El p¨¢del se democratiza
El deporte que populariz¨® Aznar vive una edad de oro en Galicia
¡°Soy muy asociativo¡±, previene Manuel Fern¨¢ndez Prado. Tambi¨¦n es persistente. Una tarde, hace unos tres a?os, este coru?¨¦s al que todos llaman Poli se present¨® en un acto electoral del BNG en los estertores del bipartito, cuando los nacionalistas se encargaban de pilotar el deporte gallego. All¨ª los pol¨ªticos se embelesaban con cifras de mujeres deportistas antes de que les espetaran desde el auditorio. ¡°Tengo una federaci¨®n encima de vuestra mesa, con 500 mujeres mayores de 35 a?os que no han hecho jam¨¢s deporte federado y que compiten en torneos¡±. El aviso removi¨® conciencias y el ¨²ltimo d¨ªa que Marta Souto ejerci¨® de directora general para el deporte firm¨® la constituci¨®n de la Federaci¨®n Gallega de P¨¢del. El deporte que introdujeron en Espa?a Alfonso de Hohenlohe y Manolo Santana, v¨ªa Marbella, y que despu¨¦s populariz¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, lo legaliz¨® en Galicia el BNG.
¡°Decir que si juegas al p¨¢del eres del PP es como sentenciar que si tienes un bonsai eres socialista¡±, alerta Poli. Y al margen de filiaciones, cada vez juega m¨¢s gente. ¡°Hace dos a?os ¨¦ramos 800, ahora hay 2.500 censados en clubes y calculamos que unos 12.000 gallegos lo practican habitualmente¡±, explican en la federaci¨®n. Las pistas crecen como setas, en antiguas naves industriales o vecinas a glamurosos bares de moda y ya hay m¨¢s de 200 en Galicia, donde se juegan 50 torneos al a?o y se puso en marcha el pasado fin de semana una liga auton¨®mica en la que compiten 121 equipos masculinos y femeninos con no menos de diez jugadores cada uno.
¡°Es un deporte que engancha, f¨¢cil de jugar, que si no es al m¨¢s alto nivel no exige mucho porque el ritmo no es muy alto¡±, apunta Vanessa Alonso, lucense, una de las mejores jugadores gallegas, d¨¦cima en el r¨¢nking nacional por parejas, que es casi tanto como decir mundial porque el p¨¢del apenas se ha introducido m¨¢s all¨¢ de Argentina, su cuna, Brasil y Espa?a. Hay sencillez, pero adem¨¢s un componente integrador. ¡°Es una modalidad mucho m¨¢s social que el tenis e iniciarse no es complicado, cualquiera en una seman tiene sensaci¨®n de nivel y de diversi¨®n¡±, matiza Jaime Barral, director deportivo de la sede en Nigr¨¢n del Real Club N¨¢utico de Vigo. ¡°En el sur de Galicia el auge del p¨¢del lleg¨® m¨¢s tarde que en el norte. Ahora es el apogeo¡±, diagnostica.
¡°Hace dos a?os
Estamos ante un deporte, pero tambi¨¦n ante un buen negocio. Con la cantidad, la base de practicantes se ha democratizado, pero resta un halo elitista que se refleja en los precios del material. ¡°No es barato¡±, resume Barral, que propone a quien tenga dudas que se pase por los aparcamientos de algunas pistas, invariablemente abarrotadas.
Puestos a etiquetar, el p¨¢del no tiene dobleces, es un deporte para gente madura que no engancha a los ni?os. En la Federaci¨®n lo dan casi por imposible, las concentraciones gratuitas que intentaron apenas tuvieron ¨¦xito. ¡°A los chavales les sigo aconsejando que hagan tenis, que es un deporte m¨¢s completo. Para el padel siempre hay tiempo¡±, reconoce Vanessa Alonso, que antes de pasarse a la raqueta de gomaespuma tuvo una aceptable trayectoria con la encordada, campeona gallega en alev¨ªn o infantil. Ahora compite y da clases en el club que ha puesto a andar con su compa?era Carmen Le¨®n y otra socia en Cambre. Su actividad docente es un no parar en el que destaca la mayoritaria presencia de mujeres. ¡°Impacta ver a se?oras de m¨¢s de 40 a?os que nunca en su vida hab¨ªan tenido unas zapatillas y un ch¨¢ndal en el armario y que est¨¢n enganchad¨ªsimas. Tenemos tres o cuatro casos y los maridos flipan¡±, describe Alonso. ¡°El 80% de nuestras clases son con mujeres¡±, cuantifica Barral, que identifica un p¨²blico cada vez m¨¢s creciente que busca ¡°todo hecho, una clase semanal y una partida agradable sin mayores pretensiones¡±.
No engancha a
¡°Lo cierto es que con el p¨¢del la agenda telef¨®nica crece una barbaridad¡±, sentencia Poli, que ahora mira hacia atr¨¢s, hacia 2008 cuando la Xunta era remisa a constituir la federaci¨®n porque ello significaba tener que destinar m¨¢s dinero en ayudas. Fue entonces cuando recorri¨® Galicia en busca de los 30 clubes que le demandaban, cuando dise?¨® un informe de viabilidad y so?¨® con lo que tiene ahora, un organismo en el que cualquier federado puede realizar cualquier gesti¨®n por Internet y al que la misma Xunta que les miraba con escepticismo les acaba de premiar como la mejor federaci¨®n gallega. Se enfoca hacia el retrovisor Poli y ve recuerda las dos pistas de La Solana, en A Coru?a, aquel torneo de 40 pioneros al que se apunt¨® de casualidad, le enorgullece el crecimiento, pero le desagrada que se perdiera la candidez del que comienza. ¡°Antes te re¨ªas m¨¢s, te lo pasabas mejor. Ahora no existe la pachanga¡±. Y ahora en el inicio de la competici¨®n auton¨®mica que organiza hasta se asusta. ¡°2.000 personas jugando una liga. ?Hemos creado un monstruo!¡±.
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