V¨¢zquez Vigo, de la flauta al tango para Gardel

La historia del m¨²sico ferrolano Jos¨¦ V¨¢zquez Vigo es un buen ejemplo de las grandes oportunidades que se presentaron a los gallegos que decidieron cruzar el charco a principios de siglo para buscar nuevos horizontes. En 1914, cuando tan solo contaba 16 a?os, V¨¢zquez Vigo emprende viaje desde A Coru?a hacia Buenos Aires donde le espera su hermano Julio que hab¨ªa emigrado con anterioridad. Con el paso de los a?os, Jos¨¦ acab¨® convirti¨¦ndose en compositor de m¨²sica para muchas pel¨ªculas argentinas e incluso lleg¨® a componer un tango que grab¨® la figura inmortal del g¨¦nero, Carlos Gardel, de quien al parecer fue secretario personal durante alg¨²n tiempo. Cuando sali¨® desde su Ferrol natal hacia el nuevo mundo sus conocimientos musicales se limitaban a saber tocar la flauta.

El tango fue tan solo uno de los g¨¦neros musicales que cultiv¨® V¨¢zquez Vigo, quien tambi¨¦n trab¨® amistad con otro de los grandes de este tipo de m¨²sica, el compositor Enrique Santos Disc¨¦polo. Este ¨²ltimo era adem¨¢s guionista, director y actor de cine y V¨¢zquez Vigo colabor¨® con ¨¦l al trabajar como director musical en cuatro pel¨ªculas realizadas por Disc¨¦polo. Los cantantes Jos¨¦ Razzano y Libertad Lamarque y el director de orquesta Francisco Canaro fueron otras de las figuras que grabaron temas compuestos por V¨¢zquez Vigo.

El m¨²sico ferrolano fue director de orquestas porte?as como Iberia, que tocaba m¨²sica de inspiraci¨®n espa?ola, o Los Murci¨¦lagos, una banda de jazz en la que tambi¨¦n participaba su sobrino Joaqu¨ªn. La versatilidad a la hora de componer le permiti¨® poner m¨²sica a pel¨ªculas de tem¨¢tica diversa como El amanecer de una raza, Loco lindo, Melod¨ªas porte?as o Palermo. A lo largo de su vida compuso pasodobles, jotas, mui?eiras, rancheras, tangos y valses, con t¨ªtulos de ¨¦xito como Currito de la Cruz, Cara Morena, La coru?esa, La comadreja, Guitarra espa?ola, Mulatita m¨ªa, Nena y Maryflor. Este ¨²ltimo tango es el tema que grab¨® Gardel. El museo que lleva el nombre del gran cantante de tangos en Buenos Aires conserva discos de la ¨¦poca con la grabaci¨®n original realizada por el propio Gardel.

La vida de V¨¢zquez Vigo tambi¨¦n fue intensa en el terreno personal. Su nieta, la conocida actriz Ver¨®nica Forqu¨¦, explica que su abuelo materno regres¨® a Espa?a en 1947 y pronto entr¨® en contacto con el mundo del cine. Fue ¨¦l mismo quien le present¨® a su hija, Tet¨¦, a un entonces joven Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦ con el que acabar¨ªa cas¨¢ndose. Forqu¨¦ se convirti¨® en uno de los grandes nombres de la comedia en Espa?a y su mujer en una actriz de ¨¦xito. Tet¨¦ acab¨® siendo una de las voces m¨¢s reconocidas de los folletines radiof¨®nicos que V¨¢zquez Vigo se trajo en la maleta desde Argentina a Espa?a. ¡°Mi abuelo le present¨® los guiones a Manuel Aznar, padre del que luego fue presidente del Gobierno, y que entonces dirig¨ªa Radio Madrid. Al principio le dijeron que no, pero al final consigui¨® que se emitiesen en Espa?a y acabaron teniendo un gran exito¡±, explica la actriz.

Ver¨®nica Forqu¨¦ no conoci¨® a su abuelo, ya que falleci¨® en Buenos Aires apenas unos d¨ªas antes de que ella naciera. Por lo que le han contado sus familiares, su abuelo fue un hombre de mucho ¨¦xito con las mujeres. Se cas¨® dos veces. Su primera mujer, la bailarina asturiana Carmen L¨®pez falleci¨®, y la segunda fue una joven con la que se cas¨® en Madrid. V¨¢zquez Vigo hab¨ªa regresado a Espa?a unos a?os antes y la joven le sigui¨® hasta la capital de Espa?a. Pocos a?os despu¨¦s acabaron regresando a Argentina aunque, al parecer, V¨¢zquez Vigo prefer¨ªa haberse quedado en su pa¨ªs de origen. Al final se separaron y el m¨²sico ferrolano muri¨® en 1955 como consecuencia de un ictus.

El director del Centro Galego de Artes da Imaxe (CGAI), Guillermo Escrigas, ha recopilado material sobre la trayectoria del m¨²sico ferrolano y el centro que dirige cuenta con copias de pel¨ªculas m¨²sicadas por V¨¢zquez Vigo. ¡°En aquella ¨¦poca hab¨ªa muchas orquestas en Buenos Aires y V¨¢zquez Vigo fue uno de los gallegos que consigui¨® abrirse camino. No fue el ¨²nico, hubo otros, lo que pasa es que es muy dif¨ªcil seguirles la pista porque conseguir documentaci¨®n en Argentina es toda una odisea¡±, indica Escrigas.