¡®Nuestras madres¡¯, de Gemma Ruiz Pal¨¤: madres hay m¨¢s que una
La escritora catalana compone un puzle de historias independientes pero conectadas sobre mujeres donde conviven el costumbrismo, la emotividad a flor de piel, el humor y una fina iron¨ªa
Termino de leer Nuestras madres, de la escritora catalana Gemma Ruiz, con la sensaci¨®n de que todas las mujeres que salen en ella arrastran una vida plena de matices vitales, de contradicciones, de esperanzas congeladas y metas a medio realizar, todo ello en un mundo tristemente equivocado. Equivocado hasta el hartazgo, sobre todo, en torno a las mujeres. El t¨ªtulo es bien expl¨ªcito. Nos invita a mirar a nuestras madres. Y a escucharlas, que seguro que tendr¨¢n algo que decirnos sobre sus existencias programadas desde su nacimiento para una vida vedada a la plenitud de sus deseos. Esta materia humana suele ser la materia para muchas obras de ficci¨®n que hemos ido leyendo en los ¨²ltimos tiempos. No todas nos han convencido, ni nos tienen que convencer s¨®lo porque tratan el tema que tratan, y que es urgente no tanto mostrar como representar.
Nuestras madres est¨¢ estructurada con historias casi independientes, aunque entre ellas siempre aparezca alg¨²n indicio que las conecta con las historias vecinas. No resulta f¨¢cil identificar este libro como una novela en el sentido tradicional del t¨¦rmino. Pero eso no le quita ni un ¨¢pice a su voluntad ficcional, ni tampoco a la representaci¨®n de la condici¨®n femenina en nuestra sociedad. Podr¨ªamos ir m¨¢s lejos y decir que cada historia, con un nombre de mujer como t¨ªtulo, casi es una novela en s¨ª misma. Esta f¨®rmula tiene la virtud de multiplicar la sensaci¨®n de estar leyendo ficci¨®n pura, muy alejada de estar leyendo un reportaje sociol¨®gico. Cada mujer tiene una historia, desde la imposibilidad que ve de trenzar una relaci¨®n corporal con otra mujer, hasta la mujer que viene como inmigrante a cuidar ancianos o ni?os porque su marido la abandon¨® por otra mujer, o la que pone coto a los embarazos que pareciera que siempre los decide el marido, ese que siempre lleva prisa ¡°por vaciar el cargador¡±. As¨ª viven las Miriella, Dora, Isabel, Lana, Bet, Anita, etc¨¦tera, que nos dibuja Gemma Ruiz desde algo m¨¢s all¨¢ de la proa que nos las muestran. Yo hago m¨¢s hincapi¨¦ en su escritura. La prosa es lo que ya est¨¢ impreso, la escritura es la voluntad de hacer literatura. En este libro conviven el costumbrismo, la emotividad a flor de piel, todo ello aderezado con humor y una fina iron¨ªa, sobre todo, autoiron¨ªa, una manera como otra de disimular la fatiga de no ser la mujer que alg¨²n d¨ªa se so?¨® ser. Felicito a Gemma Ruiz por este libro impredecible.
Nuestras madres
Traducci¨®n de Gemma Deza Guil
Consonni, 2024
320 p¨¢ginas. 22,90 euros
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