"Aqu¨ª no hay cartel de cerrado por nada"
Cuatro lugares de Madrid que est¨¢n abiertos las 24 horas del d¨ªa los 365 d¨ªas del a?o
El ejemplar de Asc¨¦tica meditada reposa en un banquito de madera. Su propietario, Jes¨²s, est¨¢ reclinado sobre el peque?o altar de la capilla de la perp¨¦tua Adoraci¨®n. Junta las manos y mira una peque?a figura de cer¨¢mica. La iglesia, en el coraz¨®n del barrio de San Blas, est¨¢ abierta las 24 horas del d¨ªa los 365 d¨ªas de la semana. Hasta hace poco era la ¨²nica de Madrid y de Espa?a. Ahora, desde hace un a?o, le ha salido competencia en el barrio de Chueca, ¡°donde unas monjitas han abierto toda la noche¡±. Eso lo explica el propio Jes¨²s, que tiene turno de guardia hasta las dos de la madrugada. Se encarga de pulsar el telefonillo. ¡°Est¨¢ cerrado porque a veces se cuelan borrachos, aunque no son alborotadores¡±, especifica. No hay borrachos. En el min¨²sculo espacio, antes el lugar donde se ubicaba la pila bautismal de la iglesia, hay tres mujeres en silencio. Una tiene un libro sobre las rodillas y los pies descalzos. Otra reza con las manos prietas y los ojos muy cerrados. La tercera, env¨ªa mensajes desde su tel¨¦fono m¨®vil, aunque con cara de concentraci¨®n espiritual.
La cara abierta de la noche
En Madrid hay 75.000 comercios. De ellos, muy pocos est¨¢n siempre abiertos. Es el caso de los establecimientos de hosteler¨ªa (las cafeter¨ªas solo) de los tanatorios, cuya concesi¨®n tiene la cadena Arturo. Tambi¨¦n las cinco tiendas en Madrid de 7-24. Pero la oferta incluye farmacias, restaurantes de pizza o hamburguesas o comida china.
La capilla no es el ¨²nico lugar abierto todos los d¨ªas y a todas las horas del a?o en Madrid. Hay algunos m¨¢s. Pero no muchos. El bar del tanatorio de la M-30 es uno de ellos. Y es una suerte para los taxistas, porque ¡°est¨¢ limpio y tiene buenas instalaciones¡±, seg¨²n describe uno de estos usuarios. Es un establecimiento bastante grande con unas mesitas con cartel de ¡°reservada¡± al fondo del sal¨®n. En realidad, revela Ana, la camarera del turno de noche, no es que nadie las haya pedido con antelaci¨®n para cenar o comer all¨ª. Los carteles met¨¢licos se colocan para que nadie se siente all¨ª pues esos sitios se reservan para las comidas, generalmente, de los propios empleados del tanatorio.
¡°Aqu¨ª viene gente de todo tipo. Gente muy triste porque se les ha muerto un familiar y gente que lleva la tristeza con risas porque cada uno es distinto¡±, comenta Ana, que niega que el lugar sea un punto de reuni¨®n de noct¨¢mbulos. ¡°Es un buen sitio para ir de copas cuando todo est¨¢ cerrado¡±, objeta, sin embargo, un cliente habitual del establecimiento. En cualquier caso, seg¨²n Ana, ¡°no se montan follones ni es un sitio de fiesta¡±. No hay cartel de cerrado. Ni por vacaciones. Ni por nada.
Las tiendas 7-24 tienen un nombre muy revelador. Efectivamente, est¨¢n siempre abiertas. Son comercios de conveniencia. En Madrid hay cinco tiendas de esta cadena que es una especie de tienda de alimentaci¨®n de barrio pero con m¨¢s cosas y muchas m¨¢s horas con el cierre levantado. Todas. ¡°Vienen a comprar cosas que se les olvidan, complementos¡±, es la no muy entusiasta descripci¨®n del empleado del turno de noche de la que est¨¢ situada en la Avenida de Ram¨®n y Cajal, encajonada entre edificios sombr¨ªos y arbolitos, frente al Parque de Berl¨ªn. No hay mucho trasiego. Solo alg¨²n joven que se baja del coche, carga el hielo, y vuelve a arrancar en direcci¨®n a la fiesta en la que le aguardan.
En Sol siempre est¨¢ abierto el quiosco de prensa de enmedio. Nunca tienen problemas, comentan, aunque han sido testigos de todos los c¨¢nticos ebrios que se practican en el planeta. ¡°Hay mucha gente muy diversa paseando por aqu¨ª¡±, conceden sin dar mucha importancia a ese continuo variar del paisaje.
Todos los empleados coinciden: lo mejor del horario intempestivo es la tranquilidad y el silencio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.