"Queremos ser como cualquier otro vecino de Madrid, sentirnos uno m¨¢s"
El consejero de Asuntos Sociales pide a los ayuntamientos una moratoria en los derribos Los representantes de los 11.000 vecinos de la v¨ªa se re¨²nen por primera vez El Ayuntamiento de Rivas se muestra cr¨ªtico con la petici¨®n del consejero
Era un d¨ªa se?alado para los 11.000 madrile?os que pueblan la Ca?ada Real y sus efectos derivados no lo fueron menos. El consejero de Asuntos Sociales ha solicitado esta ma?ana una moratoria, ¡°como se?al de buena voluntad¡±, a los ayuntamientos de Madrid, Coslada y Rivas para que ¡°no derriben ninguna vivienda del ¨¢rea salvo que se traten de chabolas y otras infraviviendas o tengan que ver con la venta de droga y fines criminales y por tanto afecten a la inseguridad ciudadana¡±. Fausto Fern¨¢ndez, concejal de Urbanismo de Rivas, ha mostrado su malestar al respecto: "Nuestro ayuntamiento no renuncia a su obligaci¨®n de aplicar sanciones por irregularidades urban¨ªsticas".
A la petici¨®n de Victoria, caiga o no en saco roto, se a?ade otro hecho relevante: los representantes vecinales de los seis sectores en que se dividen los 14,4 kil¨®metros de la arteria a su paso por las tres localidades se han reunido por primera vez, compartiendo el mismo techo y espacio-tiempo desde que la v¨ªa utilizada por los ganaderos empez¨® a ser tomada por miles de outsiders a partir de los a?os 50. La decisi¨®n tampoco gust¨® al alcalde de Rivas, Jos¨¦ Masa, que entiende que el consejero deb¨ªa haberse reunido primero con los consistorios. "Nos ha sorprendido sobremanera c¨®mo Victoria ha incumplido la palabra que nos dio en la reuni¨®n que tuvimos con ¨¦l, el pasado 7 de noviembre, respecto a dar prioridad a la constituci¨®n de la mesa institucional", ha se?alado el edil. De momento no hay una fecha fijada en la que Asuntos Sociales se siente con los tres Ayuntamientos referidos.
Al c¨®nclave han asistido una docena de activistas, representantes desde los sectores m¨¢s normalizados, como el que est¨¢ integrado en el casco urbano de Coslada al m¨¢s complicado y poblado (4.000 almas), el sector VI, ubicado en Vallecas y el m¨¢s complicado al ser un rompecabezas a escala humana con innumerables focos de conflicto que engloban delincuencia, comercio de estupefacientes, altas tasas de analfabetismo y una insalubridad galopante. Vanessa Valenzuela, presidenta de la agrupaci¨®n Ca?ada Real Merinas, que aglutina los tres primeros sectores ¨Cunos 4.000 habitantes entre Coslada, Vic¨¢lvaro (Madrid) y Rivas-, fue la ¨²nica que acept¨® salir en p¨²blico frente a las reticencias por diversos motivos del resto, como el miedo a que les pudiera afectar en sus puestos de trabajo que se conociera que viven en la Ca?ada. ¡°Queremos ser como cualquier otro vecino de Madrid, sentirnos uno m¨¢s¡ Siempre hemos estado dispuestos a pagar impuestos por los distintos servicios, por comprar el suelo sobre el que levantamos nuestras casas¡±, ha explicado Valenzuela, que distingue entre "las distintas realidades" de la Ca?ada. Diferentes mundos que abarcan desde los chalets m¨¢s lujosos a las chabolas levantadas con cuatro tablas y tejados de uralita.
¡°Hoy nos hemos sentado juntas las cuatro agrupaciones m¨¢s antiguas. Lo que pretendemos es dejar de tener un asfalto precario, unas tomas de luz en malas condiciones¡±, ha resumido la portavoz. ¡°Es tan sencillo como que tengan una serie de derechos y deberes, que dispongan de una recogida de basuras, que las calles est¨¦n se?alizadas al tr¨¢fico, que no tengan que pinchar la corriente el¨¦ctrica¡ Nuestro objetivo es que la mayor¨ªa de propietarios puedan comprar el suelo de la vivienda, porque supone una normalizaci¨®n, un reconocimiento, en definitiva seguridad jur¨ªdica para atajar un problema para personas que llevan hasta tres generaciones viviendo en sus casas¡±, aporta Victoria. El consejero ha pedido hoy el censo de fincas y residentes que se encarg¨® a los distintos ayuntamientos implicados, para "poder afrontar con exactitud el reto" que durante d¨¦cadas ha supuesto la Ca?ada a todas las Administraciones. "Los primeros datos aproximados, seg¨²n el recuento de los vecinos y el IRIS [Instituto de Realojamiento e Integraci¨®n] hablan de unas 11.000 personas frente a las 40.000 que siempre se dijeron. Por lo tanto el problema es menor; quiz¨¢s antes, ante semejante volumen de gente, no se actu¨® por desinter¨¦s o no saber c¨®mo hacerlo", ha referido Victoria, que coordinar¨¢ a todas las consejer¨ªas con competencias, como Sanidad, Educaci¨®n o Medioambiente. El responsable de Urbanismo de Rivas tambi¨¦n discrepa en este sentido: "El censo que han presentado est¨¢ plagado de inexactitudes, por no decir de errores manifiestos que hubieran sido f¨¢cilmente subsanados si se hubieran dirigido a este Ayuntamiento para preguntarnos¡±.
La portavoz del PSOE en la Comisi¨®n de Asuntos Sociales, Matilde Fern¨¢ndez, ha celebrado la reuni¨®n y espera que el plan de trabajo "cuente con la mayor participaci¨®n y consenso posibles".? "Hace 15 d¨ªas le pedimos al consejero durante un pleno que se pusiera manos a la obra para acabar de modo eficaz con la exclusi¨®n en Ca?ada Real. Por suerte, parece que la petici¨®n ha funcionado¡±, ha observado la diputada socialista. Lo que no consigui¨® su partido durante el debate presupuestario es que el Gobierno regional de Esperanza Aguirre aceptase su propuesta de reservar recursos econ¨®micos en las consejer¨ªas con competencias para intervenir en los problemas de la Ca?ada. "Con el no del PP a esta reserva econ¨®mica, el plan social nacer¨¢ probablemente sin presupuesto, una carencia que nos preocupa", entiende Mart¨ªnez.
El pr¨®ximo 15 de marzo, d¨ªa en que se cumple un a?o de la aprobaci¨®n de la ley 2/2011, que convierte en bien patrimonial la v¨ªa pecuaria para as¨ª transformar el suelo en urbanizable, industrial o zonas verdes en funci¨®n de las necesidades locales, las agrupaciones invitar¨¢n a todos los interesados a pasear por el terreno ¡°para acabar con un estereotipo de marginalidad muy lejano de la realidad en la mayor¨ªa de los 14 kil¨®metros¡±, sentencia una amiga de Valenzuela. Aun as¨ª, ella tampoco dice su nombre y reh¨²ye las c¨¢maras, temerosa del qu¨¦ dir¨¢n.
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