¡®Coriolano¡¯, una tragedia de nuestros d¨ªas
El Festival de M¨¦rida vuelve sobre la obra de Shakespeare en un atractivo montaje protagonizado por Roberto Enr¨ªquez y Carmen Conesa, donde Antonio Sim¨®n intenta compensar con efectos sonoros y escenogr¨¢ficos la ausencia del coro
Es una de las tragedias menos valoradas de Shakespeare, porque su protagonista carece de la complejidad de Hamlet y del pathos de Lear. Coriolano tampoco tiene que luchar contra un antagonista sibilino como Yago ni se ve obligado a lidiar con el destino de un Macbeth. Los verdaderos adversarios de este general romano son su intransigencia, su soberbia y su desprecio por la plebe. Si no fuera por su arrojo, Coriolano le caer¨ªa al p¨²blico como un tiro en el pie. ?Qu¨¦ es, entonces, lo que hace esta obra tan atractiva como para que la reescriban Brecht, John Osborne y G¨¹nter Grass? ?Por qu¨¦ se escenifica recurrentemente? Esta semana se ha estrenado en el 70? Festival de M¨¦rida un montaje dirigido por Antonio Sim¨®n y, desde el 14 de agosto, el Teatro Bellas Artes de Madrid ofrece otro, con direcci¨®n de Emilio del Valle.
Coriolano es la obra m¨¢s pol¨ªtica de Shakespeare. El conflicto que enfrenta al h¨¦roe tir¨¢nico con los plebeyos representa gr¨¢ficamente el careo que mantienen hoy los estados autoritarios con las democracias liberales. En esta tragedia tard¨ªa, de hacia 1607, su autor no toma partido. Si la prepotencia de Coriolano resulta inaceptable, tampoco son de recibo los tejemanejes con los que los tribunos de la plebe orientan la opini¨®n de sus representados: el pueblo cambia de parecer al ritmo que marcan noticias y rumores.
La representaci¨®n de Coriolano fue prohibida durante un tiempo en Francia por miedo a que se utilizara como propaganda fascista. Brecht convirti¨® al pueblo llano en el protagonista de la adaptaci¨®n que estaba escribiendo en la zona oriental del Berl¨ªn dividido tras la II Guerra Mundial, cuando estall¨® la revuelta obrera del 16 de junio de 1953, sofocada dos d¨ªas despu¨¦s por el ej¨¦rcito sovi¨¦tico. De ello habla G¨¹nter Grass en una versi¨®n suya ambientada en esas fechas. En esta, el autor de El tambor de hojalata identifica a Coriolano con Brecht, porque, en la realidad, este se declar¨® leal al Gobierno socialista ante lo que consider¨® una maniobra contrarrevolucionaria.
Pero vamos al montaje reci¨¦n estrenado en M¨¦rida, donde la mitad de la acci¨®n transcurre sobre cuatro pasarelas dispuestas en forma de rombo, que el escen¨®grafo Paco Azor¨ªn ha construido sobre la escena y la orchestra del Teatro Romano. Desliz¨¢ndose de una esquina a otra por su superficie inclinada, corren los actores, jug¨¢ndose el tipo: hay que estar muy en forma para actuar sobre una banda tan estrecha. La reducci¨®n del n¨²mero de personajes del drama es significativa. Interpretada por ocho actores, la tragedia coral, con movimientos masivos, queda comprimida, sin que puedan compensarlo los reactores, las sirenas de alarma y los silbidos de misiles que se escuchan en las escenas b¨¦licas. Antonio Sim¨®n, haci¨¦ndose eco de una idea del Coriolano que ?lex Rigola mont¨® en el Lliure (tambi¨¦n con un reparto reducido), utiliza al numeroso p¨²blico de M¨¦rida como un coro que repite voluntariosamente las consignas del corifeo encarnado por Beatriz Melgares, actriz d¨²ctil y luminosa.
Durante la primera mitad de la funci¨®n, el p¨²blico se entretiene con el juego de los int¨¦rpretes sobre la pasarela, el combate singular entre Coriolano y Aufidio (interpretados vigorosamente por Roberto Enr¨ªquez y Javier Lara), los efectos lum¨ªnicos¡ Despu¨¦s, cuando su umbral de sorpresa se ha colmado, el espectador echa de menos la fuerza de los desplazamientos corales de la plebe, los combates multitudinarios y el despliegue en abanico del montaje que, concebido ex profeso para este escenario por Eugenio Amaya en 2014, lo llenaba con 13 actores y 30 coristas. La representaci¨®n de ahora, pensada para llevarla de gira, intenta compensar con efectos de todo tipo la disminuci¨®n del reparto. Este Coriolano se deja ver, pero no ofrece razones convincentes para que en M¨¦rida se vuelva de continuo sobre las obras romanas de Shakespeare sin que se aborden jam¨¢s las comedias mitol¨®gicas de Lope y Calder¨®n, cuyo tema grecolatino entra en la l¨ªnea que marca el patronato del festival.
¡®Coriolano¡¯. Autor: Shakespeare. Director: Antonio Sim¨®n. Festival de M¨¦rida, hasta el 28 de julio. Madrid. Teatros del Canal, del 4 al 8 de junio de 2025.
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