¡®Color puro¡¯, hacia un nuevo misticismo
Sheila Heti alumbra una novedosa teolog¨ªa en forma de novela que responde a la eterna pregunta filos¨®fica de qu¨¦ hacemos aqu¨ª y en la que Dios es solo un comod¨ªn
Esto es como un combate de boxeo entre esa parte de ti que nunca crey¨® ni creer¨¢ en Dios y esa otra parte de ti que, por muy militante que seas de tu ate¨ªsmo, en verdad alberga un alocado brillito en su interior, algo as¨ª como un agujeritito chiquititito al que le cabe la magia, o tal vez un vac¨ªo legal del organismo, donde la pregunta sobre la fe, sobre la casualidad y sobre la creencia en alguna luz c¨¢lida que lubrique el sentido de nuestra existencia o en alguna rutina esot¨¦rica que calme los dolores de nuestra salud mental, emerger¨¢ traviesa, dando por saco a toda certitud.
De dicha contradicci¨®n de nuestra esperanza es de donde nace la voz de Sheila Heti en Color puro, un libro que la cr¨ªtica internacional ha tachado de arrebato m¨ªstico, pero que a m¨ª se me antoja m¨¢s como una suerte de parto divino, como una anunciaci¨®n contempor¨¢nea y burlona, en la que ni hay paloma, ni hay ¨¢ngel, ni mucho menos feto: lo ¨²nico que gesta entre estas p¨¢ginas Mira, su personaje principal, es la imaginaci¨®n. Porque si en su anterior libro, Maternidad, Sheila Heti invoc¨® a la voz oracular del I Ching para construir una narraci¨®n contra el imperativo de tener hijos, en Color puro, ir¨®nicamente, hay algo como de madre que lo impregna todo, pues, ?qu¨¦ hay m¨¢s maternal que el gesto detallista y atento que requiere la creaci¨®n del mundo y de los seres que lo habitan? Gestar, s¨ª, pero no como sin¨®nimo de sumisi¨®n ante el cuidado; y criar, pero s¨®lo como sin¨®nimo de generar, esto es, de alumbrar un pensamiento.
La protagonista asiste al regreso de Dios a una tierra que durante milenios hab¨ªa dejado abandonada a su suerte¡ y no le gusta
En Color puro, Mira es una artista que asiste al regreso de Dios a una tierra que durante milenios hab¨ªa dejado abandonada a su suerte. A Dios no le gustaba mucho el resultado de su primer esbozo del mundo, y por eso ahora lo calienta, antes de destruirlo, y entre tanto hace pruebas, planifica otros futuros y regala a sus humanos formas diferentes de nacer, o castas con las que reordenar¨¢ sus sufrimientos y sus aspiraciones. En la tierra que ahora habita Mira, las personas nacen de huevos de oso, de pez o de p¨¢jaro. La vida nueva les llena los pulmones de un aire esperanzador, que, sin embargo, poco a poco, se cubre del polvo sucio del pasado. ?Ser¨¢ que nuestra especie no tiene remedio? Ante esta desidia, Mira se vuelve cada vez m¨¢s contemplativa, y trabaja en una tienda de l¨¢mparas, y asiste a un duelo que le rompe las entra?as, y se deja invadir por el fantasma de su padre, y se enamora de una mujer, y piensa en el incesto, y se convierte en hoja, y se va dando cuenta, cada vez m¨¢s hastiada, de que el ¨²nico Dios posible est¨¢ en nosotros mismos y en nuestra capacidad para moldear la imaginaci¨®n. Vivir s¨®lo es ir inventando, y Dios s¨®lo es el comod¨ªn ante la pregunta eterna de qu¨¦ co?o hago yo aqu¨ª.
Pero Sheila Heti, con su indumentaria de boxeadora m¨ªstica, feminista y burlona, y con ese rar¨ªsimo estilo entre italocalvinesco y hildegardavonbingeniano, no s¨®lo responde a esa pregunta milenaria para la historia de las religiones y de las filosof¨ªas, sino que adem¨¢s pone un broche a su propia escritura, respondiendo por fin aquello que plante¨® hace m¨¢s de una d¨¦cada con el t¨ªtulo de su libro m¨¢s le¨ªdo hasta la fecha: ?C¨®mo deber¨ªa ser una persona? Y bien, ?c¨®mo deber¨ªa? Pues como una amalgama de ¨®rganos, deseos y harapos en celebraci¨®n de la duda ante la fe.
Color puro?
Traducci¨®n de Eugenia V¨¢zquez
Mutatis Mutandis, 2024
220 p¨¢ginas. 21,42 euros
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