Obsesi¨®n ol¨ªmpica

Ya lo dec¨ªa la canci¨®n: ¡°No, no es amor, lo que t¨² sientes se llama obsesi¨®n¡±. Alberto Ruiz-Gallard¨®n quiere que Madrid sea una ciudad ol¨ªmpica. Lo quiere tanto que ha sido capaz de embarcar a la capital, no ya por segunda vez, sino ?por tercera!, en la carrera por conseguir unos Juegos. En plena crisis. Asegura que la suya ser¨¢ una candidatura de bajo coste, con el dinero justo para gastos de representaci¨®n y para pagar los nada despreciables emolumentos que pide el COI a las ciudades que aspiran a llamar Villa Ol¨ªmpica a uno de sus nuevos barrios. Qu¨¦ son unas cuantas decenas de millones de euros cuando est¨¢ en juego lucir los cinco anillos entrelazados. El amor, o la obsesi¨®n, le viene de lejos. En realidad la candidatura de Madrid 2012 la hered¨® del anterior alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano. Al principio, como con el nunca ambicionado cargo de alcalde, le puso poco entusiasmo. Pasados unos meses, se embarc¨® en el reto con empe?o. En 2004 lleg¨® a decir que no pensaba dedicarse a otra cosa hasta que, el a?o siguiente, se hiciera p¨²blica la elecci¨®n de la sede. Se entiende, por el bien de la intendencia municipal, que era una hip¨¦rbole.

Madrid perdi¨®. Pero el alcalde no se arredr¨®. Aquel 6 de julio de 2005 compareci¨® ¡°desencajado¡± ante la prensa que le hab¨ªa seguido hasta Singapur, describen las cr¨®nicas. El abatimiento le dur¨® poco. Enseguida se puso otra vez manos a la obra. La siguiente iba a ser la buena. ¡°R¨ªo rompe el coraz¨®n a Madrid¡±, titul¨® este diario cuando el 2 de octubre de 2009 la capital volvi¨® a perder, esta vez a¨²n por menos margen, en una final ajustad¨ªsima en la que hab¨ªa presumido de tener casi el 80% de las infraestructuras acabadas. Ya entonces Gallard¨®n, tan dado a las citas y a descolocar al personal hablando a la manera de Delfos, profetiz¨®: ¡°El aut¨¦ntico fracaso en la vida es rendirse¡±. Y se lo aplic¨®. Nadie le reproch¨® entonces haber eludido esa regla no escrita de la alternancia de continentes. Y ahora, con el tercer intento ya en marcha, las cr¨ªticas a una candidatura en plena debacle econ¨®mica no son precisamente atronadoras. Puede que dos grupos de la oposici¨®n se hayan negado a apoyarle, pero tampoco le est¨¢n poniendo palos en las ruedas.

Dos grupos de la oposici¨®n se han negado a apoyarle, pero no le ponen palos en las ruedas

Madrid es la ¨²nica gran capital europea que no ha tenido unos Juegos, repiten lastimosamente quienes comparten el sue?o ol¨ªmpico del alcalde. Lo que s¨ª tiene es d¨®nde realizarlos, al menos en parte. El legado de las tres carreras de la ciudad hacia los Juegos consiste en varias instalaciones deportivas ya terminadas, otras a medio hacer y un estadio ol¨ªmpico, la Peineta, al que, tras mucho retraso, le esperan a?os de obras para que luzca como merece. La Villa Ol¨ªmpica, en cambio, solo existe sobre el papel. Eso s¨ª, los terrenos en los que se plane¨® construirla siguen reservados y a la espera de que en 2013 la palabra que pronuncien en Buenos Aires sea Madrid. A medida que se iban alternando las fases de ilusi¨®n y de derrota, los a?os de preparaci¨®n le han servido a la capital para hacerse con un aeropuerto m¨¢s grande y moderno, para extender la red de metro, soterrar la v¨ªa de circunvalaci¨®n M-30, recuperar el r¨ªo Manzanares¡­ No necesariamente se le deben a la carrera ol¨ªmpica, pero han corrido en paralelo en estos ocho a?os y pico de Gallard¨®n en la alcald¨ªa

Ana Botella no solo hereda una deuda casi tan monumental como el renovado Palacio de Cibeles. Ni un mandato de estrecheces en el que el presupuesto no le dar¨¢ para lucirse con inauguraciones vistosas. Hereda tambi¨¦n un sue?o, una obsesi¨®n. ?Comparte Botella el apasionamiento de Gallard¨®n por los Juegos Ol¨ªmpicos? ?Echar¨¢ el resto para que Madrid, al fin, los consiga? Por primera vez, el alcalde no preside la candidatura ol¨ªmpica de la capital. Fue as¨ª con 2012 y con 2016, pero esta vez Gallard¨®n ha delegado en Alejandro Blanco para que se encargue de la oficina. En su momento, la decisi¨®n se interpret¨® como otra de las despedidas soterradas del pol¨ªtico. ?Estaba tambi¨¦n descargando a su sucesora de esa responsabilidad? ¡°Ana, te quedas al frente de la ciudad¡±, le dijo el alcalde a Botella en octubre de 2008. ?l se marchaba a M¨¦xico en viaje de promoci¨®n de la candidatura de Madrid 2016. La dejaba cuatro d¨ªas sola en casa. Ahora va en serio. Ahora ser¨¢ ella la que viaje por medio mundo para convencer al COI de que Madrid no puede dejar de ser esa capital sin Juegos.