Cuando el amor no basta
El asturiano interpret¨® varios temas que le permitieron presentar su actuaci¨®n como un repaso a ¡°canciones de amor y guerra¡±
Pintan tiempos crudos, tanto que ni tan siquiera los artistas m¨¢s ensimismados e introspectivos, herm¨¦ticos e inasequibles pueden darles la espalda. Bien, eso al menos rezar¨ªa para Nacho Vegas, quien quiz¨¢s dada su levantisca sangre asturiana es incapaz de olvidar que su tierra ha sabido decir basta cuando las cosas se han tornado insoportables. De todo esto dio muestra el artista en su paso por Barcelona, donde entre algunas de las canciones de su ¨²ltimo ep¨¦, otro formato que se antoja una adaptaci¨®n a los tiempos al ser regalado en descarga, interpret¨® varios temas que le permitieron presentar su actuaci¨®n como un repaso a ¡°canciones de amor y guerra¡±. Tiempos nuevos, tiempos salvajes, que dec¨ªan los Ilegales.
En realidad, de su ¨²ltima entrega, Como hacer crac, pasaron por el escenario del Palau apenas dos cortes, el que da t¨ªtulo al ep¨¦ y Marquesita, conformando el resto del repertorio una colecci¨®n de ¨¦xitos mayores y menores entresacados de un cancionero que ya se antoja como un saco de grano en el que no hay problema para meter la mano y hacer la selecci¨®n adecuada. Abriendo con Cuando te canses de m¨ª, uno de los rescates de La zona sucia, su ¨²ltimo larga duraci¨®n, avanz¨® con La gran broma final, Hablando de Marlen, Perplejidad, Taberneros y cerr¨® con Ocho y medio y La noche m¨¢s larga del a?o. Al final, tras casi dos horas de actuaci¨®n, el p¨²blico bram¨® largamente por un desatendido ¨²ltimo bis. La funci¨®n acab¨®.
Nacho Vegas
Palau de la M¨²sica
27 Enero 2012
Pero lo central de ¨¦sta funci¨®n ya hab¨ªa quedado flotando en el Palau, un recinto burgu¨¦s que ahora comprueba c¨®mo la burgues¨ªa y las clases medias son olvidadas dado que ya no son necesarias ¨Cal menos para quienes toman las decisiones econ¨®micas, que ahora son las ¨²nicas-. Tanto que algunos ya no pueden mirar hacia otro lado. Por eso Nacho llam¨® a varios amigos para cantar con ellos sus canciones de protesta, temas de letra expl¨ªcita que evocan tiempos pret¨¦ritos. Fue el caso de Ra¨²l Fern¨¢ndez, Refree, quien se atrevi¨® con Gallo rojo, gallo negro, un temas conocido del no muy conocido Chicho S¨¢nchez Ferlosio; o de Fernando Alfaro, quien cant¨® una sombr¨ªa y l¨²gubre versi¨®n del himno de los mineros asturianos, Santa B¨¤rbara; una preciosa versi¨®n de The partisan cantada con Pauline en la Playa y el ¡°This land is your land¡± a dueto con Roberto Herreros. Canciones de guerra cuando con las de amor ya no basta.
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