¡®Kamala Harris, la primera¡¯ de Mar¨ªa Ram¨ªrez: Yes, we Kam
La periodista reedita su perfil de la candidata a la presidencia de Estados Unidos, ofreciendo una versi¨®n m¨¢s compacta y completa de la trayectoria de una pol¨ªtica injustamente infravalorada y tratada con condescendencia
El don de revertir la adversidad no tiene manual de instrucciones: es un instinto, una intuici¨®n, una capacidad innata de gente que piensa r¨¢pido, intuye bien (o mal) y tiene capacidad persuasiva. Es posible que sin las semanas de demora de Joe Biden remoloneando sin ceder el testigo, el efecto de relanzamiento de la candidata Kamala Harris hubiese sido otro, menor, m¨¢s imperfecto, menos euforizante. La expectativa se hab¨ªa ido cebando durante d¨ªas y d¨ªas, en un goteo que al final fue torrente de peticiones que desembocaron en el tuit de Biden ofreciendo su apoyo total (y la unidad del Partido Dem¨®crata) a su vicepresidenta Kamala Harris.
Esta es la percepci¨®n que deja y la virtud adicional del breve perfil que Mar¨ªa Ram¨ªrez reedita ahora en una colecci¨®n de Debate tras una primera aparici¨®n en 2020 en la colecci¨®n solo digital Flash. Es mejor esta segunda versi¨®n: m¨¢s completa, m¨¢s compacta y con una dosis de intriga e incertidumbre contada casi en directo que tensa el ¨²ltimo tercio del libro, a pesar de que ya sepamos c¨®mo va a acabar, es decir, con su carrera a la presidencia de Estados Unidos. Tambi¨¦n permite apreciar de otro modo las reticencias que el propio partido dem¨®crata (incluido Barack Obama) hab¨ªa tenido hacia Harris como candidata presidencial. Pero como tantas veces sucede, la pol¨ªtica se adapta a la realidad y a los cambios que la vida va desgranando a su aire (mientras hiperactivos asesores planifican milim¨¦tricamente cosas que a menudo nunca pasan).
Infravalorar a Kamala Harris fue siempre un error, pero solo lo sabemos ahora ¡ªtanto si gana como si pierde este 5 de noviembre¡ª. Bastar¨ªa recordar que fue durante seis a?os la fiscal general de California y eso significa la instituci¨®n de justicia m¨¢s grande de Estados Unidos, despu¨¦s del propio Departamento de Justicia. Como cuenta uno de los testimonios recabados por Mar¨ªa Ram¨ªrez, la infravaloraci¨®n de Kamala Harris pudo tener mucho que ver con que ella hace las cosas de otra manera, y no segu¨ªa ni como fiscal ni como vicepresidenta las pautas heredadas: ¡°Ella es diferente de todos los que la precedieron y por eso la subestiman¡±.
Que un ilustre reportero de The New York Times concluyese tras ocho meses de ejercicio de la videpresidencia que Harris reservaba demasiado tiempo para los cuidados de peluquer¨ªa es un buen indicio de la condescendencia (por cierto, masculina) que le fue cayendo durante muchos meses. Y nadie dir¨ªa que la merezca despu¨¦s de ver su explosiva salida a la escena popular y masiva en las ¨²ltimas semanas y en particular desde el discurso de aceptaci¨®n del 23 de julio, pronunciado en el gimnasio de un instituto de West Allis, una especie de ciudad dormitorio de Milwaukee, territorio comanche que conoc¨ªa bien y que hab¨ªa pisado en versiones muy semejantes durante sus a?os de fiscal en San Francisco y California (y, por cierto, la misma ciudad de Wisconsin que hab¨ªa alojado la euforia del candidato Trump en la convenci¨®n republicana apenas unos d¨ªas antes y tras el intento de asesinato). Pero quiz¨¢ nada define mejor su trayectoria y su actual prosperidad que una frase que ha repetido con frecuencia, a veces invocando la lucha hist¨®rica por la igualdad efectiva de las mujeres y a veces solo como lema vital nada despreciable: ¡°Lo que puede ser, liberado del peso de lo que ha sido¡±. Su multitud de seguidores lo resume con talento ling¨¹¨ªstico en: ¡°Yes, we Kam¡±.
Kamala Harris, la primera
Debate, 2024
104 p¨¢ginas. 11,30 euros
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