La oposici¨®n, al acecho de los deslices verbales de Botella
Los grupos municipales creen que la alcaldesa evitar¨¢ la exposici¨®n p¨²blica
Ana Botella, alcaldesa de Madrid, lleva a?os dando jugosos titulares: sobre el matrimonio homosexual (la c¨¦lebre frase de las peras y las manzanas), la contaminaci¨®n ("yo no veo la boina esa de la que ustedes hablan", "m¨¢s asfixia el paro", negando los efectos nocivos para la salud de la poluci¨®n), la limpieza de las calles del centro ("los mendigos son una dificultad a?adida")... Frases todas ellas pronunciadas de forma espont¨¢nea, improvisadas durante una entrevista o en el debate de una comisi¨®n municipal. Expresiones que jam¨¢s se plasmar¨ªan en un papel. Cuando Ana Botella lee, como hizo durante su discurso de investidura, es comedida, va al grano, explica sus medidas o sus intenciones y nada m¨¢s. El problema es cuando se desv¨ªa de la senda marcada. Porque acaba metida en charcos.
La oposici¨®n sabe de la facilidad con que la alcaldesa se pierde en la jungla dial¨¦ctica. No en vano Botella llevaba ocho a?os de concejal, durante los que ha tenido que dar cuenta de su gesti¨®n en muchas ocasiones. Ella misma debe de ser consciente. En los dos ¨²ltimos meses no se le ha escuchado ni una salida de tono. Se ha cuidado de que no hubiera ocasi¨®n. Si antes sol¨ªa contestar ella misma a las preguntas de la oposici¨®n en las comisiones de Medio Ambiente, ¨²ltimamente se ha rodeado de directores generales, t¨¦cnicos a los que ha puesto a dar la r¨¦plica a los ediles de los otros partidos. La oposici¨®n cree que el blindaje de Botella ser¨¢ a¨²n mayor ahora que es alcaldesa. Habr¨¢ menos resquicios por los que se puedan escapar inconveniencias. No se saldr¨¢ del gui¨®n. Y eso resta posibilidades de atacar uno de sus puntos d¨¦biles. Los partidos de la oposici¨®n empiezan a perfilar la nueva estrategia. El portavoz socialista, Jaime Lissavetzky, ha convocado esta semana una "larga" reuni¨®n con sus concejales para tratar la cuesti¨®n.
Los tres portavoces de la oposici¨®n coinciden en que hay que dar algo de tiempo al nuevo Gobierno para ver c¨®mo se maneja. "Seremos muy exigentes. Habr¨¢ l¨ªneas rojas que no permitiremos que se traspasen", advierte Lissavetzky. "Si hay un cambio en nuestra l¨ªnea de oposici¨®n ser¨¢ porque lo inducir¨¢ el propio Gobierno", asegura el portavoz de Izquierda Unida, ?ngel P¨¦rez. "Si pide que haya un enfrentamiento m¨¢s duro, lo habr¨¢", avisa. "Es evidente que Botella no tiene el arte de la palabra de Gallard¨®n. "Le har¨¦ las preguntas m¨¢s complicadas que le pueda hacer y vamos a buscar sus puntos d¨¦biles. Pero tambi¨¦n vamos a esperar a ver cu¨¢l es su estilo. El de Gallard¨®n era muy duro", se?ala el portavoz de UPyD, David Ortega. "En Gallard¨®n he visto mucha prepotencia y poco di¨¢logo", a?ade.
Ana Botella tiene por delante un mandato con escaso margen de maniobra. La deuda atenaza la gesti¨®n municipal. La ¨¦poca de las grandes obras pas¨®. Alberto Ruiz-Gallard¨®n, adem¨¢s, le ha dejado el camino allanado. La alcaldesa tiene pr¨¢cticamente asegurada la paz social hasta 2015 tras la firma de un convenio con los sindicatos solo unos d¨ªas antes de la marcha del anterior alcalde.
2Adem¨¢s, el exconcejal de Hacienda, Juan Bravo, no solo le dej¨® hecho antes de irse el presupuesto para 2012, sino tambi¨¦n una estricta hoja de ruta hasta 2016. El Ayuntamiento de Madrid cerr¨® 2010 con un d¨¦ficit del 0,58%, lo que le obligaba a presentar al Gobierno central un plan econ¨®mico y financiero. Plan que hereda Botella y que no le va a permitir desviaciones. As¨ª que no parece que la alcaldesa vaya a tener ocasiones de descarrilar. Si adem¨¢s controla su exposici¨®n p¨²blica para evitar deslices, la coraza se antoja casi inexpugnable.
Los partidos de la oposici¨®n, sin embargo, conf¨ªan en seguir atacando a partir de los programas electorales que presentaron a los comicios del pasado mayo. Lissavetzky, por ejemplo, dio la batalla con los desequilibrios territoriales y la p¨¦rdida de competencias y capacidad de acci¨®n de las juntas de distrito. Es una realidad que no ha cambiado y sobre la que seguir¨¢ haciendo oposici¨®n a Botella. El problema de la contaminaci¨®n y el reci¨¦n presentado Plan de Calidad del Aire ser¨¢n otros de sus objetivos.
Lissavetzky pronostica un "marcaje f¨¦rreo" a Botella, pese a su previsible "blindaje". Si se negocia el nuevo reglamento del pleno, los socialistas quieren proponer que haya dos al mes y no uno como hasta ahora. Tanto ellos como UPyD han criticado la "falta de legitimidad" de la nueva alcaldesa. Ortega va m¨¢s all¨¢ con el nuevo Gobierno: "No hay ni un ¨¢rea que mantenga a su responsable. Est¨¢ claro que a Botella no le gustaba el equipo del que ella form¨® parte, porque lo ha cambiado todo".
La parlamentarizaci¨®n de la pol¨ªtica municipal que impuls¨® Gallard¨®n tras ganar sus terceras elecciones a la alcald¨ªa genera ahora nuevas expectativas con la llegada de Ana Botella. La alcaldesa despej¨® algunas dudas cuando nombr¨® presidente del pleno (?ngel Garrido, hasta ahora concejal de Retiro y Villa de Vallecas), lo que quiere decir que, como Gallard¨®n, ella se sentar¨¢ junto al resto del Gobierno local y se someter¨¢ a tres preguntas de la oposici¨®n, una por grupo. Sin embargo, est¨¢ pendiente la reforma del reglamento que anunci¨® el anterior alcalde en junio. "La parlamentarizaci¨®n tiene que serlo a todos los efectos", asegura P¨¦rez. "A¨²n se tiene que crear una mesa del pleno con representaci¨®n de todos los partidos y las comisiones deber¨ªan reformarse para que pueda haber comparecencias", a?ade.
"El Ayuntamiento tiene que priorizar los servicios sociales y centrarse en la calidad de vida de sus ciudadanos", se?ala Ortega. Su formaci¨®n vigilar¨¢ que Botella lo haga, igual que controlar¨¢ los gastos de la carrera ol¨ªmpica, el primer objetivo que la alcaldesa mencion¨® en su discurso de investidura. UPyD no dio su apoyo al tercer intento ol¨ªmpico de la capital. "No estamos para Juegos Ol¨ªmpicos", asegura Ortega. "Y adem¨¢s Madrid ya est¨¢ en el mapa".
Con la marcha de Gallard¨®n, el grupo popular en el Consistorio perdi¨® a un orador brillante capaz de dar la r¨¦plica con soltura a cualquiera de los tres portavoces de la oposici¨®n. Botella est¨¢ ahora, seg¨²n distintas fuentes municipales, en inferioridad de condiciones con respecto a Lissa-vetzky, P¨¦rez y Ortega. Pero tiene a Miguel ?ngel Villanueva, el nuevo vicealcalde y portavoz del Gobierno, y a Pedro Calvo, nombrado portavoz del grupo popular. "Tanto Villanueva como Calvo son gente ducha en los debates", asegura P¨¦rez. "Supongo que Botella les dejar¨¢ el peso a ellos", a?ade. P¨¦rez resta importancia a la capacidad ret¨®rica de la alcaldesa, o a su defecto, precisamente porque habr¨¢ pocas oportunidades de apreciarla: "La oratoria se resume en dos o tres preguntas al mes. Adem¨¢s, se hacen previamente, por lo que se puede preparar el contenido. No tenemos mecanismos institucionales para sacarla del papel", se?ala el portavoz de IU.
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