Del sof¨¢ vac¨ªo al estadio abarrotado
El fen¨®meno de ventas Pablo Albor¨¢n presenta en el Palacio de los Deportes su disco ac¨²stico
![Pablo Alborán, durante su actuación en el Palacio de los Deportes.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YZZRIGW4CQDBE5EZXSJ3VZRJAE.jpg?auth=2e684ff506f30e214eb17f64f438336c3025e8c68df6cd522e6961d1beee2e22&width=414)
Se hizo la oscuridad y, como si el mismo bot¨®n de las luces activara a las fans, los gritos recibieron al joven cantante Pablo Albor¨¢n en el Palacio de los Deportes de Madrid. Un ¨²nico concierto y un lleno absoluto para un artista que solo tiene 22 a?os pero que ya tiene una corte de seguidores capaces de llenar un polideportivo como el de Felipe II. El malague?o presentaba ayer las canciones de su nuevo disco ac¨²stico, que ha dedicado a los que le han apoyado en su a¨²n corta carrera.
Su primera canci¨®n, Perd¨®name, dej¨® ver a un Pablo de nuevo sentado en el sof¨¢ blanco que le catapult¨® a la fama. El andaluz salt¨® de Youtube a la discogr¨¢fica EMI gracias a los millones de internautas que ve¨ªan los v¨ªdeos en los que grababa sus canciones desde el sof¨¢ de su casa. Cada silencio, un ¡°?guapo!¡±. Tiene muchas groupies' y no entienden de edad: desde ni?os que asist¨ªan al espect¨¢culo comiendo palomitas y moviendo globos de colores hasta se?oras de collar de perlas y tacones de m¨¢s de cincuenta a?os que coreaban sin cesar los estribillos.
Pablo miraba sin cesar buscando caras amigas entre el p¨²blico. Madrid fue el lugar elegido para su primer videoclip, grabado en la Gran V¨ªa. Y la misma indumentaria de ese v¨ªdeo es la que ha convertido en su tarjeta de presentaci¨®n: camisa blanca, pantalones vaqueros y bufanda de tela al cuello. Una vestimenta tan sencilla como la puesta en escena del ac¨²stico.
El gran momento se hizo esperar. Finalmente toc¨® Solamente t¨² a solas con el piano, la canci¨®n que lo catapult¨® a los escenarios. Pablo callaba en el estribillo mientras una tranquila chavaler¨ªa cantaba como un susurro al un¨ªsono ¡°Tus ojos son destellos, tu garganta es un misterio¡±, y el cantante no pudo evitar que se le escapara una risa nerviosa que nos hace recordar que hace escasos meses que comenz¨® en esto y que esta fama, a veces. le causa v¨¦rtigo.
Pero no todo es romanticismo y punteos de guitarra. Llega Volver a empezar y el p¨²blico se revoluciona a golpe de bater¨ªa. La grada extensible del Palacio de los Deportes se balancea cuando familias, matrimonios y grupos de amigos botan como si no hubiera un ma?ana.
Tiene una voz que controla y lo sabe. Por eso se arriesga de vez en cuando en quiebros flamencos y hace o¨ªdos sordos a la multitud que lo aclama. Ha venido a cantar, y sea en los falsetes de More than words o en los altos de cualquier otra, no hay nota que suene desafinada.
El fin de fiesta enloquece al p¨²blico: Sergio Dalma y Tiziano Ferro salen de la nada para marcarse un dueto que levanta a los centenares de personas de sus asientos de un salto.
Abajo, en la pista, un mar de pantallas arropa al malague?o durante todo el concierto. Quieren grabar el concierto con sus m¨®viles para, al llegar a casa, colgarlo de nuevo en la red y que Youtube multiplique las visitas, como en aquel v¨ªdeo casero de un chaval que cantaba sus temas en el sof¨¢ de casa. Y vuelta a empezar.
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