¡°Enam¨®rate, t¨ªa. Bailas mejor¡±, o el musical flamenco de Manuel Li?¨¢n que rinde homenaje al amor coplero
¡®Muerta de amor¡¯ es un espect¨¢culo que gira hacia lo no binario y va recorriendo las pasiones asociadas al amor: el deseo, la sensualidad, la seducci¨®n, a ratos el humor¡ y el drama, mucho drama
Manuel Li?¨¢n (Granada, 44 a?os) es un bailaor y core¨®grafo querido que en los ¨²ltimos a?os levanta ovaciones apasionadas casi en cada teatro que se presenta. Este jueves, en el estreno absoluto de su ¨²ltima creaci¨®n, Muerta de amor, sucedi¨® de nuevo y la Sala Roja de los Teatros del Canal, toda en pie, se ven¨ªa abajo al terminar el espect¨¢culo. Tambi¨¦n entre escenas atronaban los aplausos y v¨ªtores hasta el punto de alargar la transici¨®n entre los cuadros que dan forma a este montaje. Y aunque el espect¨¢culo no cuenta con el grado de impacto art¨ªstico que caus¨® ?Viva! (2019), que ha pasado varios a?os en gira, algo poco usual en la danza que no es de repertorio, se trata sin duda de un trabajo de factura esmerada, al que tal vez le sobre metraje (se alarga casi hasta las dos horas).
Comparte Muerta de amor con ?Viva! algunos elementos presentes en la trayectoria del baile de Li?¨¢n, de una manera m¨¢s o menos evidente, y que resultan un acierto por empujar al flamenco hacia el quiebro de estereotipos encorsetados y la consecuci¨®n de libertad esc¨¦nica. Hablamos de esa ausencia de identidad de g¨¦nero en el baile y en la est¨¦tica que el creador propone, y que si en ?Viva! quedaba de manifiesto con los bailaores vestidos y maquillados como bailaoras cl¨¢sicas, aqu¨ª, en Muerta de amor, gira hacia lo no binario. Son seres humanos zapate¨¢ndose el g¨¦nero. De negro recio, con faldas o pantalones en una est¨¦tica g¨®tica-flamenca que es del todo un acierto y contrasta con el escenario casi desnudo sobre fondo fucsia (y rojo en alguna ocasi¨®n), los bailaores se relacionan, en el baile y en la escena, desde la ausencia de etiquetas y requerimientos cl¨¢sicos del flamenco.
El espect¨¢culo arranca con la cantaora y bailaora Mara Rey, que como artista invitada arrasa con interpretaciones abrumadoras (sobre todo con ese temazo cl¨¢sico A que no te vas que cantaba Roc¨ªo Jurado). Y precisamente este arranque del espect¨¢culo, con Rey parada en mitad de la escena frente a un micr¨®fono, los bailaores al fondo tambi¨¦n con micros de pie a modo de coro flamenco, y Li?¨¢n a un lado, plantan sus principios: que estamos ante una especie de musical coplero aflamencado. En esta estructura de sucesi¨®n de escenas, Li?¨¢n se muestra generoso en la creaci¨®n y da paso a cada uno de los bailaores, con d¨²os o solos para su lucimiento. Destaca de manera aplastante la interpretaci¨®n, tanto en el cante como en el baile, de Miguel Heredia. Su intensidad sin desparrame, su presencia y ese estar en escena, as¨ª como la fuerza de la contenci¨®n y la elegancia, lo hacen brillar y se le echa en falta cuando no est¨¢.
En Muerta de amor, que encuentra su germen en Amado, amor, am¨¦n, estrenado en 2023, Li?¨¢n y seis bailaores, cuatro m¨²sicos y Mara Rey van recorriendo esas pasiones asociadas al amor y su opuesto: el deseo, la sensualidad, la seducci¨®n, a ratos el humor¡ y el drama, mucho drama, caricaturizado o no, tal y como sucede en la copla, que vertebra el espect¨¢culo en un mosaico musical que dirige Francisco Vinuesa. Un viaje que parece encontrar el punto de partida creativo en la ¨²ltima frase que reza en el programa del espect¨¢culo. ¡°Enam¨®rate, t¨ªa. Bailas mejor¡±.
El tema de los micros, que en principio emerge como una buena idea por el juego que ofrece a los int¨¦rpretes y el acento escenogr¨¢fico que propone, genera ruido visual pasado un rato porque impide el lucimiento danc¨ªstico de los int¨¦rpretes. De hecho, cuando desaparecen de escena despu¨¦s de un tiempo (tal vez demasiado largo), aparecen las primeras coreograf¨ªas grupales para lucimiento de la compa?¨ªa como el grupo de personalidades independientes que es, pero tambi¨¦n, como una unidad s¨®lida. El final de la obra tambi¨¦n se dilata demasiado. En verdad, se aprecia un final dramat¨²rgico muy claro que no resulta ser tal. Pero en general, Muerta de amor es un buen espect¨¢culo que ofrece un gran pu?ado de aciertos. El baile de Li?¨¢n, entrenado y vers¨¢til, propio y concentrado, otro de ellos.
¡®Muerta de amor¡¯. Direcci¨®n y coreograf¨ªa: Manuel Li?¨¢n. Teatros del Canal, Madrid. 14 de junio.
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