Una ruta del buen comer

1. Hotel Urban. All¨ª vivo, es mi casa en Madrid. Si tuviera un apartamento como residencia en la capital para cada vez que vengo a dirigir a la ONE, me caducar¨ªan los yogures en la nevera, porque estoy continuamente viajando. En ese hotel est¨¢ el mejor personal del mundo. Me hacen sentir como en casa.

2. La Quinta. Este restaurante est¨¢ detr¨¢s del Auditorio Nacional, donde estoy encerrado los d¨ªas de ensayos desde las nueve de la ma?ana hasta por la noche. Uno de sus propietarios es de Jerez y me gusta hablar con ¨¦l de f¨²tbol cada vez que voy. Me sirven un buen pescado y lo hacen r¨¢pido, algo ligerito para que no me cargue el est¨®mago, porque luego hay que seguir ensayando (Suero de Qui?ones, 1).

3. Calle Serrano. Es mi ruta de paseo las ma?anas del fin de semana. Disfruto de los escaparates, pero no voy de compras. Solo entro en las tiendas cuando necesito algo concreto, pero me gusta mirar los maniqu¨ªs y los expositores.

4. La Ancha. Recomiendo ir all¨ª si lo que quieres es comer como en casa en la zona trasera de Las Cortes. Hacen una buena sopa y unos dados de merluza en salsa de chipirones que me encantan (Zorrilla, 7).

5. Paseo del Prado. Es impresionante encontrar tanto arte en una sola calle, algo que creo que solo sucede en Berl¨ªn. Voy mucho al Museo del Prado: si ya he visto las exposiciones temporales, entro y veo cuatro o cinco cuadros, y con eso ya me siento alimentado. Me gusta pararme y empaparme de la obra. Ser¨¢ lo que m¨¢s eche de menos cuando deje la ONE para irme al Liceu.

6. Ginza. Es mi restaurante de los s¨¢bados a mediod¨ªa. Soy un gran amante de la cocina japonesa. Hay veces que me siento, pero me gusta ponerme en el sushi bar, a comer un poco de sashimi (Plaza de las Cortes, 3).

7. Jard¨ªn bot¨¢nico. Aunque vivo cerca del Retiro, casi al lado, no voy nunca. Prefiero el Jard¨ªn Bot¨¢nico, donde voy con mi mujer. Nos gusta hablar rodeados de todas esas plantas de nuestros planes para la semana. Me lo descubri¨® el director de la galer¨ªa de arte La F¨¢brica, Efra¨ªn Bernal, y es maravilloso que exista un rinc¨®n as¨ª en medio de una ciudad como Madrid.

8. Juli¨¢n de Tolosa. Hace a?os que solo tiene cuatro platos en la carta, pero me encanta. Tiene unos pimientos que se hacen a fuego lento de sarmientos durante horas. Se deshacen en la boca, son como mantequilla. Adem¨¢s, te queda en el paladar un sabor a miel exquisito, aunque solo es fruto de la cocci¨®n lenta (Cava Baja, 12).

9. Club de habanos. Fui nombrado Embajador del Habano por Altadis, el ¨²nico m¨²sico del club. No tengo grandes conocimientos sobre puros, pero voy a menudo. Cuando he terminado un d¨ªa cargado de ensayos, voy al club del s¨®tano de la Casa de am¨¦rica a regalarme una hora, el tiempo que tarda en consumirse el puro. Antes pod¨ªa entrar m¨¢s gente, pero ahora es privado y solo pueden acceder los que se hayan hecho socios.

10. Asia Gallery. El tofu con verduras que hacen en este restaurante asi¨¢tico del Hotel Palace es impresionante. Cuando el pianista Lang Lang viene a tocar a Madrid, siempre va all¨ª de cabeza. Y si un chino lo elige para comer, es que tiene que ser bueno (Plaza de las Cortes, 7).