¡®Sinfon¨ªa corporal¡¯, todos los versos de Fernando Aramburu

Fernando Aramburu ha ocupado un lugar casi oculto en el amplio espacio de la poes¨ªa espa?ola de las ¨²ltimas d¨¦cadas pese a asomase t¨ªmidamente al mundo literario en 2010 con la antolog¨ªa Yo quisiera llover. Dos son las razones que lo han condicionado: la gran acogida de su obra narrativa, con el fen¨®meno Patria como momento central, y el acotamiento de su obra po¨¦tica en un tramo temporal situado en los a?os ochenta del pasado siglo. A ello se a?ade la circunstancia de que en el per¨ªodo comprendido entre 1977 y 1986, arco temporal que acoge la casi totalidad de los textos de Sinfon¨ªa corporal, su obra l¨ªrica reunida, la poes¨ªa joven estuvo dominada por la reacci¨®n figurativa y neorrom¨¢ntica al culturalismo de los setenta.

La apuesta del jovenc¨ªsimo Aramburu, empe?ado, al final de esa d¨¦cada, en una po¨¦tica de la provocaci¨®n, a caballo del dada¨ªsmo, de la estela de Andr¨¦ Breton, y promotor del grupo CLOC junto a ?lvaro Bermejo y Jos¨¦ F¨¦lix del Hoyo, poco ten¨ªa que ver con el retorno al realismo de los cincuenta a que invitaba la joven poes¨ªa que dominar¨ªa la nueva d¨¦cada. Sorprende el rigor y la coherencia con que el poeta incorpor¨® esa est¨¦tica a los seis libros o plaquettes en que divide la poes¨ªa reunida. La riqueza del lenguaje, los felices giros con que se instala en el irracionalismo (un irracionalismo no herm¨¦tico), y la combinaci¨®n del impulso surrealista con el uso de modos expresivos que vienen del Siglo de Oro, del barroco castellano ?¡ªm¨¢s de G¨®ngora que de Lope¡ª y que se desbordan en poemas plenos de significados, de alusiones a la realidad, con algunos m¨¢s que memorables como ¡®Canto encarnado¡¯, alusivo a un atentado terrorista hacia 1980: ¡°Un chirrido de ruedas presagiosas, / y ya la metralleta con sus g¨¢rgaras / de ruina irreparable¡±.

Es una poes¨ªa que respira voluntad unitaria, empe?o en ahondar en la est¨¦tica elegida, vanguardista en tiempos de crisis de las vanguardias y llena de iluminaciones, con un trasfondo reflexivo y con una fuerte gravitaci¨®n existencial no ajena al pensamiento de Albert Camus. Sabemos que tuvo relaci¨®n con Gabriel Celaya, cuya influencia sin embargo solo podr¨ªa rastrearse en su primer y surrealista libro, Marea del silencio (1934). Y tambi¨¦n sabemos que vivi¨® varios a?os, como estudiante, en Zaragoza. Curiosamente, en los a?os de formaci¨®n de su utillaje po¨¦tico, un tiempo en el que la memoria de Miguel Labordeta y su heterodoxia surrealista estaban m¨¢s que presentes en Arag¨®n. No pocos poemas de uno de sus libros, Materiales de derrubio, est¨¢n fechados en su capital, en 1980. No es descartable una cierta impregnaci¨®n de ese pulso, que tuvo en el postismo y en las corrientes rupturistas minoritarias de los a?os sesenta claros antecedentes.

Sinfon¨ªa corporal es mucho m¨¢s que la muestra de la obra literaria de juventud de un narrador de ¨¦xito de cr¨ªtica y lectores. Los seis libros que lo componen muestran una poes¨ªa madura que aborda los grandes temas de todos los tiempos: la muerte, el amor, la vida, la memoria infantil, la propia poes¨ªa y sus misterios, los a?os de plomo y sus marcas emocionales. Casi todos los poemas est¨¢n fechados entre 1977 y 1985. No llegan a la media docena los datados en los a?os noventa y solo uno en el nuevo siglo (enero de 2005), el que cierra el volumen, ¡®Ayer¡¯: ¡°Ayer me di a la sombra, perdonadme¡±.

Hablamos de un lustro de creaci¨®n intensiva y de la pervivencia de algunos rescoldos en a?os posteriores. En los ¨²ltimos textos del libro se advierte una tendencia al despojamiento, una cierta b¨²squeda de la esencialidad, como si Aramburu hubiera abordado, de modo consciente, la despedida del g¨¦nero: ¡°Cant¨¦, cant¨®, cantaron / y atr¨¢s qued¨® sin ellos / su voz, mi voz, el fruto / ca¨ªdo por el suelo¡±. Confiemos en que no sea definitiva.

Sinfon¨ªa corporal

Fernando Aramburu
Tusquets, 2023
208 p¨¢ginas, 18 euros

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