Factura
Lo sustancial estar¨¢ en comprobar hasta qu¨¦ punto se aplicar¨¢ una verdadera integraci¨®n aqu¨ª
Habr¨¢ que ver si, finalmente, es el PSOE andaluz el que paga la factura de la "fiesta de la democracia", como se refieren, con cierta retranca, los viejos militantes a ese artificio de las primarias que sigue sin convencerles del todo. Parten con desventaja porque salen del trance del 38 Congreso Federal sin poder evitar que su m¨¢ximo dirigente, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, aparezca como perdedor y con algunos rasgu?os por resta?ar. Tal vez sea ahora, precisamente, cuando redescubran el verdadero valor de la figura de la presidencia del partido. Querr¨¢n ver en ella algo m¨¢s que un s¨ªmbolo, hasta el punto de que seguro que le otorgan el realce que se merece tal rango, de modo que le conceder¨¢n todos los honores que correspondan, despacho, cuando proceda, reconocimiento y respeto a aquel que ejerza dicha funci¨®n, tal y como le hubiera gustado al anterior responsable del cargo, Manuel Chaves.
Pero lo sustancial estar¨¢ en comprobar hasta qu¨¦ punto ser¨¢n capaces de aplicar una verdadera integraci¨®n aqu¨ª, en nuestra comunidad. La delegaci¨®n andaluza acudi¨® a la cita con signos muy evidentes de divisi¨®n, producto de una torpe estrategia que ha sobrepasado todos los l¨ªmites posibles. El error may¨²sculo fue meter de lleno en la pelea al propio presidente de la Junta, cuyo nombre esgrim¨ªan sus colaboradores m¨¢s cercanos para remover obst¨¢culos como si fuera ¨¦l quien se presentaba a dichas primarias. Ahora, como presidente federal del partido, se presume que ejercer¨¢ de ¨¢rbitro para conciliar los ¨¢nimos de unos y otros, muy exaltados, desde luego, otra vez, ante la dif¨ªcil tesitura que se plantea a partir de esta semana para la confecci¨®n de las listas al Parlamento andaluz.
Si se traslada a esta nueva fase el mismo esquema de choque interno que se ha vivido ante la elecci¨®n de Rubalcaba o Chac¨®n, no habr¨¢ duda alguna de que ser¨¢ el socialismo andaluz el principal pagano del evento vivido en el hotel de la Cartuja. De momento, tendr¨¢n que conformarse con una representaci¨®n en la Ejecutiva federal algo m¨¢s liviana. Pero est¨¢ claro que si cierran filas, con responsabilidad y generosidad, puede que todo lo vivido se convierta en el revulsivo pretendido para afrontar el dif¨ªcil compromiso de pedir a los andaluces su voto con solvencia y, sobre todo, con la m¨ªnima cohesi¨®n posible. Con acierto y justicia, Rubalcaba se acordaba del tristemente desaparecido, Alfonso Perales. Sus dosis de sentido com¨²n, astucia e inteligencia se siguen echando de menos.
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