¡®Chamanes el¨¦ctricos en la fiesta del sol¡¯, de M¨®nica Ojeda: una novela ambiciosa y deslumbrante sobre el terror inici¨¢tico
La novela de la escritora ecuatoriana pone las virtudes de la poes¨ªa al servicio de una narraci¨®n donde los protagonistas buscan su trascendencia en las drogas, en la org¨ªa del baile, en el rapto dionis¨ªaco
¡°El o¨ªdo es el ¨®rgano del miedo¡±, escribe Nietzsche. Y con poco que desarrollemos la frase le encontramos el eco de algunos de los mitos m¨¢s sugerentes de la modernidad: aquellos que toman como modelo a las dos divinidades de la celebraci¨®n delirante, de una naturaleza salvaje, Dionisos y Pan. En primer lugar, el miedo pierde su car¨¢cter negativo; es, antes bien, miedo ¡°inici¨¢tico¡± previo al crecimiento o la superaci¨®n de unos l¨ªmites personales. En segundo lugar, esa realidad que nos desborda, la percibe un ¨®rgano a la vez cerebral y f¨ªsico: el o¨ªdo. Y, finamente, es la m¨²sica, la danza ¡°p¨¢nica¡±, el veh¨ªculo que dinamita la autonom¨ªa del yo racional.
Dicho de una manera m¨¢s sencilla: no escuchamos m¨²sica, pues esto supondr¨ªa asimilarla a distancia. La m¨²sica nos ¡°posee¡±. Somos vividos por la m¨²sica.
La de Nietzsche es la primera frase Chamanes el¨¦ctricos en la fiesta del sol, la nueva novela de M¨®nica Ojeda. Y sintetiza muy bien su po¨¦tica, porque en esta novela los cuerpos buscan su trascendencia en la org¨ªa del baile. De la misma manera, la naturaleza se entiende como cuerpo superior y salvaje, una madre terrible. Y, en este sentido, es interesante compararla con algunas novelas de modernismo literario, por ejemplo con las de Thomas Mann, que abundan en escenas de raptos dionis¨ªacos como revulsivo para la insatisfacci¨®n con el racionalista mundo burgu¨¦s. Pero tambi¨¦n es interesante comparar estos Chamanes con tanta novela de nuestra ¨¦poca que bucea en los mitos de pureza en lo ancestral, lo corporal, lo monstruoso, lo sublime, etc¨¦tera. Creo que en ambas comparaciones Ojeda sale ganando. En primer lugar, porque nunca es inocente en el uso de unos materiales tan frecuentados; en segundo lugar, porque tampoco es t¨®pica nunca ni panfletaria.
En la novela hay una b¨²squeda de la conexi¨®n con la naturaleza entendida como cuerpo madre terrible
Contemos algo de la trama: varios j¨®venes acuden a celebrar el Inti Raymi, la fiesta del Sol, a la ladera del volc¨¢n Chimborazo. Se drogan, escuchan m¨²sica experimental y practican ritos ancestrales. Los personajes experimentan un viaje psicod¨¦lico: el yo se diluye en un cuerpo colectivo, las identidades se metamorfosean y el ritmo del tambor, como el del bombo en una discoteca, se vuelve un latido gigante. De fondo, la presencia protectora y terrible del volc¨¢n, comparado a un sexo femenino.
Un coro de personajes compone la historia: Nicole, reacia a dejarse llevar por los encantos de sirena de la m¨²sica; Mario, el danzante transformado en Diablo con la m¨¢scara de Diabluma; Pamela, la joven embarazada y sagaz te¨®rica musical; Pedro, que adivina en las piedras el ritmo del universo; y las Cantoras, que cumplen en la novela una funci¨®n similar a la del corifeo de la tragedia griega, pero en clave l¨ªrica y andina, y m¨¢s discreta.
Ellos cuentan y recomponen la historia de Noa, protagonista de la novela. Noa condensa el terror inici¨¢tico que define Chamanes: para crecer, para ser ella, tiene que abandonarse a s¨ª misma. Por eso busca a su padre. Un padre que, precisamente, la abandon¨® cuando ella ten¨ªa diez a?os. El padre ahora vive en la monta?a, como un ermita?o. Y Noa lo encuentra, pero solo para poder abandonarlo. Debe impugnar sus or¨ªgenes inmediatos y enlazarse con una genealog¨ªa m¨¢s profunda de chamanes.
Sirva esta breve sinopsis como un sencillo anclaje a tierra, pero evidentemente Chamanes el¨¦ctricos en la fiesta del sol no se deja resumir en una trama. ?Podr¨ªamos contar de qu¨¦ trata Las olas de Virginia Woolf, con la que comparte coro de voces y vuelo po¨¦tico?
Ojeda vuelve al an¨¢lisis de las relaciones familiares y de amistad, la violencia urbana o el poder de las sectas
Porque esta gozosa novela pone a su servicio, al servicio de la novela como genero literario, las virtudes de la poes¨ªa: su capacidad para abarcar la riqueza del mundo sin diseccionarlo, la frase memorable y el punto de vista desplazado. Pero lo hace de tal modo que, en ning¨²n momento, se pierda la visi¨®n ¡°prosaica¡± de las cosas. Por ejemplo, en un plano Noa se transforma en una yegua fantasma, marcada por un rayo: la yegua el¨¦ctrica. En otro plano, Noa es sencillamente una muchacha con delirio psic¨®tico en una rave que dura demasiado.
La misma dualidad se manifiesta en cada uno de los personajes de este coro, a la vez arquet¨ªpicos y realistas. Ning¨²n plano impugna al otro. Y quiz¨¢ por eso Chamanes nunca suena a clich¨¦, ni a conceptos demasiado abstractos. Pero tampoco se decanta por el ¡°thriller trepidante¡± ni por la moralina. Un equilibrio dif¨ªcil de grand¨ªsima escritora.
Muchas cosas quedan en el aire en esta rese?a: la precisi¨®n en el an¨¢lisis de las relaciones familiares y de amistad; el eco de la violencia urbana como tel¨®n de fondo; las construcciones del poder en los mundos ¡°secretos¡±, en las sectas. Temas predilectos en la literatura de Ojeda. Y no quiero dejar de anotar algunos de sus innumerables destellos verbales: ¡°Bailando yo hago que mi carne piense¡±, ¡°estar a salvo es distinto de estar vivo¡±, ¡°los m¨²sicos de conservatorio no sienten el muerto del instrumento¡±, ¡°lo que una voz es capaz de hacerle a un cuerpo¡±, ¡°escribir sobre alguien es poner un peso encima del ser¡±.
Que Ojeda es una de las escritoras latinoamericanas m¨¢s fascinantes de hoy ya lo sab¨ªamos por sus novelas Nefando (2016) y Mand¨ªbula (2018). Pero Chamanes el¨¦ctricos en la fiesta del sol es incluso m¨¢s ambiciosa y deslumbrante.
Chamanes el¨¦ctricos en la fiesta del sol
Random House, 2024
288 p¨¢ginas, 20,95 euros
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