¡®La taberna de Galiana¡¯, un ?lvaro Cunqueiro goliardesco e in¨¦dito
El libro que quiz¨¢ el escritor so?¨® durante toda su vida, y no alcanz¨® a sacar a la luz, est¨¢ compuesto de p¨¢ginas sin publicar e incluso intervenciones radiof¨®nicas con su mejor literatura, tambi¨¦n la gastron¨®mica
La literatura culinaria no solo ha tendido a fondear en el estante de las obras menores, sino que ¡ªcomo escribe Jean-Fran?ois Revel¡ª, la sensibilidad gastron¨®mica suele aparecer de modo ¡°involuntario y marginal¡± en las letras europeas. El propio Revel, que tuvo que demostrar su val¨ªa como fil¨®sofo antes de poder publicar como gastr¨®nomo, parece avalar unos hechos que en la tradici¨®n espa?ola tendr¨¢n una variaci¨®n llamativa: de la alucinaci¨®n de abundancias de las bodas de Camacho a las gachas y la ...
La literatura culinaria no solo ha tendido a fondear en el estante de las obras menores, sino que ¡ªcomo escribe Jean-Fran?ois Revel¡ª, la sensibilidad gastron¨®mica suele aparecer de modo ¡°involuntario y marginal¡± en las letras europeas. El propio Revel, que tuvo que demostrar su val¨ªa como fil¨®sofo antes de poder publicar como gastr¨®nomo, parece avalar unos hechos que en la tradici¨®n espa?ola tendr¨¢n una variaci¨®n llamativa: de la alucinaci¨®n de abundancias de las bodas de Camacho a las gachas y la achicoria de la novela de posguerra, nuestra literatura rara vez se acerca a la cocina si no es a trav¨¦s del hambre. Esto ocurre en la misma tradici¨®n que, sin embargo, se hab¨ªa ennoblecido tempranamente de recetarios en todo lo que va del Llibre de coch a los compendios de tiempos de los Austrias. Solo el siglo XX lograr¨¢ en Espa?a transformar lo culinario en literario, sea a trav¨¦s del paladar viajado de N¨¦stor Luj¨¢n, la democratizaci¨®n de la mesa de ¡ªalgo m¨¢s tard¨ªo¡ª Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, el arraigo de Josep Pla o la ¡°est¨¦tica del gusto¡± de un Joan Perucho. Es notable c¨®mo, desde las letras, algunos de ellos van a poder pasar hoy por profetas de los manteles: si con Luj¨¢n tenemos un primer deletreo de la fusi¨®n culinaria, los arrobos de Pla ante una modesta sardina bien merecer¨ªan la aprobaci¨®n de un Adri¨¤ o de los defensores del ¡°kil¨®metro cero¡±. Y es no menos elocuente que muchos de ellos hicieran sus incursiones por tierras y libros olvidados ¡ªya citados algunos¡ª y gracias a ellos rescatados para las letras y un nuevo revivir en la cocina.
Escritor excelso en numerosos registros en los que, sin embargo, su personalidad nunca queda diluida, ?lvaro Cunqueiro (1911-1981) tiene tambi¨¦n no poco de profeta y de explorador de, en su caso, un terreno tan f¨ªsico como m¨ªtico: una Galicia incardinada en las corrientes celtas y que a la vez parece una cartograf¨ªa personal. Uno se sentir¨ªa tentado de escribir que, de no existir Galicia, se la habr¨ªa inventado ?lvaro Cunqueiro. Su condici¨®n de profeta, por lo dem¨¢s, dejar¨ªa deslumbrado al gastro-influencer m¨¢s inquieto: no en vano, quiz¨¢ Cunqueiro sea, entre los nuestros, el escritor que ha escrito de vino con una sensualidad m¨¢s viva y m¨¢s precisa, y ¨¦l va a hablar de Ribeiros y Menc¨ªas d¨¦cadas antes de que de estos vinos se dijera otra cosa m¨¢s all¨¢ de que no pod¨ªan cruzar el puerto de Manzaneda. De esta Galicia y de este etilismo salpica La taberna de Galiana, hijuela de calidad de una obra mayor no solo en la trayectoria de Cunqueiro sino en nuestra literatura gastron¨®mica como es La cocina cristiana de occidente.
Aqu¨ª encontramos, por tanto, al Cunqueiro goliardesco y cristiano, visionario y medieval. A ¨¦l y a toda su familia literaria, de Pepys a Dickens y de Cervantes a Johnson, gentes bien afectas como el propio Cunqueiro a las tabernas. Precisamente una taberna, la de Galiana que da t¨ªtulo al volumen, ser¨¢ un lugar, una historia y un t¨ªtulo que van a perseguir al escritor mindoniense durante cuarenta a?os: como explica el compilador y editor Jes¨²s Bl¨¢zquez, que tambi¨¦n traduce las piezas del gallego, es ¡°el libro que Cunqueiro so?¨® durante toda su vida y no alcanz¨® a publicar¡±. Lo que quedan son retales gloriosos, abundantes en erudiciones festivas y no siempre gastron¨®micos ¡ªlas tabernas est¨¢n hechas para contar historias¡ª como la novelita En el pa¨ªs de Oriel. Y estas p¨¢ginas, en su mayor¨ªa in¨¦ditas, deparan no solo el placer de m¨¢s Cunqueiro, sino alguna que otra curiosidad nada menor: uno se pregunta c¨®mo es posible que, incluso en piezas de un minuto para la radio, Cunqueiro pudiera concentrar tanta literatura en tanta libertad.
La taberna de Galiana
Ediciones 98, 2024
196 p¨¢ginas. 19,95 euros
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