El fallo diferencial
"Esta tierra industrial y pujante se hund¨ªa en el mar de la especulaci¨®n con un ladrillo al cuello"
A lo largo de los ¨²ltimos diecis¨¦is a?os, podemos recordar a infinidad de dirigentes auton¨®micos queriendo hacernos creer que la Comunidad Valenciana era la punta de lanza de la modernidad, la vanguardia de la competitividad y el lugar ideal para realizar todo tipo de eventos deportivos con el objetivo de demostrar al mundo la pujanza, el hecho diferencial que dicen los catalanes, de esta tierra y sus gentes.
A lo largo de este tiempo, muchos de ellos se han esforzado en escondernos que esta tierra, otrora industrial y pujante, se iba hundiendo en el mar de la especulaci¨®n con un ladrillo al cuello y, a¨²n peor, han mantenido la apuesta hasta el ¨²ltimo momento, demorando de manera irresponsable unas medidas correctoras que ahora se consideran imprescindibles y urgentes, cuando hace solo unos meses ten¨ªamos todo el tiempo y la confianza necesaria para remontar sin grandes esfuerzos.
Hoy, las noticias negativas sobre la Comunidad y su econom¨ªa se agolpan y dejan estupefactas a quienes creyeron sin cr¨ªtica, a quienes prefirieron ignorar los barracones en los que nuestros hijos estudian y ver por televisi¨®n las carreras de f¨®rmula 1 o las regatas, el tenis o la h¨ªpica. Hoy, los barracones siguen abiertos, se ha cortado la luz a algunos centros educativos y hasta se ha dado el inaudito caso de ver c¨®mo las asociaciones de madres y padres son llamadas para que aporten de su bolsillo el dinero necesario para asegurar la viabilidad de la educaci¨®n p¨²blica. Para tapar muchos agujeros como este, hubiera venido muy bien tener ahora el dinero destinado a pagar los sobrecostes de algunas de las obras emblem¨¢ticas y ruinosas que todos conocemos.
La sanidad p¨²blica tambi¨¦n est¨¢ en entredicho. De un tiempo a esta parte, se inici¨® el camino a una privatizaci¨®n, m¨¢s o menos encubierta, y los recortes en los salarios, aprobados hace escasas fechas parecen responder a una calendarizaci¨®n donde la estaci¨®n de destino se llama negocio.
Adem¨¢s, sobre otros servicios p¨²bicos como los transportes o la televisi¨®n se comienzan a hacer predicciones catastr¨®ficas, como si alguno de los nuevos responsables auton¨®micos hubiera llegado de Marte o se negara a frotarse los ojos, sin querer llegar a despertar, por no ver lo que sus compa?eros de partido han hecho a esta tierra y a sus habitantes.
?Cu¨¢l es el fallo diferencial? ?Por qu¨¦ la Comunidad Valenciana se ha convertido en sin¨®nimo de desastre, cuando la crisis es general? ?Acabaremos finalmente en la cuneta y descalabrados? Son cuatro los presidentes auton¨®micos, pertenecientes al Partido Popular, que han ocupado el Palau de la Generalitat en los ¨²ltimos a?os. Zaplana, Olivas, Camps y Fabra. Del ¨²ltimo, debemos decir que es quien menos responsabilidad tiene de lo ocurrido en el pasado, pero de los tres primeros podr¨ªamos escribir un relato b¨ªblico, no del santo Job, sino el Eclesiast¨¦s que en hebreo significa predicador, el que habla en la Iglesia o en la Asamblea. All¨ª podemos leer: si la moral es la ciencia de lo que debemos hacer, la sabidur¨ªa es el arte de hacerlo con agrado y con fruto. Porque ella fructifica como el rosal junto a las aguas.
Por desgracia, lo que ha fructificado en la Comunidad tiene m¨¢s espinas que las rosas: una tasa de desempleo superior a la media espa?ola, p¨¦rdidas del PIB que casi la duplican, una industria tradicional reducida a la m¨ªnima expresi¨®n, unas entidades financieras intervenidas o absorbidas, y una ciudadan¨ªa perpleja ante las tropel¨ªas investigadas por la Justicia.
Las palabras, como en los malos sermones, han tenido un efecto somn¨ªfero. ?Recuerdan haber o¨ªdo que la Generalitat Valenciana hac¨ªa una apuesta decidida por la I+D, por la modernizaci¨®n, la excelencia y la internacionalizaci¨®n para poner a la Comunidad en el mapa? Ciertamente, los Gobiernos del Partido Popular nos han puesto en el mapa, lo que no somos capaces de discernir es en qu¨¦ mapa, en el del despilfarro, en el de la corrupci¨®n o en el de la torpeza pol¨ªtica.
Ante ello, los trabajadores y trabajadoras y la ciudadan¨ªa debemos dar cumplida respuesta. Por un lado, debemos denunciar la ruptura de acuerdos y el menosprecio al di¨¢logo social y, por otro, hemos de frenar la quiebra de un sistema social, el Estado del Bienestar que, al menos en el discurso, ha sido defendido por todos los partidos que han llegado a las Cortes Valencianas sin excepci¨®n. Este jueves 26 de enero a las 18.30 las tres capitales de provincia comenzar¨¢n a ense?ar a nuestros gobernantes la verdadera cara de la Comunidad Valenciana.
Conrado Hern¨¢ndez es secretario general de UGT-PV.
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