Chaves

La celebraci¨®n del D¨ªa de Andaluc¨ªa a las puertas de las elecciones se erige, m¨¢s que nunca, como una excelente ocasi¨®n de hacer balance de la senda auton¨®mica que el pueblo andaluz decidi¨® soberanamente emprender por s¨ª mismo, sin ataduras ni tutelas. Un proyecto pol¨ªtico que se ha visto materializado a lo largo del tiempo y que resulta absolutamente irreversible, a pesar de los intentos que se observan para descafeinar un proceso que desemboc¨® en el Estado de las Autonom¨ªas y bajo cuyo modelo nuestra tierra ha conseguido las mayores cotas de desarrollo econ¨®mico y social. Aquellos que a cuenta de la gravedad de la crisis actual aprovechan la oportunidad para cuestionar su propia existencia, apelando a instrumentos de gobierno ya periclitados y anclados en el m¨¢s a?ejo de los centralismos, deber¨ªan refrescar su memoria y comprobar el elevado grado de entusiasmo e ilusi¨®n con el que los andaluces afrontaron esta empresa pol¨ªtica que, a pesar de todo, les ha tra¨ªdo avances notables nunca antes alcanzados como pueblo con identidad propia.

Cierto es que de ese esp¨ªritu poco queda en la actualidad. El peso de la adversidad es tal, con m¨¢s de un mill¨®n de parados, que cualquier tesis correctora se abre paso con suma facilidad buscando nuevas f¨®rmulas con las que encontrar la salida a tanto desempleo. Es evidente, por ello, el riesgo que hay de que se trate de desmontar lo conseguido hasta ahora, en lo que ser¨ªa un claro retroceso de incierto futuro y del que saldr¨ªan ganando los m¨¢s poderosos, esto es, aquellos territorios que nunca vieron con buenos ojos que Andaluc¨ªa tuviera las mismas aspiraciones de acometer su propio camino en condiciones de igualdad y sin privilegios para nadie.

Por tanto, de cara al 28-F que celebramos esta semana, no est¨¢ de m¨¢s alertar sobre esos peligros, y resaltar, tambi¨¦n, el trabajo realizado por andaluces como aquellos a los que se distingue este martes. Pero, de igual modo, habr¨ªa que destacar el trabajo en particular de la clase pol¨ªtica andaluza, s¨ª, la misma que se puso al frente de esas reivindicaciones que ahora se rememoran. Aunque, claro est¨¢, no todos podr¨¢n decir lo mismo ni presumir del pedigr¨ª correspondiente por mucho que se reinventen biograf¨ªas. Aqu¨ª se sabe d¨®nde estaba cada uno cuando los andaluces reclamaban el aliento de todos. Y tampoco vendr¨ªa mal un reconocimiento expreso a los que precedieron a Gri?¨¢n y, en especial, a Manuel Chaves. Ahora que circula por otros territorios m¨¢s alejados de los focos, preparando incluso su regreso a la universidad, se ver¨ªa as¨ª, sin duda, m¨ªnimamente reconfortado por sus 19 a?os al frente del Gobierno andaluz. Si no lo hacen en este preciso momento los suyos, dif¨ªcil ser¨¢ que lo hagan otros.