¡®La Paz¡¯: Arist¨®fanes no tiene quien le escuche
Rakel Camacho recupera en el Festival de M¨¦rida la celebrada versi¨®n de Francisco Nieva de una comedia ferozmente antibelicista, en una puesta en escena m¨¢s amable que incisiva, protagonizada por Joaqu¨ªn Reyes
Es una idea excelente volver sobre La Paz, de Arist¨®fanes, ahora que se habla sobre todo de obtener la victoria en las guerras en curso. El Festival de Teatro Cl¨¢sico de M¨¦rida acaba de estrenar un montaje serpenteante de esta comedia mordaz, escenificada por Rakel Camacho, con Joaqu¨ªn Reyes como actor reclamo, para asegurar la taquilla. La directora manchega ha escogido una versi¨®n de Francisco Nieva, estrenada en 1977, que cosech¨® cr¨ªticas excelentes y le brind¨® al p¨²blico el primer desnudo de la historia moderna del Teatro Romano.
Arist¨®fanes naci¨® en el esplendor de Atenas, durante un periodo de 50 a?os de paz. Era un adolescente cuando estall¨® la Guerra del Peloponeso entre la Liga de Delos, encabezada por la democr¨¢tica Atenas, y la autoritaria Esparta. La contienda dur¨® 27 a?os, se propag¨® por Sicilia y Asia Menor, sufri¨® vuelcos y acab¨® con la destrucci¨®n de la flota ateniense, la rendici¨®n de su ej¨¦rcito y la p¨¦rdida de sus posesiones de ultramar. La patria del comedi¨®grafo qued¨® devastada, pero la pobreza se extendi¨® tambi¨¦n por el Peloponeso, tierra de los vencedores. La ruina fue el patrimonio com¨²n de ambos bandos.
En cada una de sus comedias, Arist¨®fanes arremeti¨® contra los pol¨ªticos y los intelectuales que llevaron a Atenas al atolladero, llam¨¢ndolos por su nombre propio. Tuc¨ªdides, general derrotado, pormenoriz¨® los avatares de la contienda en su Historia de las Guerras del Peloponeso. El polit¨®logo estadounidense Graham T. Allison acu?¨® en el t¨ªtulo de un art¨ªculo suyo, publicado en 2015, el concepto de Trampa de Tuc¨ªdides, refiri¨¦ndose a la probabilidad del estallido de una contienda entre EE UU y China, debido al temor que, hist¨®ricamente, desde el conflicto espartano ateniense hasta nuestros d¨ªas, el imperio hegem¨®nico de cada ¨¦poca ha sentido ante el ascenso vertiginoso de una potencia emergente.
En este escenario, m¨¢s que una reposici¨®n del excelente texto literario humor¨ªstico de Nieva, que tradujo con general acierto la sintaxis elevada y el vocabulario procaz de Arist¨®fanes, habr¨ªa venido al pelo confeccionar una versi¨®n donde se actualizara el sistema de alusiones pol¨ªticas, sociales y literarias tejido por el autor de La Paz. Eso podr¨ªa conseguirse refundiendo el texto, pero tambi¨¦n sin tocarlo apenas, resignificando cada acci¨®n.
El primer segmento del montaje de Rakel Camacho es intrigante, prende la atenci¨®n y llena la inmensidad del Teatro Romano. En sus momentos mejores recuerda a los espect¨¢culos buenos de Philippe Quesne, el director escen¨®grafo franc¨¦s de moda, aunque la caracterizaci¨®n de una parte de sus personajes es deudora del estilo grotesco festivo caracter¨ªstico de Els Comediants. Luego, la acci¨®n se va reduciendo al tercio central del cicl¨®peo escenario de 60 metros de largo, debido a que el encadenamiento de estrenos del festival no permite hacer m¨¢s que un par de ensayos en semejante explanada.
Quiz¨¢ porque el copioso texto de Nieva retarda la acci¨®n, la puesta en escena no acaba de encontrar su ritmo de avance. La entrada de Astrid Jones (La Guerra) por en medio del grader¨ªo es impresionante, pero todav¨ªa sorprende m¨¢s que la actriz de origen ecuatoguineano mantenga intacto su ¨ªmpetu durante toda la funci¨®n. El p¨²blico emeritense, que premi¨® la labor de todos con un aplauso c¨¢lido, valor¨® en sus comentarios a la salida la pertinencia del texto y de su escenificaci¨®n.
¡®La Paz¡¯. Texto: Francisco Nieva, a partir de Arist¨®fanes. Direcci¨®n: Rakel Camacho. Festival de M¨¦rida, hasta el 21 de julio. Madrid. Teatros del Canal, del 2 al 6 de octubre.
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