Los grandes narcos prestar¨¢n servicios sociales para obtener la condicional
Vigilancia Penitenciaria extender¨¢ las ¡°medidas reparadoras¡± que aplic¨® a Laureano Oubi?a Entre los posibles afectados est¨¢n Sito Mi?anco y Josefa Charl¨ªn
Los narcotraficantes clasificados en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento (Fies) que cumplen penas superiores a los 15 a?os de prisi¨®n prestar¨¢n, como Laureano Oubi?a, servicios sociales como condici¨®n para obtener el tercer grado penitenciario, una vez que hayan cumplido las tres cuartas partes de la condena. La medida afecta a los considerados jefes del narcotr¨¢fico que ocupaban puestos de m¨¢xima jerarqu¨ªa dentro de grupos de crimen organizado, y se aplic¨® por primera vez a Oubi?a en un auto innovador y sin precedentes por el que el juez central de Vigilancia Penitenciaria le concedi¨® la libertad condicional en diciembre pasado.
?Aunque la prestaci¨®n de servicios humanitarios a drogodependientes ya se hab¨ªa aplicado a otros presos por delitos contra la salud p¨²blica pero de menor trascendencia, el dictamen del juez Jos¨¦ Luis Castro se hizo extensivo, por primera vez, a personajes hist¨®ricos del narcotr¨¢fico, como fue el caso de Oubi?a, para concienciarles del perjuicio causado a la sociedad y reparar el da?o.
Jos¨¦ Ram¨®n Prado Bugallo, Sito Mi?anco, aparece en el siguiente lugar de una larga lista que se ha ido completando los ¨²ltimos a?os. Prado Bugallo ya obtuvo los permisos previos a la obtenci¨®n del tercer grado penitenciario y su segunda condena de 16 a?os y 10 meses no se extinguir¨¢ hasta 1018. Fuera de todo pron¨®stico, el famoso narcotraficante logr¨® primero convencer a las autoridades de la prisi¨®n y luego a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional para preparar su libertad condicional.
Josefa Charl¨ªn, la primog¨¦nita de Manuel Charl¨ªn Gama, tambi¨¦n se encuentra en la lista de espera de los Fies. Condenada por narcotr¨¢fico y blanqueo de dinero a penas que suman 33 a?os de c¨¢rcel, la considerada cerebro del extenso clan familiar ya ha conseguido su primer permiso en v¨ªsperas de las pasadas navidades.
Otro de los afamados personajes por su implicaci¨®n en el tr¨¢fico de drogas es Alfredo Cordero, exmiembro destacado del clan de Los Charlines, cuya condena de 20 a?os no se extinguir¨¢ hasta 2020. Su compa?ero de batallas Francisco Javier Mart¨ªnez Sanmill¨¢n ingres¨® en prisi¨®n en 2006 para cumplir varias sentencias acumuladas que superan los 50 a?os de c¨¢rcel despu¨¦s de protagonizar la fuga m¨¢s larga en la historia del narcotr¨¢fico en Galicia.
Con el mismo perfil, Marcial Dorado, el hist¨®rico contrabandista de tabaco, tambi¨¦n es un candidato a desempe?ar trabajos sociales. Aunque est¨¢ condenado a 10 a?os de prisi¨®n por la que fue su primera sentencia por tr¨¢fico de drogas, Dorado Ba¨²lde tiene pendiente un juicio por blanqueo de dinero, uno de los m¨¢s sonados por el montante econ¨®mico y patrimonial intervenido que se extiende a varios para¨ªsos fiscales.
En sus razonamientos jur¨ªdicos, el juez Jos¨¦ Luis Castro tiene claro que ¡°la ejecuci¨®n de las penas tiene que estar orientada a la reinserci¨®n y reeducaci¨®n de los condenados como parte del tratamiento penitenciario¡±. Para ello se destinar¨¢ al preso al centro m¨¢s adecuado y en su clasificaci¨®n de tercer grado se deber¨¢ tener en cuenta su historial individual, delictivo, social y familiar, tambi¨¦n el medio al que retornar¨¢ y su futuro laboral, cuestiones todas ellas que tendr¨¢n que ser evaluadas por los servicios sociales de los centros penitenciarios.
Jos¨¦ Luis Castro considera que la progresi¨®n al tercer grado, cuando el preso sale por la ma?ana de la prisi¨®n y regresa a dormir, disfrutando de fines de semana alternos en libertad, no deja de ser una serie de ¡°mecanismos normales de control de la marcha del interno, lo que obviamente no debe de hacerse si no es con una cierta garant¨ªa de ¨¦xito en el uso de ese margen de confianza y una perspectiva razonable de no utilizaci¨®n indebida del mismo, tanto en la comisi¨®n de nuevos delitos como en el quebrantamiento de la condena¡±.
Valorando cada caso, el juez cree que ¡°el reconocimiento del da?o causado a la sociedad y el arrepentimiento es un importante paso pero necesita de otras actuaciones que permitan constatar de hecho la reparaci¨®n del da?o y que la sociedad pueda percibirlo, porque en los delitos contra la salud p¨²blica no hay v¨ªctimas concretas y el penado debe asumir los perjuicios de su acci¨®n¡±.
Castro incide en el aspecto resocializador de la condena, lo que obliga a imponer reglas de conducta que ser¨¢n establecidas por la junta de tratamiento de cada prisi¨®n para que obligue al interno a acudir a una organizaci¨®n de asistencia a personas desfavorecidas o con un problema de drogodependencia, seg¨²n el caso.
¡°Ello supone asumir el valor del pleno respeto a los derechos humanos de los dem¨¢s (v¨ªctima, familia y sociedad), siendo la salud circunstancial a la propia realidad del hombre, m¨¢xime cuando la droga en general ha producido muerte o trastornos a los consumidores y enormes perjuicios morales y econ¨®micos a las familias que les apoyan en la voluntad de abandonar el consumo¡±.
Laureano Oubi?a est¨¢ a punto de que su clasificaci¨®n de tercer grado se haga efectiva y a solo cinco meses de ser libre definitivamente por resoluci¨®n del Tribunal Supremo. Su abogado Enrique Trebolle ha lamentado que se tardara tanto en dar cumplimiento al auto del juez de Vigilancia Penitenciaria que dict¨® el 27 de diciembre pasado. El famoso narcotraficante de hach¨ªs probablemente cumplir¨¢ el tercer grado en un establecimiento penitenciario de Madrid despu¨¦s de descartarse su traslado a Galicia para saldar con la justicia el tiempo que le queda como penado. Por el momento no ha trascendido cu¨¢l ser¨¢ su futura vida profesional.
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