Las l¨ªneas invisibles de la frontera
Dos fotolibros abordan el tema de la inmigraci¨®n para reflexionar sobre el paisaje marcado por el paso de aquellos que buscan mejorar sus vidas
Desde hace m¨¢s de una d¨¦cada las fronteras han dado forma a la obra del franc¨¦s Samuel Gratacap (1982). Interesado en los fen¨®menos migratorios y en su compleja realidad, ha recorrido distintos lugares de ?frica y Europa donde ha quedado marcada la huella de aquellos que emprenden el camino del exilio jug¨¢ndose la vida en pasos fronterizos. En lindes que distinguen el interior del exterior, qui¨¦n es ciudadano y qui¨¦n no; l¨ªmites simb¨®licos construidos culturalmente, donde convergen distintos intereses, transformados y reinventados a lo largo de la historia. ¡°Hablar de fronteras implica ...
Desde hace m¨¢s de una d¨¦cada las fronteras han dado forma a la obra del franc¨¦s Samuel Gratacap (1982). Interesado en los fen¨®menos migratorios y en su compleja realidad, ha recorrido distintos lugares de ?frica y Europa donde ha quedado marcada la huella de aquellos que emprenden el camino del exilio jug¨¢ndose la vida en pasos fronterizos. En lindes que distinguen el interior del exterior, qui¨¦n es ciudadano y qui¨¦n no; l¨ªmites simb¨®licos construidos culturalmente, donde convergen distintos intereses, transformados y reinventados a lo largo de la historia. ¡°Hablar de fronteras implica a priori que existen dos partes, en ambos lados de una l¨ªnea, algo tan ficticio como el principio de bilateralidad. ¡®El pensamiento del afuera¡¯, en palabras de Michel Foucault, nos hace pensar de forma persistente en el mundo de manera binaria¡±, escribe el antrop¨®logo Michel Agier en Bilateral, el ¨²ltimo fotolibro del fot¨®grafo.
Bilateral se desarrolla en los Alpes, en el puerto de Montgen¨¨vre, en la frontera entre Italia y Francia. All¨ª, a lo largo de tres a?os, acud¨ªa el fot¨®grafo de forma intermitente, con el fin de adentrarse por los g¨¦lidos senderos y cumbres alpinas y detectar la presencia de miles de migrantes que tratan de hacerse invisibles. Un ¨¢rea frecuentada tambi¨¦n por muchos turistas, donde el control policial se ha visto reforzado desde 2015, lo que obliga a los migrantes a tomar caminos cada vez m¨¢s peligrosos. Ya suman 46 los expatriados muertos en esta frontera, siete, en concreto, en el paso de Montgen¨¨vre.
Planteada mediante la habilidosa confrontaci¨®n de distintas t¨¦cnicas fotogr¨¢ficas y litograf¨ªas, que hacen referencia a las distintas realidades que conforman la representaci¨®n de la emigraci¨®n, el fotolibro comienza con una serie de im¨¢genes que en ocasiones rozan la abstracci¨®n. Son fotograf¨ªas sacadas de internet que Gratacap manipula mediante t¨¦cnicas litogr¨¢ficas para representar a aquellos que nunca suelen aparecer en las instant¨¢neas que copan el tema de la inmigraci¨®n: los autores de las leyes y aquellos que toman las decisiones y acuerdos bilaterales aparecen representados sin caras, (parad¨®jicamente con respecto a la invisibilidad que los emigrantes aspiran a encontrar en su periplo). ¡°Son figuras intercambiables, sin rostro, pero responsables¡±, se?ala Gratacap a trav¨¦s de una videoconferencia desde Par¨ªs. ¡°El proyecto trata tanto de la frontera como de la representaci¨®n, y de esta forma me he permitido jugar con la imagen de quienes siempre suelen ejercer un control sobre la suya propia. Darles lo que normalmente ser¨ªa observado como un mal tratamiento en lo que concierne a la calidad de representaci¨®n¡±.
Una atm¨®sfera nebulosa y fr¨ªa envuelve el duro ascenso de los migrantes a trav¨¦s de un paisaje de nieve. ¡°Son cuerpos atrapados entre el sufrimiento y el movimiento, acechados, agotados, a veces meras sombras, pero siempre con el impulso de avanzar. Sus pasos son pesados, cada uno requiere un esfuerzo restringido. Sus cuerpos se juntan y se aguantan mutuamente, cogidos de la mano¡±, escribe Agier. Una marcha en la cual en muchas ocasiones son ayudados por los grupos locales organizados para garantizar un paso seguro a los exiliados. ¡°Fue muy importante contactar con las personas que viven en el valle. Muchos se mantienen ajenos al tema, pero tambi¨¦n son muchos los que colaboran de distintas formas para facilitar el paso a los migrantes y en ocasiones se arriesgan a ser juzgados por acciones ilegales. Entre ellos existe tambi¨¦n muchas discrepancias¡±, explica el fot¨®grafo. Algunos aparecen en la serie de retratos que se incluye en la publicaci¨®n, donde nunca aparece un rostro de frente. ¡°Era fundamental mantener el anonimato pero tambi¨¦n quer¨ªa mantener el mismo tipo de representaci¨®n en todo el proyecto y no mostrar ninguna cara¡±, explica el fot¨®grafo.
¡°Al tiempo que documentaba la presencia de toda esta gente en las monta?as, quer¨ªa referirme a c¨®mo la realidad altera el paisaje. A unas circunstancias que cambiaban en cada uno de mis viajes¡±, contin¨²a Gratacap. ¡°A veces daba la impresi¨®n de que no estuviese pasando nada en esas monta?as, donde la frontera no es m¨¢s que una l¨ªnea invisible. Un lugar que quedar¨¢ relacionado con el paso de emigrantes para siempre. Marcado por la muerte y la persecuci¨®n. No hay vuelta atr¨¢s¡±. As¨ª, las im¨¢genes de los restos dejados por los inmigrantes en su periplo se mezclan con las de las marcas de colores realizadas por los grupos solidarios con el fin de orientar a los exiliados. Nos hablan de la hospitalidad que existe dentro del valle. ¡°Me pareci¨® un gesto sumamente bello, valiente e imaginativo. A¨²n queda esperanza¡±, advierte el fot¨®grafo. ¡°Es muy necesario documentar lo que est¨¢ ocurriendo en estos lugares donde en ocasiones resulta muy dif¨ªcil advertir la presencia humana. Es la ¨²nica forma de frenar los excesos del control policial. En aquellas monta?as todos est¨¢n involucrados, de una manera u otra, en procesos ilegales: los que cruzan, los que ayudan, la polic¨ªa. Todos hacen trampas¡±.
El libro termina con una serie de im¨¢genes realizadas con una c¨¢mara t¨¦rmica. Fueron tomadas durante una marcha solidaria que tuvo lugar en el valle, en 2019. ¡°Fue la primera vez que consegu¨ª capturar a los emigrantes, a los turistas, a los polic¨ªas y a los activistas juntos¡±, advierte el autor. Figuras an¨®nimas que se difuminan sobre un fondo como borrones en blanco y negro, como las l¨ªneas invisibles de una frontera.
El pasado y el presente de un paisaje
El inh¨®spito desierto de Sonora sirve de escenario para Desire Lines, el ¨²ltimo fotolibro de Lara Shipley centrado en el paso de la frontera entre Estados Unidos y M¨¦xico. Un camino recorrido a lo largo de los siglos por ind¨ªgenas, conquistadores, misioneros, emigrantes y agentes fronterizos que nos recuerda que las migraciones son tan antiguas como el ser humano. Son las fronteras las que cambian y adquieren distintos significados, pero los impulsos que llevan a traspasarlas siguen siendo los mismos.
¡°Es complicado conectar con el pasado a trav¨¦s del paisaje¡±, escribe Shipley. ¡°La historia humana de cualquier lugar est¨¢ formada por una compleja red de caminos: intersecciones, colisiones, cambios monumentales en la geograf¨ªa o las huellas m¨¢s tenues e invisibles. Con tanto movimiento y actividad acumulados a lo largo del tiempo, es f¨¢cil borrar las historias de un paisaje que no queremos recordar. Lo que llevamos adelante dice mucho sobre qui¨¦n sobrevive para contar las historias y qu¨¦ historias se amplifican y archivan¡±. De ah¨ª que la fot¨®grafa se haya servido de m¨²ltiples t¨¦cnicas narrativas, de im¨¢genes procedentes de archivos, de mapas, negativos, collages y de su propia obra y distintos tipos de textos y testimonios para establecer una resuelta conexi¨®n entre el pasado y el presente, y mediante distintas reorganizaciones visuales explorar un lugar marcado por los distintos tipos de migraciones. Un paisaje que en apariencia se presenta como una extensi¨®n de cientos de kil¨®metro de naturaleza virgen, y que la autora describe como ¡°fabricado¡±. Un desierto deshabitado, gestionado y vigilado por el gobierno federal mediante numerosos puestos de controles policiales ¡ªduplicados en los ¨²ltimos a?os, se extienden hasta m¨¢s de 120 kil¨®metros al norte de la l¨ªnea fronteriza real¡ª torres de vigilancia, drones y helic¨®pteros. ¡°Aunque es bien sabido que la gente se desplaza y muere en el desierto, sus identidades se convierten casi en mitos. La falta de visibilidad coloca a las personas reales que intentan emigrar en una situaci¨®n aterradoramente peligrosa¡±, asegura Shipley.
Son las huellas de los invisibles, los senderos escondidos de la historia y del presente que atraviesan el paisaje los que dan forma a este reflexivo testimonio, en el cual su autora nos recuerda ¡°que no hay un camino recto hac¨ªa el futuro sino una l¨ªnea que se retuerce, se arremolina, que gira sobre si misma, una y otra vez¡±.
Bilateral
Poursuite
112 p¨¢g¨ªnas. 35 euros.
Desire Lines
Overlapse
208 p¨¢ginas.37,5 euros
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