El pinchazo de los otros ¡®Bicing¡¯
Terrassa, Vic y Granollers cierran el servicio p¨²blico de bicicletas por su poco uso y elevado coste Igualada y el ?rea Metropolitana de Barcelona frenan sus proyectos
Las bicis no son para todas la ciudades, al menos las p¨²blicas. Los sistemas de alquiler abierto han pinchado en los ¨²ltimos meses en tres de las seis ciudades catalanas que los hab¨ªan puesto en marcha: Vic, Terrassa y Granollers. Ambicia¡¯t, el servicio puesto en marcha en esta ¨²ltima ciudad en enero de 2009, echar¨¢ el candado definitivamente el d¨ªa 31 lastrado por un coste de 80.000 euros al a?o y apenas 464 abonados que pagaban, cada uno, 12 euros al a?o, lo que apenas cubr¨ªa el 7% del servicio. Igualada ha decidido frenar el desarrollo de su sistema y el Bicing del ?rea Metropolitana de Barcelona ha quedado en la cuneta, pero la apuesta se mantiene en Barcelona, Girona y Sant Andreu de la Barca.
La crisis econ¨®mica no es la causa principal de estos fracasos, pero ha sido el catalizador que ha puesto en evidencia los errores en los proyectos: ciudades no aptas para la bici por su orograf¨ªa o clima, un horario de alquiler limitado, poca conciencia de la poblaci¨®n... En Granollers, el uso de las bicis empez¨® a decrecer despu¨¦s del primer a?o, pasada la novedad, y actualmente solo se realizan 70 viajes semanales. El concejal de Movilidad de la ciudad, Juanma Segovia, reconoce que el sistema no ha cuajado. El motivo no ha sido un aspecto econ¨®mico, sino conceptual. ¡°Hemos fracasado en el intento de que la gente abandone el coche particular para realizar los peque?os trayectos dentro de la ciudad¡±, admite.
Caso aparte es Terrassa, la segunda ciudad catalana que puso en marcha el servicio de alquiler de bicicletas, en abril de 2007, justo despu¨¦s de Barcelona. Al principio era gratuito y lleg¨® a tener m¨¢s de 7.000 usuarios registrados, pero en enero se impuso una cuota anual de 25 euros y solo se apuntaron 98 usuarios al nuevo sistema de pago. De 205 viajes mensuales en 2010 se pas¨® a 35. El servicio, con horario muy limitado y pocas estaciones, muri¨® en julio. El coste anual de mantenerlo en funcionamiento ascend¨ªa a 274.000 euros.
Eva Herrero, concejal de Movilidad de Terrassa, rechaza que el servicio haya fracasado y espera retomar el proyecto dentro de dos a?os, pero mejorado. ¡°El fracaso es no priorizar este tipo de inversiones. El sistema debe ser autom¨¢tico, con un horario m¨¢s amplio y con m¨¢s bicis. O se organiza bien o no es ¨²til¡±, reflexiona.
Vic ha comprobado que las bicicletas son para el verano. La particular orograf¨ªa de la ciudad, con desniveles en el centro, y las condiciones meteorol¨®gicas adversas, especialmente en invierno, desaniman a muchos. Adem¨¢s, el tama?o de la ciudad la hace asequible para cubrirla a pie, aunque predomina el uso del coche. En mayo de 2010 se puso en marcha la Vicki, pero el servicio solo consigui¨® 23 usuarios fijos y el coste anual era de 18.000 euros. El pasado mes de julio el Ayuntamiento concluy¨® que ¡°no val¨ªa la pena continuar con el gasto¡±, reconoce el concejal de Medio Ambiente, Josep Raf¨²s.
Los fracasos en Vic, Terrassa y Granollers han empujado a Igualada (Anoia) a frenar el proyecto de bicicletas p¨²blicas que estaba a punto de entrar en servicio. De hecho, ya se hab¨ªa adjudicado el concurso para gestionarlo. El Ayuntamiento, que atraviesa serias dificultades econ¨®micas, no se ve capaz de asumir los 150.000 euros de p¨¦rdidas, seg¨²n sus c¨¢lculos, que se preve¨ªan para los tres primeros a?os. Tambi¨¦n se ha frenado el proyecto de Bicing metropolitano, que pretend¨ªa extender el sistema que existe en Barcelona a los municipios lim¨ªtrofes.
Pero no todos los sistemas de alquiler de bici se han quedado en la cuneta. Los hay que pedalean a buen ritmo. Del pelot¨®n que sobrevive rueda en solitario Barcelona, donde el Bicing ha arraigado como medio de transporte. Las cifras del servicio son estratosf¨¦ricas: 420 puntos de recogida, una flota de 6.000 bicicletas y 117.500 abonados que pagan una cuota anual de 35 euros. Pero tambi¨¦n es elevado el coste de mantenimiento ¡ª15 millones anuales, financiados por las zonas de aparcamiento regulado¡ª, lo que ha llevado al Consistorio a subir la cuota para 2012 a 44 euros.
M¨¢s modesta es la Girocleta, que implant¨® Girona en septiembre de 2009. Pese a que el servicio no es gratuito (cuesta 30 euros anuales) y le supone al Ayuntamiento 230.000 euros al a?o mantenerlo, hoy hay 1.650 abonados y el Consistorio ni se plantea cerrarlo. Al contrario, pronto abrir¨¢ nuevas estaciones. Joan Alcal¨¤, concejal de Movilidad, explica que la principal clave del ¨¦xito es su dise?o conc¨¦ntrico y su crecimiento sostenible. Los puntos de recogida se han instalado en los barrios que rodean el centro de la ciudad, justo en el l¨ªmite con la zona peatonal. ¡°Se trata de un servicio disuasorio para evitar colapsar el centro de la ciudad con el veh¨ªculo privado¡±, abunda Alcal¨¤. Otra de las claves que explican su ¨¦xito es el horario. La Girocleta funciona desde las 6.30 hasta las 23.30. El concejal explica que el servicio se ampli¨® al horario nocturno por petici¨®n ciudadana y la iniciativa ha tenido muy buena acogida.
Un caso excepcional es el de Sant Andreu de la Barca (Baix Llobregat), donde el sistema funciona a pleno rendimiento. A pesar de tener apenas 30.000 habitantes, en abril de 2010 decidieron apostar por el BiciSAB. Tienen 250 usuarios abonados, que efect¨²an unos 1.000 viajes mensuales de media. ¡°El sistema se hizo a medida del municipio¡±, explica Jos¨¦ Mar¨ªa Roque, concejal de Medio Ambiente de Sant Andreu, que detalla que el BiciSAB se ha dise?ado para acceder desde la estaci¨®n de tren hasta los lugares de trabajo y los destinos donde es dif¨ªcil aparcar. El hecho de que el municipio sea llano y el horario se alargue hasta las once de la noche tambi¨¦n han contribuido al ¨¦xito.
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