"?Pero nadie me va a cambiar ninguna de mis dos mu?ecas por la Draculaura?"
Decenas de padres hacen cola frente a las tiendas para conseguir el juguete estrella de la Navidad Algunos se pelean para conseguir el modelo de la hija del Conde Dr¨¢cula
Carmen est¨¢ angustiada. Despu¨¦s de m¨¢s de una hora de cola no va a poder comprar la mu?eca que le pidi¨® su hija para los reyes: la Draculaura de las Monster High. Es la aut¨¦ntica estrella de la Navidad. Decenas de padres hacen cola frente a una conocida cadena de supermercados de venta de juguetes que todas las ma?anas repone estas mu?ecas. Pero esta vez Carmen, una de las mujeres que tras dejar a sus hijos en el colegio ha hecho durante m¨¢s de una hora la cola se ha tenido que conformar con otra de las mu?ecas Monster High, pero no con Draculaura, la hija del Conde Dr¨¢cula.
"Nos hemos visto obligados a dar n¨²meros desde una hora antes de abrir", explica una de las empleadas del centro comercial, que se publicita en los medios de comunicaci¨®n como el ¨²nico que tiene estas tan preciadas mu?ecas. Seg¨²n esta dependiente la semana pasada vieron como algunos clientes trataban de revender las mu?ecas, que costaban unos 19 euros, a precios desorbitados. "Y un d¨ªa tuvo que venir la polic¨ªa municipal porque dos mujeres comenzaron a pelearse", explica la dependienta, que a las 9.30 horas ya ha dado los 40 n¨²meros para conseguir las ansiadas mu?ecas.
Las normas est¨¢n definidas: cada uno de los poseedores de uno de los n¨²meros puede comprar dos mu?ecas, y un vestido. Nada m¨¢s. Por eso durante la espera las madres y padres tratan de convencer a los due?os de los n¨²meros m¨¢s altos para que si no completan el cupo adquieran para ellos la mu?eca Draculaura. Ese es el motivo por el que Carmen, que ten¨ªa el n¨²mero 30, no consigui¨® su objetivo. "?Pero nadie me va a cambiar ninguna de mis dos mu?ecas por la Draculaura?", se pregunta Carmen, con la voz temblorosa y angustiada porque no va a poder complacer a su hija.
"Esto lo hacen para que los padres vengan varias veces y compren otras cosas", se lamenta un padre, que en uno de los corrillos mientras esperan la apertura de la tienda confiesa que ha pedido un d¨ªa de descanso en el trabajo para hacer la cola. Igual que otro de los hombres con los que trata de apalabrar la compra de las mu?ecas Monster High: "Tengo dos d¨ªas de vacaciones, y los dos me he tenido que levantar temprano, para hacer la cola, pues el primer d¨ªa no quedaba nada", relata este joven padre junto a su esposa, que tiene en sus manos el preciado regalo.
"Hay limites que no se pueden pasar", explica otro padre, que no entiende las cosas que hacen por sus hijos: "S¨ª, pero t¨² y todos nosotros estamos aqu¨ª, haciendo una cola de una hora", contesta una mujer, que explica que de las 16 mu?ecas ya tiene la mitad, y por eso vendr¨¢ todos los d¨ªas que pueda a la cola.
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