El artista que quiso hacerlo todo y se hizo editor
Una exposici¨®n en el Reina Sof¨ªa recoge la trayectoria de la at¨ªpica editorial Something Else Press, fundada por el creador y escritor Dick Higgins en 1963
Esta no es exactamente una exposici¨®n de libros de artista, ni un buceo en archivos de los que nos tiene acostumbrados el Reina Sof¨ªa. Tampoco es solo la obra de un creador, ni una antolog¨ªa, ni ¨²nicamente la historia de un fracaso emocionante. Es, m¨¢s bien, otra cosa.
A principios de los sesenta, Dick Higgins (compositor, artista visual, escritor) no consegu¨ªa publicar su libro ...
Esta no es exactamente una exposici¨®n de libros de artista, ni un buceo en archivos de los que nos tiene acostumbrados el Reina Sof¨ªa. Tampoco es solo la obra de un creador, ni una antolog¨ªa, ni ¨²nicamente la historia de un fracaso emocionante. Es, m¨¢s bien, otra cosa.
A principios de los sesenta, Dick Higgins (compositor, artista visual, escritor) no consegu¨ªa publicar su libro El cumplea?os de Jefferson/Postfacio en el sello que su amigo George Maciunas hab¨ªa fundado para los escritos del grupo Fluxus. Herido en su orgullo, Higgins decidi¨® montar su propia casa para autopublicarse, aunque no acertaba con el nombre de su proyecto ¡ª?Fluxus Papers?, ?editorial mangas de camisa (Shirtsleeves Press)?¡ª hasta que la tambi¨¦n artista Alison Knowles le dijo: ¡°Ll¨¢malo de otra manera¡±. As¨ª, a finales de 1963, naci¨® Something Else Press. En la contracubierta de ese primer libro de Higgins se imprimi¨® el manifiesto fundacional de la editorial, basado precisamente en nombrar e imprimir aquello que no terminaba de ser algo, que no encajaba en la visi¨®n objetual del arte ni en una idea cl¨¢sica de la labor de la edici¨®n de libros. Su segunda publicaci¨®n fue una caja llena de postales de Robert Filliou llamada Ample Food for Stupid Thought. Cada una de ellas recog¨ªa una pregunta absurda y esencial, de humor sombr¨ªo y resonancias pol¨ªticas: ¡°?Por qu¨¦ esta es la tierra de la libertad y la patria de los valientes?¡±. ¡°?No crees que impostas tu gusto personal?¡±. ¡°?Cu¨¢ndo acabar¨¢ este sinsentido?¡±. A esta publicaci¨®n le siguieron la obra completa de Gertrude Stein, textos radicales de artistas de Fluxus como Al Hansen, antolog¨ªas de poes¨ªa concreta, partituras de John Cage y del propio Higgins¡ Pero tambi¨¦n tratados de micolog¨ªa y de huertos caseros, boletines mensuales y manifiestos.
En sus 11 a?os de inestable vida, la editorial mantuvo la premisa de ser otra cosa y por ello imprimi¨® medio centenar de obras que a¨²n hoy siguen sin caber en los par¨¢metros de un cat¨¢logo editorial. Debido al precio relativamente elevado de los libros, Higgins cre¨® la colecci¨®n Cuadernos de la Osa Mayor, compuesta de panfletos fotocopiables que podr¨ªan encontrarse, seg¨²n ¨¦l mismo anunciaba con orgullo, ¡°junto al caj¨®n de las verduras en el supermercado¡±. En uno de estos panfletos, Higgins desarroll¨® un t¨¦rmino, intermedialidad, que es crucial para entender la propuesta de Something Else Press de forma conjunta. La palabra ya la hab¨ªa utilizado Coleridge, y el editor-artista la rescat¨® para situar aquellas pr¨¢cticas que estaban entre diferentes formas y ¨¢reas. Lo intermedia ser¨ªa aquello que est¨¢ al borde de las cosas, que no solo combina modos de producci¨®n o formas de aparecer (no es solo arte, no es solo edici¨®n, ni son partituras, ni solo happening¡), sino que quiere ocupar el espacio de sus l¨ªmites y trabajar con ellos.
Higgins entendi¨® que como mejor pod¨ªa hacer su arte era en esa grieta que queda entre la vanguardia art¨ªstica y el sistema capitalista
Los comisarios de la muestra, Alice Centamore y Christian Xatrec, han resuelto con brillantez esta cuesti¨®n de querer ser siempre otra cosa, complicada como pocas ?y dificil¨ªsima de exponer! A trav¨¦s de cartelas bien medidas, con aclaraciones sucintas y claras, hablan de la editorial como obra total de Higgins y la relacionan con el giro ling¨¹¨ªstico de las artes en los sesenta que propone Liz Kotz en Palabras para ser miradas. En el cat¨¢logo se hacen la pregunta clave: ¡°Cuando se concibe una exposici¨®n sobre una casa editorial que es la obra de un artista, pero que no es, stricto sensu, una obra de arte, cabr¨ªa preguntarse: ?cua?l es el objeto?¡±. Y encuentran el objeto, o el no-objeto, o esa otra cosa, o como Higgins prefiriera llamarlo, en la propia forma de producci¨®n editorial. El artista fue descubriendo esto mismo durante los procesos de edici¨®n, en los que entendi¨® que era precisamente a trav¨¦s de ocupar esa grieta min¨²scula que queda entre la vanguardia art¨ªstica y el sistema de producci¨®n capitalista como mejor pod¨ªa llevar a cabo su arte. En ocasiones, cuando esa grieta se hac¨ªa demasiado estrecha, Higgins recurr¨ªa a un seud¨®nimo, Camille Gordon, para firmar sus textos en los boletines de la editorial. En ellos expon¨ªa teor¨ªas, experimentaciones y cr¨®nicas de la actividad art¨ªstica del momento, y jugaba con las expectativas de un formato que parec¨ªa tradicional, pero que se revolv¨ªa contra s¨ª mismo.
La vida de Higgins, sus amistades, sus necesidades art¨ªsticas y las de la editorial se fusionaron de tal forma que cuando quiso dejar el proyecto y nombrar a un nuevo editor jefe, la empresa se vio acosada por las deudas. Higgins era muy consciente de que no iba a poder inscribirse de forma d¨ªscola en el establishment durante mucho tiempo: o se dejaba comer por la industria editorial y gestionaba la suya como una empresa o llevaba su experimento hasta el final y se hund¨ªa con ¨¦l. Opt¨®, por supuesto, por lo segundo y Something Else Press cerr¨® definitivamente en 1974. En esos ¨²ltimos a?os hab¨ªan cambiado las oficinas de la Quinta Avenida ¡ªtoda una emulaci¨®n ir¨®nica de los grandes grupos editoriales¡ª por la granja familiar de Vermont y hab¨ªan abierto y cerrado la Something Else Gallery, donde Alison Knowles expuso su Gran libro, de dos metros y medio de altura.
Esta muestra del Reina Sof¨ªa, que es de esas que marcan nuestras formas de entender el arte a pesar de su aparente discreci¨®n, ense?a tambi¨¦n que es posible exponer asuntos complejos o poco llamativos de forma seductora y accesible. Las actividades paralelas a la exposici¨®n, que suelen ser cruciales en este museo, como la Oficina inestable de traducci¨®n libre o la visita performativa que organizaron Mar¨ªa Salgado y Tatiana Arias en septiembre, complementan de forma llamativa el prop¨®sito de la editorial y ahondan en su experimentaci¨®n lejos del academicismo, sin rebajar por ello el esp¨ªritu con que Higgins formul¨® su arte. Parece que s¨ª hab¨ªa otra manera de hacerlo.
¡®Ll¨¢malo de otra manera. Something Else Press, Inc (1963-1974)¡¯. Museo Reina Sof¨ªa. Madrid. Hasta el 22 de enero.
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