Se avanza, pero a¨²n muy lentamente
Hace a¨²n muy poco tiempo ser¨ªa impensable que la izquierda abertzale expresara p¨²blicamente su ¡°profundo pesar¡± por los asesinatos de ETA y su ¡°insensibilidad¡± ante las v¨ªctimas del terrorismo. Tambi¨¦n ser¨ªa impensable que el PP, arropado por una declaraci¨®n parlamentaria en el Congreso, se pronunciara en contra de la ilegalizaci¨®n de la izquierda abertzale. O que el Gobierno vasco, presidido por el socialista Patxi L¨®pez, reconociera ¡°abusos policiales¡± en la gesti¨®n del orden p¨²blico del Estado de derecho en Euskadi. Estos acontecimientos, apretados esta ¨²ltima semana, suponen un claro avance hacia la normalizaci¨®n y conciliaci¨®n pol¨ªtica y social en el Pa¨ªs Vasco.
Pero si con la vista puesta en el pasado estos movimientos son un avance, a¨²n queda por recorrer un amplio trecho si se mira a la meta de todo el proceso. Se avanza pero a¨²n muy lentamente porque el recorrido de cada uno tiene unos l¨ªmites establecidos por las graves secuelas dejadas por tantos a?os de terrorismo.
ETA tiene que avanzar hacia su disoluci¨®n y el Gobierno realizar gestos hacia los presos etarras
As¨ª, a la izquierda soberanista le queda a¨²n una doble tarea: la de reconocer que el da?o causado a las v¨ªctimas del terrorismo fue ¡°injusto¡± y la de exigir a ETA que pase del gran logro del cese definitivo de la violencia a su disoluci¨®n, que implicar¨ªa el final de todos los recelos de partidos y asociaciones de v¨ªctimas.
El primer paso, de discurso pol¨ªtico, es muy dif¨ªcil para los independentistas porque ser¨ªa casi tanto como reconocer que la historia de ETA ha sido un fracaso. En cuanto al segundo paso, m¨¢s operativo, la izquierda abertzale ya ha adelantado que ETA no se disolver¨¢ hasta que el Gobierno de Mariano Rajoy le ofrezca garant¨ªas para sus presos.
A su vez, el Gobierno de Rajoy, como se?al¨® ayer a EL PA?S su ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez, no est¨¢ dispuesto, al menos en su discurso oficial, a tener gestos hacia los presos de ETA hasta que la banda se disuelva, pese a valorar su declaraci¨®n de cese definitivo.
El Gobierno de Rajoy est¨¢ limitado en sus gestos hacia los presos de ETA por las presiones de la derecha radical y de algunos representantes de asociaciones de v¨ªctimas del terrorismo que respaldaron al PP cuando hizo de la pol¨ªtica antiterrorista un arma de oposici¨®n a Zapatero.
Este c¨ªrculo vicioso se romper¨¢ por la din¨¢mica de los hechos pues se est¨¢n echando las bases para ello. Por un lado, el lehendakari, Patxi L¨®pez, en l¨ªnea con una reclamaci¨®n del l¨ªder del PP vasco, Antonio Basagoiti, ha anunciado que va a presentar una iniciativa en el Parlamento vasco en base al acuerdo logrado el pasado martes en el Congreso por todos los partidos, excepto UPyD y Amaiur.
L¨®pez pretende precisar dicho acuerdo sobre una triple base: la disoluci¨®n de ETA; las v¨ªctimas como protagonistas del relato de estas d¨¦cadas de violencia, y medidas en favor de los presos de ETA, como su acercamiento a c¨¢rceles vascas, para consolidar el fin de la violencia, una vez reconocido su cese definitivo.
El acuerdo no tendr¨ªa que presentar mayores problemas al PNV, PP y PSE, protagonistas del mismo en el Congreso. Pero no es un acuerdo f¨¢cil en Euskadi. As¨ª, el PNV exige incluir a la izquierda abertzale, lo que no resulta f¨¢cil para el PP y el PSE. Tampoco ayuda las malas relaciones entre el lehendakari y el l¨ªder del PNV, I?igo Urkullu, agudizadas por la proximidad de las elecciones vascas. Ah¨ª puede jugar un papel de bisagra Basagoiti.
Otro elemento dinamizador es la interlocuci¨®n que el congreso del PP fij¨® entre el secretario general de este partido en Euskadi, I?aki Oyarz¨¢bal ¡ªsu pol¨ªtico m¨¢s vanguardista y partidario de la ¡°generosidad¡± con los presos de ETA para facilitar la disoluci¨®n de la banda¡ª y el Ministerio del Interior. A su vez, los tribunales van a hacer su trabajo. En pocas semanas, el Tribunal constitucional se pronunciar¨¢ sobre la legalizaci¨®n de Sortu, el partido de la izquierda abertzale. Y tambi¨¦n est¨¢ prevista una pr¨®xima revisi¨®n de la doctrina Parot.
Con este arropamiento pol¨ªtico y jur¨ªdico se espera que el Gobierno de Rajoy avance en la consolidaci¨®n del fin de la violencia, con gestos discretos, no solo por la presi¨®n a su derecha. Tambi¨¦n porque no quiere que su discurso pol¨ªtico se centre en los presos de ETA sino en la victoria de la democracia sobre el terrorismo, en lo que cuenta con el apoyo del PSOE y del PNV. Y todo se acelerar¨ªa si ETA avanzara hacia su disoluci¨®n.
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