, sino transformados en nada¡±?
Pero la imagen de Anders de un mundo afantasmado, comparable por su desolaci¨®n a aquella con que Lucien Febvre describe a la Europa del final de la Edad Media (¡°miedo siempre, miedo en todas partes¡±), reduce a polvo esa esperanza en la continuidad natural de la especie humana.
Con la extinci¨®n de la historia humana no habr¨¢ nadie que llore a sus muertos porque es imposible que los muertos puedan llorar a los muertos
Esta imagen angustiante acompa?¨® a Anders durante m¨¢s de la mitad de su vita philosophica. Llevaba a?os ¡°pintando sobre la pared la imagen del globo pelado rotando en el espacio¡± o imaginando ¡°cementerios sin deudos¡±, como muestra su breve recreaci¨®n de la f¨¢bula b¨ªblica de No¨¦ y el diluvio. Con la extinci¨®n de la historia humana no habr¨¢ nadie que llore a sus muertos porque es imposible que los muertos puedan llorar a los muertos, solo quedar¨¢ una tierra enmudecida, bald¨ªa, sin rastro de humanidad, como si nunca hubiera existido. El No¨¦ de Anders es el superviviente que invierte el curso del tiempo para hablar en nombre de los muertos de ma?ana, para que prevalezca el recuerdo de los hombres en las futuras generaciones. El fil¨®sofo traslada el relato del diluvio universal al relato de un ¡°mundo sin hombres¡±, cuya causa destructora reside ahora en la tecnolog¨ªa de las armas nucleares.
G¨¹nther Anders vio en la energ¨ªa nuclear el s¨ªmbolo de un tiempo nuevo, el ¡°tiempo final¡±, en el que la humanidad ha dado un salto al absoluto, pues ha alcanzado una omnipotencia negativa, cuyo poder destructivo ilimitado puede decidir sobre la existencia del g¨¦nero humano.
El 6 de agosto de 1945 ¡ªd¨ªa en que fue arrojada la bomba at¨®mica sobre Hiroshima¡ª marca el inicio de una nueva ¨¦poca: aquella en que la humanidad comienza a existir ¡°bajo el signo de la bomba¡±, y tiene ya la posibilidad de la autoaniquilaci¨®n, de consumar su propio exterminio. Con el desarrollo de las armas nucleares se inicia la ¨²ltima ¨¦poca hist¨®rica del g¨¦nero humano, que Anders denomina el ¡°plazo¡±. Desde entonces la humanidad vive dentro de un ¡°plazo¡±, bajo la expectativa de un ¡°tiempo final¡± que puede, en cualquier momento, volverse definitivo.
La posibilidad de transitar hacia una ¨¦poca distinta no existe m¨¢s, salvo a trav¨¦s de la extinci¨®n, que comprometer¨ªa ¡ªrecordemos la imagen de ¡°cementerios sin deudos¡±¡ª el pasado y el porvenir. Con el fin at¨®mico, la posibilidad de la historia est¨¢ anulada y tambi¨¦n la posibilidad del ma?ana. Su final inevitable re¨²ne todos los acontecimientos y las historias futuras en el tiempo del ¡°plazo¡±. Y no solo eso, este hecho, seg¨²n Anders, tambi¨¦n ha transformado la autocomprensi¨®n del ser humano en tanto humanidad, ya que ahora ¡°no es a causa de un origen natural com¨²n que somos ahora una humanidad, sino a causa de un futuro com¨²n falto de futuro, a causa del fin antinatural que nos espera juntos¡±.
La omnipotencia prometeica concedida por el armamento nuclear ha hecho de los hombres los ¡°se?ores del apocalipsis¡±
Sin duda, la bomba no solo ha vuelto probable la posibilidad de un ¡°mundo sin hombres¡±, tambi¨¦n ha transformado radicalmente nuestra idea de humanidad y nuestro estatus y lugar en el mundo. Ahora, dice nuestro fil¨®sofo, la omnipotencia prometeica concedida por el armamento nuclear ha hecho de los hombres los ¡°se?ores del apocalipsis¡±, los ha dotado de una omnipotencia negativa, y al asumirla tienen que entregarse a unos poderes extraordinarios que no controlan ni dimensionan; y esa omnipotencia deben vincularla a resultados cada vez m¨¢s lejanos e impredecibles. ¡°Nuestro propio potencial de poder¡±, dice Anders, ¡°ha aumentado hasta tal punto que se ha vuelto inaplicable, es decir, mayor que cualquier objetivo de acci¨®n deseable, no, que cualquier objetivo de acci¨®n siquiera concebible¡±. Emerge no solo una nueva forma de poder, sino tambi¨¦n una nueva forma de impotencia y de finitud humana.
Pero ?podemos deshacernos de las armas nucleares? En rigor, no. Podemos destruirlas, incluso no volver a fabricarlas, u optar por el desarme; sin embargo, el conocimiento de la bomba permanece. Nuestro saber hacer no desaparece, de ah¨ª que Anders afirme que ¡°una vez bomba at¨®mica, entonces bombas at¨®micas de una vez y para siempre¡±, entonces quedamos expuestos, por nuestro propio poder, a la posibilidad de nuestra definitiva autoextinci¨®n. La aspiraci¨®n es, por tanto, alargar el tiempo final, procurar ¡°que se vuelva infinito¡±, que cada momento sea ¡°el fin de los tiempos¡±.
Ahora mismo se levantan nuevos vientos at¨®micos. El conflicto Rusia-Ucrania sacude al aletargado y persistente monstruo del peligro at¨®mico. Nuevamente, las potencias nucleares entran en escena y colocan en primer plano la pregunta por la sobrevivencia. Con el imparable tictac del reloj del fin del mundo acelerando su marcha, no est¨¢ de m¨¢s tomarse en serio esa amenaza, una de las grandes preocupaciones de Anders, porque, en palabras de Vladimir Jank¨¦l¨¦victh, ¡°lo serio no es la certeza de la muerte (dicha certeza es tr¨¢gica), sino la posibilidad de morir¡±.
Lecturas
La obsolescencia del hombre. Vol. 1 (Sobre el alma en la época de la segunda revolución industrial) Vol. 2 (Sobre la destrucción de la vida en la época de la tercera revolución industrial).
Günther Anders
Traducción de Josep Monter Pérez
Pre-Textos, 2011
312 y 428 páginas. 25 y 35 euros
El piloto de Hiroshima. Más allá de los límites de la conciencia
Günther Anders
Traducción de Vicente Gómez
Paidós, 2010
225 páginas. 16 euros.
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