Una interpretaci¨®n soberana de Vicky Luengo en el teatro
La actriz encarna en ¡®Prima facie¡¯ a una abogada penalista, defensora de encausados por violaci¨®n, en una funci¨®n escrita con conocimiento de causa por Suzie Miller, abogada ella misma, limpiamente puesta en escena por el director peruano Juan Carlos Fisher
?La ley sirve a la justicia? Suzie Miller, autora que ejerci¨® la abogac¨ªa en su Australia natal, aborda este tema con conocimiento de causa en un espinoso ramillete de obras teatrales, entre las que destaca Prima facie, soliloquio estrenado anoche en Madrid con una singular interpretaci¨®n de Vicky Luengo. La actriz mallorquina encarna a una abogada penalista de extracci¨®n social humilde, que se ha ido labrando un futuro profesional mediante la defensa exitosa de varones encausados por delitos de violaci¨®n.
Para hacerse hueco entre sus compa?eros de familia bien, Tessa escruta cada caso. En su imaginario, el juicio es un teatro, pero tambi¨¦n una prueba deportiva. Esto se lo dej¨® claro la decana de la facultad de Derecho de la mejor universidad brit¨¢nica durante su lecci¨®n inaugural: sus alumnos no deb¨ªan ser amigos, sino competidores. Solo dos de cada tres saldr¨ªan adelante. Miller lo cuenta todo mediante saltos espaciotemporales que ponen a prueba la destreza de la actriz. Luengo imanta la atenci¨®n del p¨²blico desde la primera palabra que dice, estirando las vocales y haciendo culebrear las consonantes: ¡°Puuuraassaaangrees¡±. Su entrada al escenario no podr¨ªa ser m¨¢s inquietante y prometedora.
En la funci¨®n previa al estreno cuaj¨® una interpretaci¨®n oblicua, ambidiestra, llena de pormenores y de recovecos
Tessa es imp¨ªa con las v¨ªctimas y la justicia sobre la que ella trenza arabescos legales resulta ser un mecanismo fr¨ªo, implacable, desagradable e injusto, que se volver¨¢ contra ella durante el segundo acto, cuando sea violada en medio de una relaci¨®n no solo consentida sino deseada. Miller lo dispone as¨ª para que el asunto sea m¨¢s interesante: los casos de agresiones sexuales resultan m¨¢s dif¨ªciles de dilucidar cuando el delito se produce en el seno de una relaci¨®n de confianza, rom¨¢ntica o familiar. En este caso, una indisposici¨®n previa que Tessa sufre deja relativamente claro ante el espectador que su pareja se le ha impuesto por la fuerza.
La agresi¨®n de Julian, hijo de un consejero judicial de la corona y compa?ero de trabajo de Tessa, es la de un hombre sobre una mujer, pero tambi¨¦n la de alguien acostumbrado a conseguir cuanto desea sobre alguien que no puede pagarse esa costumbre. L¨®gicamente, Julian tendr¨¢ la mejor defensa que comprarse pueda en el Reino Unido, donde abogados y jueces de lo penal siguen llevando costos¨ªsimas pelucas de crin de caballo, cuyo uso se generaliz¨® en el siglo XVII. Durante su declaraci¨®n, Tessa recuerda un hecho clave, que aunque pone las cosas en claro, no basta para probar su versi¨®n. Revelar ese dato tan hacia el final de la funci¨®n supone un gran golpe teatral. Sin embargo, Miller cierra su pieza con un alegato sentido pero un tanto obvio y ret¨®rico. Poco importa, porque Vicky Luengo negocia de maravilla cada curva del texto y aprieta firme en las rectas: a todo le saca partido. En la funci¨®n previa al estreno cuaj¨® una interpretaci¨®n soberana, oblicua, ambidiestra, llena de pormenores y de recovecos. Algo relativo a las circunstancias y las expectativas del estreno (al que asisti¨® la vicepresidenta Yolanda D¨ªaz), hizo que bajara el pist¨®n. Hoy volver¨¢ todo a su lugar.
¡®Prima facie¡¯. Texto: Suzie Miller. Direcci¨®n: Juan Carlos Fisher. Madrid. Teatros del Canal, hasta el 17 de septiembre. Luego en San Sebasti¨¢n, Carballo, Vitoria, Logro?o, Pamplona, Alicante¡
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