Lola Arias, actriz y directora teatral: ¡°Milei quisiera vivir en una Argentina que no existe¡±
La actriz y directora argentina, que acaba de ganar el Premio Ibsen, el reconocimiento teatral m¨¢s prestigioso del mundo, estrena ¡®Los d¨ªas afuera¡¯, una obra protagonizada por personas trans reales detenidas en distintas prisiones de su pa¨ªs
La actriz y directora argentina Lola Arias acaba de ganar el Premio Ibsen, el reconocimiento teatral m¨¢s prestigioso del mundo. En esta entrevista cuenta por qu¨¦ en el teatro documental se genera una nueva forma de relaci¨®n entre el actor y el espectador, y c¨®mo lleva adelante el proyecto m¨¢s dif¨ªcil de toda su carrera: una obra cuyas performers son mujeres y chicos y chicas trans que estuvieron detenidas en distintas prisiones de Argentina. Adem¨¢s, dice que el Gobierno argentino ¡°tiene miedo de los artistas¡±.
El 20 de enero de este a?o Lola Arias se encontr¨® en un bar de la esquina de su casa de Berl¨ªn con Ingrid Lorentzen, directora del ballet nacional de Oslo. No sab¨ªa muy bien el motivo de la cita: hab¨ªa recibido un correo con la invitaci¨®n, sin mucho detalle. Se saludaron, eligieron una mesa y, luego, Lorentzen dijo: ¡°Tengo esto para vos¡±, y le entreg¨® un paquete.
Al abrirlo, Arias se encontr¨® con un libro: en noruego, la primera edici¨®n de Casa de Mu?ecas. ¡°Gracias¡±, dijo. ¡°Qu¨¦ lindo regalo¡±. ¡°En realidad ¨Dreplic¨® Lorentzen¨D estoy ac¨¢ como representante de un jurado para decirte que ganaste el Premio Ibsen¡±. Quiz¨¢s por la cara de Arias fue que agreg¨®: ¡°?Sab¨¦s qu¨¦ es? Es como el Nobel del teatro¡±. Le mencion¨® al brit¨¢nico Peter Brook, al noruego Jon Fosse, al austr¨ªaco Peter Handke. Le dijo que ellos tambi¨¦n lo hab¨ªan ganado. Luego, le dio los detalles (una dotaci¨®n de 2,5 millones de coronas, 213.000 euros, y la presentaci¨®n de su ¨²ltima pel¨ªcula y su ¨²ltima obra en el teatro de Oslo).
Esa tarde, Arias ten¨ªa la ¨²ltima funci¨®n ¨Dtras cinco a?os en cartel¨D de Futureland, una obra que hac¨ªa con ni?os refugiados y, sin embargo, la novedad irrumpi¨® en su cabeza postergando otros pensamientos. Volvi¨® a su casa y le dijo a su pareja, el escritor Alan Pauls, y a su hijo: ¡°Parece que nos ganamos un premio muy bueno¡±. Remo, de 10 a?os, grit¨®: ¡°?Genial! ?As¨ª puedo comprar muchas zapatillas!¡±.
Durante d¨ªas, semanas, a Arias la noticia le pareci¨® irreal. Se preguntaba si ser¨ªa verdad o una broma que alguien le hab¨ªa hecho. Con 47 a?os, un premio a la trayectoria. La segunda mujer en ganarlo, la primera latinoamericana.
¡°Qued¨¦ anonadada¡±, repetir¨¢ durante la entrevista. Y a pesar de que ya pasaron casi cuatro meses de ese d¨ªa, hoy, en este caf¨¦ porte?o a tres cuadras del Obelisco, dir¨¢: el premio ¡°estaba tan fuera de mi alcance¡±. Dir¨¢: ¡°Es muy in¨¦dito que hayan decidido d¨¢rmelo a m¨ª¡±. ¡°Despu¨¦s con el tiempo me di cuenta de que me lleg¨® cuando m¨¢s lo necesitaba: estoy haciendo el proyecto m¨¢s dif¨ªcil de toda mi carrera. En el peor momento de la Argentina desde la vuelta de la democracia. Y pienso: qu¨¦ bueno que me lo dieron ahora, en medio de este proyecto demencial, en este momento horroroso¡±.
El jurado resalt¨® las aportaciones al g¨¦nero del teatro documental: su trabajo en el escenario con la experiencia de la gente. Y destac¨® la ¡°dimensi¨®n ¨¦tica¡± de la producci¨®n. Dijeron: su obra se centra en ¡°lo que no est¨¢ de moda, lo silenciado, lo borrado y lo marginalizado¡±.
Mencionaron la obra El a?o en que nac¨ª (Teatro a Mil, Santiago, 2012), en la que j¨®venes chilenos recreaban la juventud de sus padres durante la dictadura de Pinochet; El arte de llegar (Stadttheater, Bremen, 2015), una especie de tutorial que reflexionaba sobre c¨®mo empezar una nueva vida en otro pa¨ªs; y Campo minado (Royal Court Theatre, Londres, 2016), que reun¨ªa a veteranos brit¨¢nicos y argentinos de la guerra de Malvinas para compartir sus historias sobre el conflicto (y que dio lugar a la pel¨ªcula Teatro de guerra).
En todos los casos, Arias trabaj¨® con actores no profesionales. Siempre, con mucha delicadeza, transformando en teatro su vida o la de otros.
En un rato, cuando esta entrevista termine, saldr¨¢ del bar, caminar¨¢ cien metros hasta el teatro General San Mart¨ªn y ensayar¨¢, durante siete horas, Los d¨ªas afuera: el proyecto m¨¢s dif¨ªcil de su carrera. El ¡°proyecto demencial¡±. Primero, surgi¨® la pel¨ªcula: Reas, despu¨¦s de un taller que dio en la c¨¢rcel de Ezeiza. Un musical protagonizado por mujeres y chicos y chicas trans que estuvieron detenidas en distintas prisiones de Argentina. Luego, las protagonistas le propusieron hacer una obra.
Ella acept¨®. ¡°Para hacer un proyecto como ¨¦ste, necesit¨¢s muchos recursos (hay coproducciones de 20 pa¨ªses). Porque, b¨¢sicamente, ten¨¦s que reinsertar a personas que est¨¢n fuera de la sociedad: sin trabajo, sin cuenta de banco ni tarjetas. Gente que, en la c¨¢rcel, vivi¨® una experiencia muy devastadora en t¨¦rminos de la propia autoestima. No es s¨®lo darles un trabajo, sino tambi¨¦n, reconstruir su vida. Que puedan venir todos los d¨ªas al teatro, que sus casas no se inunden, que sus hijes no se desmoronen porque ellas no est¨¢n, que puedan cumplir con las obligaciones. Por eso tengo un equipo de 20 personas: trabajadores sociales, psic¨®logos y el abogado F¨¦lix Helou, que resuelve problemas de antecedentes penales o la tramitaci¨®n de un pasaporte. M¨¢s all¨¢ de la parte art¨ªstica: de la m¨²sica, del video, de la coreograf¨ªa¡±.
La escritura de la obra est¨¢ basada en conversaciones. Entrevistas por separado que Arias tuvo con cada protagonista y, luego, charlas grupales, en las que hablaron de cuestiones que atraviesan la vida de todas: ?c¨®mo fue el primer d¨ªa de libertad? ?Qu¨¦ pas¨® con la familia mientras no estuvieron? ?C¨®mo era dormir dentro y c¨®mo fue dormir fuera despu¨¦s de haber dormido en la c¨¢rcel? Habla con ellas; piensa: ¡°Hay una escena sobre esto, una escena sobre lo otro¡± y escribe. Despu¨¦s, las prueban en un ensayo. Las protagonistas improvisan, surgen nuevas ideas. Y ella vuelve a escribir.
Pregunta. ?Por qu¨¦ no dej¨¢s que nadie entre a ver los ensayos?
Respuesta. En los ensayos hablamos de la infancia, de c¨®mo son sus familias, de lo que vivieron antes. Temas dif¨ªciles de compartir, pesados. No es de lo que quer¨¦s charlar en una reuni¨®n de amigos: cuando una celadora te golpe¨® hasta dejarte inconsciente. Trabajamos cosas muy ¨ªntimas y delicadas: la propia vida, atravesada por una experiencia dolorosa. Es muy importante generar un espacio de confianza e intimidad porque de otro modo esa historia, esa verdad, ese dolor no aparecer¨ªan. Y porque elles saben que pueden contar lo que quieran, podemos compartir y llorar pero despu¨¦s, para que eso quede en escena, todes tenemos que estar de acuerdo.
P. Hiciste teatro de ficci¨®n, ?por qu¨¦ eleg¨ªs el teatro documental?
R. Vengo de la ficci¨®n. Estudi¨¦ literatura, escribo narrativa, escrib¨ª poes¨ªa, teatro de ficci¨®n, pero en un momento me di cuenta de que me interesaba m¨¢s escribir sobre la vida de personas que estaban vivas. No quer¨ªa ser una escritora que est¨¢ en una torre; encerrada en un cuarto, con mis propios fantasmas. Prefer¨ªa escribir a partir de encuentros que me abrieran mundos desconocidos. Siento que, como persona, tengo una experiencia muy limitada de las cosas. Atravesada por qui¨¦n soy, c¨®mo me educaron, mi clase social, el lugar donde crec¨ª, etc¨¦tera. Yo no podr¨ªa haber escrito esta obra sin haberles conocido, sin haber pasado horas con elles. No podr¨ªa haber imaginado c¨®mo es dormir y que te despierten cada dos horas con una linterna para ver si segu¨ªs en tu celda. Mi imaginaci¨®n, aun frondosa y vasta, no hubiera logrado llegar a ese lugar.
P. Tambi¨¦n podr¨ªas haber decidido entrevistarlas y luego montar sus historias con actores¡
R. A lo largo de los a?os, aprend¨ª que el trabajo documental puede cambiar la vida de las personas. Puede producir una conciencia de s¨ª que lleva a tener otra posici¨®n en relaci¨®n a la propia historia. No s¨®lo me interesa la historia de esa persona, sino que ella tenga el lugar arriba del escenario para poder contarla, que no haya nadie represent¨¢ndola. Porque eso genera un empoderamiento, una distancia que le permite poder vivir con esa historia de una manera diferente.
P. ?Y para el p¨²blico?
R. Creo que para los espectadores tambi¨¦n hay una diferencia entre recibir una historia real en la voz del protagonista y recibirla en la voz de un actor. Hay una emoci¨®n, una sensaci¨®n diferente. Como cuando alguien te cuenta un secreto. Sab¨¦s que esa persona est¨¢ tomando un riesgo. El espectador percibe esa especie de salto al vac¨ªo y, de alguna manera, como p¨²blico, tambi¨¦n siente la responsabilidad de sostener a esa persona. Para m¨ª, en el teatro documental se genera una nueva forma de relaci¨®n entre el performer y el espectador: una relaci¨®n mucho m¨¢s solidaria, emp¨¢tica¡ Y m¨¢s poderosa que la relaci¨®n de admiraci¨®n tradicional que se produce entre un actor y un espectador.
P. ?Qu¨¦ implicancias tiene para vos sumergirte en estos mundos?
R. No puedo dormir. Vivo en un estr¨¦s permanente. En la cabeza tengo historias de 25.000 personas. Siento una responsabilidad muy grande, mucho mayor a la que se siente al hacer una obra. Porque no solamente tiene que funcionar, emocionar al p¨²blico, etc. sino que, adem¨¢s, siento la responsabilidad de la vida de esas personas. Obviamente no soy responsable de todo, pero s¨ª de que lo que les suceda a partir de la obra tenga un impacto positivo en sus vidas. Que no las desestabilice. Que no genere ning¨²n impacto con consecuencias negativas para elles, para sus familias. A veces, vivir con esa responsabilidad es dif¨ªcil. Por eso trato de generar equipos interdisciplinarios que me ayudan a generar redes m¨¢s fuertes.
P. ?Cu¨¢l es la parte que m¨¢s disfrut¨¢s de todo el proceso?
R. El trabajo de formar a alguien en la actuaci¨®n. Ense?arle c¨®mo mirar, c¨®mo hablar, c¨®mo trabajar con el cuerpo, c¨®mo relacionarse con los dem¨¢s en el escenario. De hecho, ver c¨®mo alguien se transforma, c¨®mo va adquiriendo herramientas para poder estar en escena, es la cosa m¨¢s hermosa que me da mi trabajo. El pasaje desde el primer d¨ªa (cuando no se pueden mover, est¨¢n como duros, miran como si fueran robots a un punto fijo) hasta que empiezan a entender y a sentir el espacio (la mirada, sus propios cuerpos, su voz) es un proceso fabuloso. En ese punto siento que soy muy maestra de actores, porque estoy todo el tiempo transformando en actores a personas que no act¨²an. La dificultad es que ten¨¦s que lograr todo eso en muy poco tiempo.
P. Volviendo a lo que habl¨¢bamos al principio. ?Por qu¨¦ cre¨¦s que hay un ensa?amiento del Gobierno contra el entramado cultural argentino?
R. Creo que el Gobierno tiene miedo de los artistas porque sabe la fuerza que tenemos. Sabe que el arte da herramientas a las personas, que produce conciencia social. Que la cultura informa y produce autonom¨ªa, pensamiento cr¨ªtico. Este gobierno quiere una sociedad del s¨¢lvese quien pueda, un hipercapitalismo en donde cada uno s¨®lo piense en su propia supervivencia. Y el teatro y el arte, la cultura, generan redes, generan comunidad y generan conciencia.
Por otro lado, me parece que hay una ignorancia absoluta de c¨®mo se hace arte en este pa¨ªs. El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) produce pel¨ªculas que generan trabajo e inversiones extranjeras. Reas se financi¨® con el INCAA, con fondos suizos y fondos alemanes. Permiti¨® darle trabajo a 70 personas. Si uno impidiera esa posibilidad, estar¨ªa destruyendo una industria, pero tambi¨¦n un lugar de identidad, porque la cultura tambi¨¦n es la identidad de nuestro pa¨ªs. Creo que en ese sentido pareciera que (el presidente Javier) Milei quisiera vivir en una Argentina que no existe: una Argentina con la econom¨ªa dolarizada y sin producciones culturales: ?Qu¨¦ identidad podr¨ªamos tener a partir de la destrucci¨®n de todo lo que conocemos?
Los d¨ªas afuera se va a presentar durante un mes en Argentina. Despu¨¦s, durante un a?o, girar¨¢ por distintos pa¨ªses de Europa: se presentar¨¢ en 20 teatros y festivales internacionales como el de Avignon. En Espa?a, la obra se estrenar¨¢ el 13 y 14 de julio, en el Festival Grec, en Barcelona. La pel¨ªcula Reas, antes de fin de a?o.
En unos minutos, cuando esta entrevista termine, saldr¨¢ del bar, caminar¨¢ cien metros por la Avenida Corrientes y llegar¨¢ al teatro General San Mart¨ªn, ¡°en el peor momento de la Argentina desde la vuelta de la Democracia¡±, ¡°en este momento horroroso¡±.
Es viernes 17 de mayo y Los d¨ªas afuera se estrena a sala llena en el Teatro Alvear, de Buenos Aires. Antes de que se levante el tel¨®n, delante de ¨¦l, las seis int¨¦rpretes. Yoseli Arias, Paulita Asturayme, Carla Canteros, Estefan¨ªa Hardcastle, Noelia P¨¦rez e Ignacio Rodr¨ªguez: una frase por vez. ¡°Yo me pon¨ªa la ropa de mi madre y ella se enfurecia¡±, dice Noelia, chica trans. ¡°Yo me enfurec¨ªa cuando mi madre me pon¨ªa las medias can can¡±, dice Ignacio, chico trans. Siempre en primera persona: una primera persona que, el p¨²blico sabe, tensa el l¨ªmite entre la realidad y la ficci¨®n. As¨ª, las int¨¦rpretes se presentan. El tel¨®n sube, la acci¨®n comienza. Sobre el escenario, una estructura de dos pisos hecha con andamios, pantallas y un auto, la ¨²ltima obra de la ganadora del Ibsen comienza con bombos y platillos: Carla Canteros baila murga como lo hace cada vez que va a la cancha a ver a Racing. La m¨²sica, de Ulises Conti y con interpretaci¨®n de In¨¦s Copertino, funciona como el hilo que con canciones y coreograf¨ªas va enhebrando las historias reales. Las no actrices act¨²an y all¨ª, en esa intimidad p¨²blica de lo narrado, se percibe la comodidad de quien disfruta lo que est¨¢ haciendo. La escena, una de las m¨¢s impactantes de la obra, en la que Noelia P¨¦rez cuenta c¨®mo fue que, dentro de un auto, despu¨¦s de amenazarla, un hombre le rompi¨® los dientes. Sobre varios colchones, Ignacio Rodr¨ªguez explica por qu¨¦ insultaba a las compa?eras que lo despertaban con sus gritos: le dilu¨ªan el disfrute de so?arse fuera. Canteros y la narraci¨®n del momento en que su madre llevaba a sus hijos a verla a la c¨¢rcel: los distintos tipos de l¨¢grimas. Estefan¨ªa Hardcastle y un tema punk que compuso cuando estaba presa, la dedicatoria a ¡°todas las que ya no est¨¢n¡±. Perlas de la no ficci¨®n, confesiones, que a medida que surgen transforman el lugar del espectador: lo embargan de sentimientos, lo cubren de piedad.
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