Sobre la violencia pol¨ªtica y la Segunda Rep¨²blica
Los autores de ¡®Fuego cruzado¡¯, Manuel ?lvarez Tard¨ªo y Fernando del Rey, responden al texto publicado por Nicol¨¢s Sesma en ¡®Babelia¡¯
Babelia public¨® el 13 de julio un texto firmado por Nicol¨¢s Sesma: ¡°Una gu¨ªa para orientarse¡± en los ¡°debates¡± sobre la Segunda Rep¨²blica. En realidad, mezclaba distintos aspectos y ofrec¨ªa todo menos una gu¨ªa, porque ¡°perd¨ªa¡± muchas palabras hablando, primero, del periodista Chaves Nogales y, despu¨¦s, de la pol¨ªtica francesa actual. Su idea fundamental era que ¡°en los ¨²ltimos a?os han proliferado libros negando cualquier legitimidad y aspecto positivo en la experiencia republicana¡±. Ahora, seg¨²n Sesma, nuestro libro Fuego cruzado. La primavera de 1936 ¡ªque va por su segunda edici¨®n, con miles de ejemplares vendidos¡ª culmina esa deslegitimaci¨®n mediante el recurso a la violencia pol¨ªtica.
A nadie se le oculta que Sesma disfraza una rese?a sobre nuestro libro en un marem¨¢gnum de autores secundarios y bajo una premisa que no necesitaba demostraci¨®n: la ¡°memoria¡± de la Rep¨²blica corre peligro con estos ¡°revisionistas¡±.
Lamentamos esta manipulaci¨®n. Porque Fuego cruzado ofrece, como ¨¦l mismo reconoce, recursos nuevos y s¨®lidos para un debate profundo sobre la democracia republicana y las razones de su quiebra. S¨ª, a Sesma parece importunarle, pero Fuego cruzado no contamina la primavera con la guerra. El esfuerzo para entenderla sin apriorismos ni determinismos ha merecido la pena. A los apologistas del franquismo y a los nost¨¢lgicos del mito antifascista les parece que todo ten¨ªa que acabar mal. A nosotros simplemente nos interesa estudiar qu¨¦ pas¨®. Los lectores lo agradecer¨¢n. Merecen ser tratados como ciudadanos de una democracia madura que no mira al pasado con miedo ni rencor.
Nosotros hemos investigado durante a?os y con numerosas fuentes primarias con el ¨²nico objetivo de contar y analizar la primavera de 1936. Quien nos atribuya otros fines, miente.
Hay que lamentar que se mezcle un libro de historia documentado con especulaciones pol¨ªticas sobre el presente franc¨¦s. Peor que lo haga alguien que dice ser historiador. Nosotros no lo hacemos. No caben las trampas en la Historia con may¨²scula. Lo contrario responde a fines espurios. A nosotros, como ha escrito en este mismo peri¨®dico Antonio Mu?oz Molina, nos interesa ¡°lo que suced¨ªa en el momento¡±, ¡°los n¨²meros e informes registrados en los archivos¡±, es decir, aproximarnos a la verdad de lo sucedido. S¨ª, somos ¡°revisionistas¡±, porque todo buen historiador deber¨ªa serlo. Pero con rigor. Por eso el aparato cr¨ªtico de Fuego cruzado ocupa cerca de 100 p¨¢ginas.
Hemos investigado con el objetivo de contar y analizar la primavera de 1936. Quien nos atribuya otros fines, miente
No es la primera vez que se arrojan sobre alguno de nosotros acusaciones de estar al servicio de una causa pol¨ªtica. Al parecer, los historiadores no podemos colaborar con fundaciones ni tener opiniones pol¨ªticas sin que eso afecte a nuestro trabajo. Los que lo hayan hecho con FAES o con la Fundaci¨®n Pablo Iglesias, por no hablar de otras extranjeras, ya nunca m¨¢s deber¨ªan ser considerados historiadores. Seamos claros. Es una baladronada que ya hemos padecido, pero que s¨®lo ha conseguido reafirmarnos en nuestra convicci¨®n de seguir investigando sin prejuicios sobre la Segunda Rep¨²blica. Ni para idealizarla ni para deslegitimarla, como explicamos en Fuego cruzado.
Este libro nace de un trabajo exhaustivo y original. No es comparable a algunas de las aportaciones que se citan en el totum revolutum de Sesma, con todo el respeto para sus autores. La cr¨ªtica cient¨ªfica es sana y es lo que seguimos esperando. La Rep¨²blica, como todo el pasado, muri¨® hace mucho. No hacemos historia para desenterrar a los muertos y usarlos en el presente con fines partidistas. La hacemos para dar la oportunidad a nuestros lectores de comprender la crisis espa?ola de 1936. Porque hasta ahora faltaba mucha informaci¨®n y sobraban opiniones. Sesma dice que no contamos con Europa y que volvemos a la tesis de la excepcionalidad. Da pereza responderle. Parece no haber le¨ªdo el libro. Nada es m¨¢s europeo que defender una historia no determinada. Nada es m¨¢s contrario a la excepcionalidad que hacer historia de la primavera de 1936 sin el peso del mito del fracaso y de la guerra inevitable. Adem¨¢s, nuestros lectores saben que publicamos un libro titulado Pol¨ªticas del odio en el que ya hemos analizado la crisis espa?ola en el contexto europeo.
Fuego cruzado se apoya en una base de datos. La m¨¢s completa hasta ahora, construida no s¨®lo con prensa, como sugiere Sesma, sino con fuentes de muy distinta procedencia: cientos de episodios en los que contamos miles de detalles y sus distintas interpretaciones. No se trata de deslegitimar a nadie, sino de entender el porqu¨¦ y el c¨®mo de la violencia; porque eso fue decisivo para la quiebra del pluralismo y del imperio de la ley. Lamentamos que Sesma realice una caricatura e insin¨²e que ¡°utilizamos¡± memorias y la prensa de forma no profesional. Cualquier lector atento de nuestras casi 700 p¨¢ginas, como ya advirti¨® Mu?oz Molina y han hecho otros rese?istas hasta ahora, ver¨¢ que no es cierto.
Fuego cruzado no nace para satisfacer a quienes hacen historia porque est¨¢n comprometidos con los vencedores o con los perdedores de la Guerra Civil. Ese es el problema de Sesma. No el nuestro. Si quiere que debatamos sobre pol¨ªtica actual, podemos hacerlo, pero no lo mezclemos para ¡°deslegitimar¡± no a la Rep¨²blica, sino a los autores del libro m¨¢s exhaustivo que se ha publicado hasta ahora sobre ese periodo apasionante.
Manuel ?lvarez Tard¨ªo y Fernando del Rey son autores de ¡®Fuego cruzado. La primavera de 1936¡ä (Galaxia Gutenberg, 2024).
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