Vi?etas de Madrid

1. Calle Valverde 33. Mis tebeos est¨¢n ambientados en un Madrid bastante realista por el que cruzan elementos fant¨¢sticos, salen calles y barrios del arrabal, pero hay un punto que se repite casi siempre. Es la calle Valverde y el edificio del n¨²mero 33. En su s¨®tano se sit¨²an las aventuras del Capit¨¢n Torrezno. Ah¨ª est¨¢ el micromundo de la serie, con sus imperios y sus cismas religiosos. All¨ª tuve un estudio en un piso enorme y destartalado. Y en el s¨®tano hab¨ªa unas profundidades cavernosas y una especie de pozo donde se ve¨ªa correr el agua.

2. Confluencia de Gran V¨ªa con Alcal¨¢. O, concretamente, el arranque de Alcal¨¢ desde Cibeles con la Gran V¨ªa creci¨¦ndole a la derecha como un ramal prometedor. Sobre todo, en d¨ªas de sol, por la tarde, cuando se desemboca por Recoletos en Cibeles y se mira hacia esa cuesta con los edificios creciendo hacia lo alto y el edificio Piaget, o como se llame, proyect¨¢ndose como una proa, es como una sugerencia de una ciudad que apenas existe, cosmopolita y civilizada.

3. Las terrazas. Antes era m¨¢s andariego, pero ahora me gusta m¨¢s estar sentado y ver pasar la vida. En Madrid no llueve casi nunca, el aire est¨¢ contaminado, pero a cambio uno puede tomarse una cerveza sentado en pleno invierno, si pega el sol. Me gustan las terrazas de las plazas de Olavide y Chamber¨ª, las de la calle Argumosa y la plaza del Dos de Mayo, pero hay dos zonas especiales, con perspectiva, algo importante en una ciudad sin mar y con un r¨ªo oculto: Las Vistillas y el paseo de Rosales.

4. Zona norte. He vivido toda la vida en el norte de Madrid, aunque en mis tebeos apenas aparezca. A la mayor¨ªa le parece desangelada e impersonal, pero aqu¨ª se impone la biograf¨ªa. En Nuevos Ministerios se adivina tambi¨¦n otra ciudad imposible, de rascacielos y modernidad setentera. Con la torre BBVA y Torres Blancas.

5. Ruta de barrios. Esta fijaci¨®n norte?a tiene que ver tambi¨¦n con la ruta del colegio y se me ha quedado como el fin natural de la ciudad: varios hospitales (La Paz y el Ram¨®n y Cajal), alg¨²n psiqui¨¢trico con nombre de virgen, descampados y urbanizaciones, la Aut¨®noma, los cuarteles de El Goloso, con la Divisi¨®n Acorazada Brunete a punto de dar un golpe de Estado...

6. Retiro. El otro d¨ªa me fij¨¦ que en el estanque, en el monumento a Alfonso XII, hay unas estatuas de sirenas subidas en plan damiselas acu¨¢ticas sobre unas cigalas o langostas o bogavantes gigantes, ins¨®lito.

7. Legazpi. Los personajes de mis tebeos son m¨¢s o menos oriundos de all¨ª, cuando era una zona m¨¢s agreste y con m¨¢s solera.

8. Malasa?a. Esta es la zona de bares y garitos por la que me mov¨ªa en los a?os mozos. Aunque el primer bar de ese tipo que conoc¨ª era el Jam, por Chueca, en la ¨¦poca en que este era un barrio medio salvaje, mucho antes del desembarco gay. De tarde en tarde sigo yendo por Malasa?a, pero ya a sitios m¨¢s tranquilos, como El Parnasillo (San Andr¨¦s, 33).

9. Madrid C¨®mics. (Silva, 17) La tienda de c¨®mics m¨¢s venerable de la ciudad, y donde suelo presentar mis libros. A veces tambi¨¦n me acerco por Panta Rhei (Hern¨¢n Cort¨¦s, 7).

10. Plaza El¨ªptica. Es el t¨ªtulo del libro por el que me han concedido el Premio Nacional, pero parad¨®jicamente no s¨¦ si he estado all¨ª nunca. Pero suena a ciudad abstracta o futurista.