Manipulaci¨®n, codicia y poder: la historia no contada del Opus Dei
Tras cinco a?os de investigaci¨®n, el periodista financiero Gareth Gore acusa a la organizaci¨®n del secuestro del Banco Popular, explotaci¨®n y maltrato. Su futuro depende de Trump y de hasta d¨®nde est¨¦ dispuesto a llegar el papa Francisco
¡°La Obra es un peligro para s¨ª misma, para sus miembros, para la Iglesia y para el mundo¡±, concluye el periodista Gareth Gore (Wigan, Inglaterra, 43 a?os) en Opus (Editorial Critica), una investigaci¨®n de cinco a?os sobre la organizaci¨®n fundada hace casi un siglo por Escriv¨¢ de Balaguer. El libro empieza con una confesi¨®n. ¡°En 2017, me enviaron a Madrid a cubrir la quiebra del Banco Popular y me perd¨ª la parte m¨¢s imp...
¡°La Obra es un peligro para s¨ª misma, para sus miembros, para la Iglesia y para el mundo¡±, concluye el periodista Gareth Gore (Wigan, Inglaterra, 43 a?os) en Opus (Editorial Critica), una investigaci¨®n de cinco a?os sobre la organizaci¨®n fundada hace casi un siglo por Escriv¨¢ de Balaguer. El libro empieza con una confesi¨®n. ¡°En 2017, me enviaron a Madrid a cubrir la quiebra del Banco Popular y me perd¨ª la parte m¨¢s importante de la historia¡±. Especializado en informaci¨®n financiera, ya hab¨ªa cubierto crisis bancarias en una decena de pa¨ªses y cont¨® la ca¨ªda de la entidad espa?ola de una manera similar. ¡°Pero un par de a?os despu¨¦s¡±, relata durante la entrevista en Londres, en la oficina de su agente literario, en pleno Piccadilly, ¡°tuve la suerte de que mi jefe me enviara de vuelta a Espa?a¡± para hacer seguimiento. ¡°Lo que parec¨ªa otra historia sobre el colapso de un banco que hab¨ªa asumido demasiados riesgos dej¨® de serlo. Nada ten¨ªa sentido¡±. Los accionistas trataban entonces de recuperar su dinero en los tribunales. Todos menos uno, curiosamente, el mayor. ¡°Enigm¨¢ticamente bautizado como La Sindicatura¡±, relata Gore, ¡°el grupo contaba con el 10% del banco cuando quebr¨®, una participaci¨®n valorada en m¨¢s de 2.000 millones de euros en su punto ¨¢lgido. Sin embargo, pocas semanas despu¨¦s de la quiebra, la principal empresa de La Sindicatura notific¨® su disoluci¨®n¡±. ¡°Siguiendo el rastro del dinero¡±, el investigador lleg¨® a esa historia que se hab¨ªa perdido y que motiva el subt¨ªtulo de este libro: Ingenier¨ªa financiera, manipulaci¨®n de personas y el auge de la extrema derecha en el seno de la Iglesia cat¨®lica. Es decir, el lado m¨¢s oscuro de una organizaci¨®n religiosa vinculada hoy a decenas de centros educativos en Espa?a.
Cien de las casi 500 p¨¢ginas del libro son notas, es decir, fuentes. Gore se entrevist¨® con m¨¢s de un centenar de actuales miembros del Opus Dei: de veintea?eros a nonagenarios; en Londres, Roma, Madrid, Buenos Aires y Nueva York; y entre ellos ¡°personas cruciales en la toma de decisiones dentro de la organizaci¨®n¡±. Conf¨ªa en que su libro sea ¡°el inicio de un proceso para animar a polic¨ªas, jueces y gobiernos a investigar los abusos y posibles delitos cometidos por el Opus¡±. Gore desea que esos cinco a?os de trabajo sirvan para ¡°abrir los ojos¡±. ¡°Para m¨ª, lo m¨¢s peligroso es c¨®mo esa organizaci¨®n que recluta ni?os y se levanta sobre un sistema de manipulaci¨®n se ha introducido en el sistema educativo. En Espa?a el debate gira en torno a si los concertados deben recibir dinero p¨²blico. Para m¨ª, lo que deber¨ªa estar pregunt¨¢ndose el Ministerio de Educaci¨®n espa?ol es: ?Debe tener autorizaci¨®n el Opus Dei para encargarse del bienestar de los ni?os?¡±.
EL PA?S comparte en primicia en Espa?a, tras conversar en Londres con el autor, las revelaciones del libro, a la venta el 9 de octubre. Un memor¨¢ndum interno del Opus Dei previo al lanzamiento y distribuido en residencias de numerarios pide a Escriv¨¢ que interceda desde el cielo y a los miembros de la organizaci¨®n que ¡°recen por todos los involucrados y por todos los que puedan verse afectados¡±. La oficina de prensa del Opus Dei ha emitido este mi¨¦rcoles un comunicado en el que afirma que el libro ofrece una ¡°imagen falsa¡± de la Obra y de su fundador; niega las acusaciones, asegura que sus miembros no les ¡°representan¡± en sus actividades pol¨ªticas o econ¨®micas y que su red de corporaciones y fundaciones cumplen la ley. Las organizaciones sin ¨¢nimo de lucro manejadas por integrantes de la organizaci¨®n, a?aden, buscan ¡°extender el mensaje y el esp¨ªritu del Opus Dei¡±: ¡°Lo hacen con la convicci¨®n de que todos los bautizados est¨¢n llamados a ser agentes de evangelizaci¨®n¡±.
Luis y Javier Valls-Taberner: Opus Dei y Opus Night
La entrevista con Javier Valls-Taberner, que llevaba m¨¢s de 40 a?os en el Banco Popular, 15 de ellos como presidente junto a su hermano Luis, ¡°abri¨® esta gigante caja de pandora¡±, relata Gore. ¡°Nos llamaban Opus Dei y Opus Night¡±, le revel¨® el banquero. Mientras Luis, numerario, se retiraba por las noches a una residencia del Opus a las afueras de Madrid donde se ce?¨ªa al muslo el cilicio ¡ªuna cadena con pinchos¡ª para recordar el sufrimiento de Cristo, a Javier le gustaban ¡°los buenos vinos, la buena comida, las fiestas y el golf¡±. Fue Luis quien asumi¨® el encargo de hacerse con el Banco Popular. La operaci¨®n implicaba traicionar a su propia familia, ya que F¨¦lix Millet, su presidente entonces, era primo hermano de su madre.
El ¡°secuestro¡± del Banco Popular
La maniobra de lo que Gore llama ¡°secuestro¡± de la entidad bancaria para convertirla ¡°en un cajero autom¨¢tico del Opus¡± y financiar su expansi¨®n por todo el mundo se consolid¨® a principios de 1957. A trav¨¦s de empresas vinculadas a la Obra, fueron comprando grandes paquetes de acciones. ¡°Los archivos oficiales del Banco Popular est¨¢n salpicados de menciones a empresas auxiliares del Opus Dei. A finales de 1962 y principios de 1963, el banco prest¨® a Eolo m¨¢s de 30 millones de pesetas para participar en una ampliaci¨®n de capital¡±, afirma el libro. ¡°Sin Luis [Valls-Taberner] y el modo en el que desvi¨® dinero del banco, el Opus no ser¨ªa lo que es hoy. Una parte muy importante de la red que tiene por todo el mundo existe gracias al dinero que vino del Popular¡±, explica Gore. ¡°La participaci¨®n se efectuaba a trav¨¦s de una serie de empresas fantasma y fundaciones que operaban como un juego de mu?ecas rusas para ocultar a su verdadero beneficiario. El dinero iba del banco a iniciativas de reclutamiento¡±. Gore afirma que una web en la que un grupo de numerarios homenajeaba a Valls-Taverner cifr¨® en 700 millones de euros la contribuci¨®n a fundaciones vinculadas con la organizaci¨®n.
Cuando Luis Valls-Taberner enferm¨® y dej¨® de serles ¨²til, apartaron a los hermanos del banco. ¡°Javier me cont¨® que apenas le dejaban hablar con Luis¡±, quien muri¨® en 2006. Un mes despu¨¦s, Javier fue despedido de la entidad y lleg¨® a temer por su vida. ¡°Viaj¨® a Londres para hablar con el embajador espa?ol, un hombre conocido por ostentar un alto cargo en el Opus Dei, y le pidi¨® que informara a Villa T¨¦vere [la sede del Opus Dei en Roma] de que ten¨ªa documentos incriminatorios en una caja fuerte en Suiza que saldr¨ªan a la luz si algo les ocurr¨ªa a ¨¦l o a su familia¡±.
El comunicado oficial de la organizaci¨®n tras la publicaci¨®n del libro afirma que Luis Valls-Taberner ¡°destin¨® parte de su retribuci¨®n a ayudar a iniciativas inspiradas en el Opus Dei¡± y ayud¨® a ¡°crear varias fundaciones, algunas de las cuales recibieron donaciones del Banco Popular¡± que ¡°financiaron diversas iniciativas impulsadas por el Opus Dei o personas relacionadas con esta instituci¨®n¡±. Todo se hizo, insisten, ¡°de manera transparente y legal, y generalmente en forma de pr¨¦stamos que han sido reembolsados¡±.
El Santander se hizo con la entidad financiera por un euro en 2017. El caso Banco Popular segu¨ªa coleando este a?o. El pasado junio, la sala de lo penal de la Audiencia Nacional confirm¨® que el expresidente ?ngel Ron deb¨ªa ser juzgado por los delitos de estafa a inversores y falsedad contable por una ampliaci¨®n de capital en 2016.
La expansi¨®n en EE UU y la agenda de Trump
Mientras en la vecina Francia un tribunal condenaba a una fundaci¨®n de la organizaci¨®n y a dos numerarios que trabajaban para ella a indemnizar a una mujer que los acus¨® de explotaci¨®n, en otros pa¨ªses, especialmente EE UU, el Opus avanzaba a grandes zancadas. ¡°En Espa?a¡±, explica Gore, ¡°todo se debe a Franco. Su complicidad con esa dictadura sangrienta fue lo que los ayud¨® a crecer. Y en EE UU, el pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo, el Opus ha dedicado muchos recursos a aumentar su influencia. No es casual que florezca en tiempos de profundas divisiones y guerras culturales. El Opus se alimenta de todo eso y de la desinformaci¨®n. Despu¨¦s de las elecciones de 2020, el Papa llam¨® a fomentar un clima de reconciliaci¨®n. Pero lo que hizo el Centro de Informaci¨®n Cat¨®lica [organismo que fue dirigido por John McCloskey despu¨¦s de renunciar a su trabajo en Wall Street para hacerse sacerdote del Opus] fue lo contrario: se convirti¨® en una plataforma para las figuras pr¨®ximas a Donald Trump que cuestionaban las elecciones, una herramienta para echar m¨¢s gasolina al fuego¡±.
El libro relata c¨®mo a trav¨¦s de distintas fundaciones y organismos, el Opus trata de infiltrarse en la ¨¦lite del poder estadounidense, desde la C¨¢mara de Representantes hasta la Casa Blanca y el Tribunal Supremo. En 2002, el senador por Pennsylvania Rick Santorum fue invitado por la Obra para participar en Roma en una serie de conferencias en las que los oradores insistieron en la necesidad de que los miembros del Opus y los cat¨®licos en general utilizaran su posici¨®n en la sociedad para influir en las pol¨ªticas p¨²blicas. Santorum declar¨® que, en su lucha p¨²blica en el Senado estadounidense, ¡°el bendito Josemar¨ªa¡± guiaba su camino. Fue uno de los patrocinadores de una enmienda para obligar a las escuelas a dejar de ense?ar la teor¨ªa de la evoluci¨®n como un hecho. ¡°El Opus¡±, afirma Gore, ¡°crea el ambiente y se relaciona con las personas adecuadas para provocar cambios legislativos. El mayor logro de esa red es haberle dado la vuelta a Roe contra Wade [el fallo del Tribunal Supremo que garantizaba el derecho federal al aborto], pero eso es solo el principio. Si Trump gana en noviembre, ser¨¢ tambi¨¦n una victoria para esa red de personas vinculadas al Opus Dei en EE UU¡±.
Escriv¨¢ de Balaguer: ¡°bombardeo del amor¡± y ¡°prudencia de serpiente¡±
El fundador del Opus Dei llamaba a Luis Valls-Taberner ¡°mi san Nicol¨¢s¡±, en alusi¨®n a Nicol¨¢s de Bari, santo al que se atribu¨ªa haber salvado de la prostituci¨®n a tres hermanas arrojando por la ventana de su casa dinero para que su padre pudiera casarlas ¡ªcon el tiempo pas¨® a ser conocido como Santa Claus¡ª. El propio padre de Escriv¨¢ se hab¨ªa arruinado cuando ¨¦l ten¨ªa 12 a?os. El que ser¨ªa declarado santo en 2002, hab¨ªa ingresado en el seminario para optar a una vida mejor. Estudi¨® derecho y lleg¨® a pedir plaza de funcionario, pero su solicitud no prosper¨®. ¡°Al no encontrar un trabajo decente en la vida civil, empez¨® a buscar vacantes eclesi¨¢sticas¡±,relata el libro. A finales de 1928, comenz¨® a esbozar las l¨ªneas generales de lo que ser¨ªa el Opus Dei. Al principio, afirma el investigador brit¨¢nico, ¡°abarca ideas como la compasi¨®n, el perd¨®n y la caridad¡±, pero pronto evolucionar¨¢, por el lado religioso, a algo mucho m¨¢s parecido a una secta, y por el lado pol¨ªtico, al lobby. ¡°Una historia de manipulaci¨®n, abuso y codicia envuelta en el manto de la santidad¡±, resume Gore.
El segundo manual de Escriv¨¢, Instrucci¨®n sobre el modo de hacer proselitismo, detalla los m¨¦todos de reclutamiento de los futuros numerarios, quienes har¨¢n votos de castidad, pobreza y obediencia. Con lo que llamaba ¡°prudencia de serpiente¡±, ped¨ªa ir uno a uno, desconfiar de las personas que hac¨ªan muchas preguntas, incluso de los que padec¨ªan sonambulismo, y alejarlos de sus familias. La estrategia para entablar amistad se conoce como ¡°el bombardeo de amor¡±. A la primera ceremonia de ingreso, Escriv¨¢ la denomin¨® ¡°la esclavitud¡±.
- Desde el principio, hay una voluntad de ocultar sus m¨¦todos. ?No es, en el fondo, mala conciencia?
- Escriv¨¢ sab¨ªa que el sistema que estaba dise?ando era inaceptable. Los escritos fundacionales nunca han sido compartidos con el Vaticano. Hay un factor de culto a Escriv¨¢, otro elemento de verg¨¹enza y otro de miedo a que la gente los vea como lo que son. En el caso de los supernumerarios (los miembros que pueden vivir en familia) es m¨¢s complicado, pero en el de los numerarios funcionan como una secta.
¡°Se est¨¢n santificando pelando patatas¡±
Uno de los secretos que el Opus intent¨® preservar fue el funcionamiento de sus residencias para numerarios. Aunque al principio Escriv¨¢ dise?¨® una hermandad secular de hombres ¡ª¡±Nunca habr¨¢ mujeres, ni de broma, en el Opus Dei¡±, escribi¨®¡ª, primero admiti¨® a numerarias (con educaci¨®n y dinero) y a?os m¨¢s tarde invent¨® la figura de las ¡°numerarias sirvientas¡± (sin formaci¨®n), que limpiaban y cocinaban para los numerarios. En la residencia donde viv¨ªa Luis Valls-Taberner, entraban por puertas distintas. ¡°Ni siquiera se permit¨ªa el contacto f¨ªsico entre el director [de la parte masculina] y la directora [de la parte femenina]. Cualquier conversaci¨®n para coordinar las comidas o la limpieza deb¨ªa mantenerse a trav¨¦s de un sistema telef¨®nico interno. Para asuntos m¨¢s complicados, se permit¨ªa pasar una nota por debajo de la puerta, aunque ten¨ªa que estar mecanografiada y sin firmar como medida de seguridad para evitar que se formaran v¨ªnculos personales, por ejemplo, al ver el nombre o la letra de otra persona¡±, escribe Gore.
El Opus animaba a dirigirse a universitarios varones con el fin de ¡°reclutar a la pr¨®xima generaci¨®n de funcionarios y empresarios¡±, relata el investigador. ¡°Para llegar a todos nos dirigimos primero a los intelectuales, sabiendo que a trav¨¦s de ellos pasa cualquier intento de penetraci¨®n en la sociedad¡±, dej¨® escrito el fundador de la Obra. Pero el caso de las numerarias sirvientes era bien distinto. Se trataba, explica Gore, de ¡°mujeres sin estudios y procedentes de familias pobres. Escriv¨¢ consideraba que esa nueva clase inferior era vital para crear un ambiente m¨¢s enrarecido dentro de las residencias, ya que, de ese modo, los miembros numerarios se sentir¨ªan a¨²n m¨¢s especiales¡±. Tras las primeras admisiones, anot¨®: ¡°Las numerarias sirvientes, y lo digo en serio, me parecen el mayor milagro que nuestro Se?or ha hecho por su Obra. Antes solo pelaban patatas; ahora, se est¨¢n santificando pelando patatas¡±.
- ?Es el Opus una organizaci¨®n mis¨®gina?
- Absolutamente. Hoy el Opus se esfuerza en presentarse como una organizaci¨®n donde la toma de decisiones es democr¨¢tica y paritaria, pero es una ficci¨®n. Las mujeres votan, pero lo que votan tiene que ser validado posteriormente por los hombres.
Mar¨ªa del Carmen Tapia fue enviada a una de las residencias de la Obra en Venezuela. All¨ª hab¨ªa sugerido algunos cambios, como que les permitieran confesarse con sacerdotes ajenos al Opus. En sus valientes memorias, tituladas Tras el umbral y citadas por Gore, Tapia relata que Escriv¨¢ la hizo viajar a Italia, donde la llam¨® ¡°grand¨ªsima hip¨®crita y mala mujer¡±. A continuaci¨®n se dirigi¨® a las representantes de la secci¨®n femenina y les orden¨®, refiri¨¦ndose a Gladys, una venezolana a la que Tapia hab¨ªa recurrido para eludir el control de la correspondencia: ¡°A esa c¨®janla despu¨¦s. Lev¨¢ntenle las faldas, b¨¢jenle las bragas y denle en el culo hasta que hable¡±.
A lo largo de los a?os, algunas de aquellas mujeres se atrevieron a denunciar lo que hab¨ªan vivido. Uno de esos casos, el de 43 antiguas sirvientas en Argentina, ser¨ªa crucial para llamar la atenci¨®n de un compatriota, el hombre m¨¢s poderoso de la Iglesia, el papa Francisco. La pionera, Luc¨ªa Gim¨¦nez, hab¨ªa sido captada en un pueblo de Paraguay cuando ten¨ªa 13 a?os y trasladada sin documentos en un avi¨®n privado hasta Buenos Aires, donde trabajaba en ¡°jornadas de 12 horas, sin paga, con descansos solo para comer y rezar y durmiendo en una tabla de madera¡±, seg¨²n recoge el libro. Cuando, con 32 a?os, abandon¨® el Opus, ¡°era una mujer destrozada¡±. Por este caso, la justicia federal argentina acaba de imputar a las m¨¢ximas autoridades del Opus en el pa¨ªs por trata de personas y explotaci¨®n laboral. Gore advierte: ¡°He hablado con muchas mujeres, muchas de ellas reclutadas cuando eran apenas unas ni?as, tambi¨¦n espa?olas, que han sufrido cosas muy parecidas. Las autoridades espa?olas deber¨ªan seguir el ejemplo de sus colegas argentinos e investigar al Opus con car¨¢cter de urgencia¡±.
Mortificaci¨®n y libros prohibidos
En la residencia donde vivi¨® el presidente del Banco Popular, ¡°los numerarios deb¨ªan llevar un cilicio atado al muslo dos horas al d¨ªa¡±. ¡°Una vez a la semana, ten¨ªan que dormir en una tabla de madera. Las mujeres lo hac¨ªan todas las noches porque se las consideraba m¨¢s sensuales y deb¨ªan hacer un esfuerzo extra para evitar la tentaci¨®n. Los s¨¢bados, la disciplina supon¨ªa una mortificaci¨®n adicional: un l¨¢tigo en forma de cuerda que los miembros golpeaban por encima de los hombros contra la espalda mientras entonaban una oraci¨®n¡±, relata el libro. Se buscaba el aislamiento y control total de los inquilinos, de modo que cada ma?ana el director revisaba los peri¨®dicos para recortar cualquier material sensible. El Opus tambi¨¦n dise?¨® un sistema de calificaci¨®n de libros, del 1 (puede ser le¨ªdo por cualquiera) al 6 (totalmente prohibido) y al que deb¨ªan ce?irse los miembros de la organizaci¨®n. Entre los autores censurados con el 6 figuran Flaubert, Joyce, Roth o Tennessee Williams. ¡°El Vaticano suprimi¨® en los a?os sesenta un ¨ªndice de libros parecido, pero a d¨ªa de hoy, el Opus mantiene ese sistema¡±, afirma Gore.
Maletas con dinero, Operaci¨®n Limonada y la ca¨ªda de Ruiz-Mateos
El libro de Gore no es el primer esc¨¢ndalo para el Opus. Richard Cushing, el arzobispo que cas¨® y enterr¨® a John Fitzgerald Kennedy, escribi¨® en 1964 una carta al m¨¢ximo responsable de la organizaci¨®n en Boston y lleg¨® a pedirles que cesaran todas sus actividades. En 1965, el hombre del Banco Popular en Lisboa, Gregorio Ortega, numerario, fue detenido en Venezuela con una maleta llena de billetes. Al registrar su habitaci¨®n de hotel, la polic¨ªa encontr¨® un cuarto de mill¨®n de d¨®lares. ¡°Se hab¨ªa convertido en el principal contrabandista monetario del Opus Dei¡±, relata Gore, que explica c¨®mo ¡°a mediados de los sesenta se hab¨ªan creado 138 sociedades auxiliares para generar fondos destinados a financiar las ambiciones de Escriv¨¢. El Opus Dei ya hab¨ªa creado un complejo sistema de cuentas bancarias, tanto en Espa?a como en el extranjero, a nombre de numerarios de confianza para evitar las normas de control. Pero el sistema no era infalible, y a veces el grupo ten¨ªa que recurrir a lo m¨¢s b¨¢sico para sacar dinero de Espa?a. Antes de un viaje al extranjero, a los miembros a veces se les entregaba un cintur¨®n con billetes¡±. En 1988, ¡°un grupo de padres cat¨®licos de Nueva York public¨® un libro titulado Gu¨ªa sobre el Opus Dei para padres de familia en el que detallaban las t¨¦cnicas de captaci¨®n del grupo¡±. En 2001, agentes del FBI detuvieron a uno de sus compa?eros, Robert Hanssen, por espiar para los rusos. Cuando fueron a registrar su casa en Nueva York, Bonnie Hanssen les explic¨® que su marido llevaba haci¨¦ndolo desde 1979, cuando lo pill¨® in fraganti. Entonces, relat¨® a los agentes, llev¨® a su marido a confesarse con el padre Robert Bucciarelli, sacerdote del Opus, quien, seg¨²n relat¨®, aconsej¨® a Robert que en lugar de entregarse, donara el dinero que le pagaban los rusos. En 2002, el sacerdote estrella de la prelatura en Washington, John McCloskey, fue denunciado por abusos sexuales¡
- Ninguno de esos esc¨¢ndalos, de esas llamadas de atenci¨®n, parece haber tenido mucho impacto en la reputaci¨®n del Opus Dei, que cumple casi un siglo. ?Por qu¨¦?
- Casi todas las conversaciones empezaban de la misma manera, con el miembro del Opus Dei explicando que todos los que formaban parte de la organizaci¨®n actuaban con total libertad y que cualquier cosa que hicieran, ya fuera en los negocios, en la pol¨ªtica o en general, era por iniciativa propia y no ten¨ªa nada que ver con la Obra. Hasta ahora les ha sido muy f¨¢cil lavarse las manos diciendo: ¡°Ha sido un hombre. No es el modo en el que opera el Opus¡±. Pero mi libro va al coraz¨®n de la organizaci¨®n, a los escritos de Escriv¨¢ donde se asienta un sistema de manipulaci¨®n. Ya no pueden decir que ha sido un individuo, una manzana podrida. Es un dise?o. Mucha gente dentro de la Iglesia, incluyendo al Papa, es hoy consciente del peligro del Opus; otra mucha gente desconoce los abusos o est¨¢ dispuesta a cerrar los ojos porque percibe a la organizaci¨®n como un aliado para mover a la Iglesia hacia una agenda m¨¢s conservadora. Y el mundo en general no tiene idea de lo que supone el avance del Opus. Env¨ªa feliz a sus hijos a su escuelas porque piensa: ¡°Es una organizaci¨®n cat¨®lica. ?Qu¨¦ puede tener de malo?¡±.
Gore apoya esa tesis con dos datos. El primero alude a las precauciones tomadas por Bergoglio cuando encarga una investigaci¨®n sobre las finanzas del Vaticano. Para tratar de eludir a la vieja guardia, los investigadores recibieron tel¨¦fonos m¨®viles con n¨²meros malteses en lugar de italianos y se estableci¨® una l¨ªnea privada para enviar contrase?as de acceso a documentos encriptados. El segundo recibe el nombre de Operaci¨®n Limonada, literalmente, un plan para tratar de licuar el esc¨¢ndalo que iba a suponer el lanzamiento de El c¨®digo da Vinci, de Dan Brown (del que se hizo luego una pel¨ªcula), donde se vincula a la organizaci¨®n con ¡°lavado de cerebro¡± y donde se mencionaban, ¡°adem¨¢s del esc¨¢ndalo del esp¨ªa Hanssen, el rescate del Banco Vaticano por el Opus Dei¡±. Se present¨® el libro como una ofensa a todos los cristianos, no a la Obra. ¡°Gracias a una astuta estrategia de comunicaci¨®n ¡ªcon profusi¨®n de entrevistas y visitas guiadas para mostrar la cara amable de la organizaci¨®n¡ª y al pago de un mill¨®n de d¨®lares para silenciar a una v¨ªctima, convirtieron los limones en limonada¡±. ¡°El dinero recaudado por el Opus¡±, afirma Gore, ¡°se utiliz¨® para reclutar adeptos y tapar delitos¡±.
- ?Qu¨¦ tipo de delitos?
- Particularmente, trata de seres humanos. Naciones Unidas la define como la captaci¨®n, transporte o recepci¨®n de personas mediante amenazas, fuerza o coacci¨®n con fines de explotaci¨®n, aunque la v¨ªctima haya dado su consentimiento. El sistema de captaci¨®n y traslado de las ni?as y mujeres j¨®venes que se incorporaron al Opus Dei con la promesa de estudiar en una escuela de hosteler¨ªa parece encajar en esa definici¨®n. Tambi¨¦n deber¨ªan investigar las autoridades la posibilidad de que haya habido un fraude en esta red de empresas y fundaciones que el Opus controla, pero no oficialmente. El Opus siempre se protege a s¨ª mismo.
- Cuenta en el libro que Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos, supernumerario, lleg¨® a donar 1.500 millones de pesetas (unos nueve millones de euros) al Opus, pero cuando fue a pedirles ayuda por sus problemas con la justicia, le dejaron caer.
- Ruiz-Mateos deb¨ªa tanto dinero al Estado y sus negocios eran tal desastre financiero que el Opus no habr¨ªa podido hacer nada, pero se aprovecharon de ¨¦l. Una vez que dejas de serles ¨²til, tienen cero inter¨¦s en tu espiritualidad.
40.000 d¨®lares en una bolsa de McDonalds. El hartazgo del Papa
La relaci¨®n del Opus con el Vaticano est¨¢ en crisis. Poco despu¨¦s de la investidura de Fernando Oc¨¢riz al frente de la organizaci¨®n, se produjo un nuevo esc¨¢ndalo. Una numeraria argentina que hab¨ªa donado todos sus ingresos y tres apartamentos a la Obra decidi¨® marcharse. Sin dinero con el que seguir adelante, pidi¨® a la prelatura que le devolvieran parte de sus donativos, pero el Opus se neg¨®. Al enterarse, el Papa, relata el libro, orden¨® que la indemnizaran. ¡°Le entregaron 40.000 d¨®lares en efectivo en una bolsa de McDonalds¡±. ¡°Se avecina una lucha encarnizada entre el Opus y fuerzas progresistas de la Iglesia¡±, afirma el investigador brit¨¢nico, convencido de que esa red de pol¨ªticos y jueces conservadores de EE UU dispuestos a implantar una agenda ultraconservadora en la sociedad ha apostado claramente a la pronta llegada de otro Papa. ¡°Todo depende de cu¨¢nto tiempo viva Francisco y cu¨¢nto apetito tenga para dar esa batalla. El Opus tiene muchos aliados en la Iglesia¡±.
Opus
Traducci¨®n de Efr¨¦n del Valle
Cr¨ªtica, 2024. A la venta el 9 de octubre
496 p¨¢ginas. 23,90 euros
Opus
Traducci¨®n de Mireia Alegre e Imma Estany Morros
P¨°rtic, 2024. A la venta el 9 de octubre
544 p¨¢ginas. 23,90 euros