Paseo victoriano por la Gran V¨ªa

Un coche de ¨¦poca ingl¨¦s circulaba ayer a mediod¨ªa por la Gran V¨ªa para sorpresa de los conductores que tambi¨¦n la transitaban. Una familia brit¨¢nica de principios de siglo XX observaba la c¨¦ntrica avenida madrile?a e, incluso, pos¨® unos segundos en la plaza de Callao. De este modo tan original, los Teatros del Canal presentaron ayer el cl¨¢sico ingl¨¦s El tiempo y los Conway, que se estrena hoy en la Sala Roja del mismo teatro.

"Pedimos al p¨²blico que venga a vernos ?Por qu¨¦ no salir a la calle para promocionarnos?", replica Juan Carlos P¨¦rez de la Fuente, director de la obra que se estren¨® hace un a?o en Santander.

Hac¨ªa 20 a?os que El tiempo y los Conway no se representaba en Espa?a y, adem¨¢s, hac¨ªa 25 que P¨¦rez de la Fuente quer¨ªa dirigirlo. "Le¨ª el libro del maestro John Boynton Priestley en los bajos de una librer¨ªa porque no ten¨ªa dinero para llev¨¢rmelo a casa. Decid¨ª que alg¨²n d¨ªa me har¨ªa cargo de la direcci¨®n. Ese d¨ªa ha llegado", anunci¨® ayer P¨¦rez de la Fuente durante la presentaci¨®n. Este drama es un viaje. Un salto en el tiempo de 20 a?os en 50 segundos, "un v¨®mito ¨¢cido y tragic¨®mico", seg¨²n palabras del director. Todo ello adaptado a un lenguaje m¨¢s mediterr¨¢neo que no pierde el civismo, ni la elegancia inglesa.

La acci¨®n se desarrolla en una casa victoriana en un barrio a las afueras de Londres con la fiesta de cumplea?os de Kay en 1919. La Primera Guerra Mundial ha terminado y prevalecen las buenas intenciones, los sue?os y el apogeo. El autor, sin embargo, traslada al espectador en breves segundos a 1937, cuando la Segunda Guerra Mundial se avecinaba a pasos agigantados. Lo que era alegr¨ªa se convierte en agon¨ªa y los int¨¦rpretes deben cambiar su rol y su personalidad y le quitan cierta culpa al tiempo, en parte, protagonista de la funci¨®n. Esto es una novedad, ya que en otras versiones de este cl¨¢sico no ha sido as¨ª. Mart¨ªn, caracterizada c¨®mo la se?ora Conway con un vestido morado de ¨¦poca, cree que las decisiones las toma cada persona, lo que afecta al futuro. "No siempre el tiempo es el culpable", expone.

La obra brit¨¢nica, escrita a finales de los a?os 30 por J. Boynton Priestley, cuenta con un elenco protagonista de lujo: Luisa Mart¨ªn agarra las riendas de la familia Conway y se convierte en la matriarca y protectora de sus hijos, Alan y Kay representados por Alejandro Tous y Nuria Gallardo. "Luisa es una madre-coraje victoriana", la define el director. Adem¨¢s en el reparto se encuentran actores de la talla de Juan D¨ªaz, Chusa Barbero, D¨¦bora Izaguirre, Ruth Salas, Alba Alonso, Rom¨¢n S¨¢nchez Gregory y Toni Mart¨ªnez.

P¨¦rez de la Fuente opina que la representaci¨®n es "para tiempos de crisis. La alegr¨ªa y el dolor forman parte de la vida y eso se refleja en el escenario", explica. En una obra compleja donde la interpretaci¨®n se convierte en el eje, seg¨²n asegura el director de escena. Luisa Mart¨ªn est¨¢ de acuerdo pero puntualiza que es P¨¦rez de la Fuente el que los gu¨ªa "en todo momento".

P¨¦rez de la Fuente, que fue director del Centro Dram¨¢tico Nacional hasta 2004 y actualmente preside la Asociaci¨®n de Directores de Escena (ADE), habla de este trabajo encantado no solo con el resultado tambi¨¦n con los actores y el texto, que ha sido adaptado por Luis Alberto de Cuenca y Alicia Mari?o. Esta ¨²ltima resalta lo fascinante de trabajar con una "obra maestra" como El tiempo y los Conway. De Cuenca, por su parte, no puede evitar bromear con la cantidad de versiones que han elaborado hasta llegar a la definitiva. "Deber¨ªamos hacer un experimento y representar la primera versi¨®n y, a continuaci¨®n, la ¨²ltima", r¨ªe.

En la escenograf¨ªa, P¨¦rez de la Fuente ha querido arriesgar y huir de las convenciones m¨¢s victorianas. "La casa es un elemento m¨¢s, es simb¨®lica, los planos de un arquitecto donde acontecen los problemas del segundo acto y donde se desarrolla la felicidad del primero", manifiesta el director, que ha escapado de sus cl¨¢sicos claro oscuros optando por la luminosidad.

Durante la presentaci¨®n, el director de escena tambi¨¦n hizo referencia a la importancia "en estos tiempos" de que los teatros p¨²blicos colaboren con los privados. "Si no es as¨ª ser¨¢ imposible sobrevivir", sentenci¨®. Los teatros del Canal, propiedad de la Comunidad de Madrid, han coproducido la obra poniendo el espacio para su representaci¨®n.

"Espero que el p¨²blico vaya m¨¢s all¨¢ de o¨ªr y sentir la obra. Espero que la sientan porque, de verdad, merece la pena".