¡®Villa¡¯, en el 50? aniversario del ¡®pinochetazo¡¯: el golpe duele todos los d¨ªas
El Festival Iberoamericano de Teatro de C¨¢diz y el Festival de Oto?o de Madrid recuerdan el golpe de estado contra Salvador Allende con la reedici¨®n de un montaje ¨ªntimo y fulgurante de Guillermo Calder¨®n, reciente ganador del premio al mejor guion de la Mostra de Venecia
El presidente Nixon encarg¨® a la CIA que evitase la llegada de Salvador Allende a la presidencia chilena. La agencia de inteligencia estadounidense invirti¨® millones de d¨®lares en la financiaci¨®n de art¨ªculos y editoriales para crear un estado de opini¨®n contrario a su investidura, primero, y favorable al golpe de estado, despu¨¦s. Entre los motivos que espolearon el golpe estuvo la nacionalizaci¨®n del cobre, tambi¨¦n porque pod¨ªa servir de ejemplo en la incipiente creaci¨®n de un Nuevo Orden Econ¨®mico Internacional.
En el 50? aniversario del bombardeo del Palacio de la Moneda, el Festival Iberoamericano de Teatro de C¨¢diz y el Festival de Oto?o madrile?o han programado al alim¨®n Villa, un espect¨¢culo ¨ªntimo excepcional inspirado en Villa Grimaldi, centro de detenci¨®n, tortura y desaparici¨®n al que la dictadura de Pinochet envi¨® a miles de chilenos. Las dos representaciones dadas hace unos pocos d¨ªas en la sala gaditana Central Lechera conservan intactos el fulgor, la precisi¨®n y la hondura del montaje original de 2011, incisivamente interpretado entonces y ahora por las mismas actrices. Guillermo Calder¨®n, su autor y director, sit¨²a a tres hijas de presas ante un dilema irresoluble: ?Qu¨¦ hacer con el lugar donde estuvo ese cuartel, destruido para no dejar rastro de la infamia? ?Es preferible reconstruirlo para dar fe del horror all¨ª acontecido, o ser¨ªa mejor crear un bello museo, donde reelaborar art¨ªsticamente lo sucedido?
Sin solemnidad, con un humor corrosivo y chispeante, las protagonistas defienden cada una un punto de vista contrario al suyo, en un ejercicio emp¨¢tico agudo. Sus int¨¦rpretes forman un tr¨ªo soberbio, orquestado musicalmente, como las Tres hermanas de Ch¨¦jov. En su debate sobre qu¨¦ hacer con sus identidades heridas, estas j¨®venes ironizan sobre cierta ret¨®rica cargada de buenas intenciones, caracter¨ªstica del arte conceptual, y reivindican su derecho a vivir con dolor y resentimiento, porque lo sucedido no puede ser despachado diciendo: ¡°Pelillos a la mar¡±.
Carla Romero, la mujer de rojo, se lanza sin mosquet¨®n a una sima de emociones durante su defensa de la reconstrucci¨®n de la Villa, en un mon¨®logo inmenso, conmovedor. Francisca Lewin, de azul, equipara a los museos con las leyes de punto final, en otro soliloquio memorable. A Macarena Zamudio le toca arbitrar gallardamente la dial¨¦ctica feroz de sus compa?eras. Al final, hay sorpresa: no se produce un giro teatral, sino un giro del alma. Para las v¨ªctimas de una violencia persistente, el pasado nunca ser¨¢ un tiempo pret¨¦rito.
¡®Villa¡¯. Texto y direcci¨®n: Guillermo Calder¨®n. Madrid. Teatros del Canal, 10 y 11 de noviembre. El 10 de diciembre Teatroamil.tv har¨¢ una transmisi¨®n gratuita.
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