La cresta de la ola
Los socialistas pelean contra el tiempo y no encuentran la orientaci¨®n adecuada
Leo en un art¨ªculo sobre la astronom¨ªa en la Antig¨¹edad que la curiosidad humana con respecto al d¨ªa y la noche, al sol y la luna, a las estrellas, llev¨® a los hombres desde sus or¨ªgenes a fijarse en los movimientos de estos cuerpos celestes, ya que les permit¨ªa establecer con cierta precisi¨®n dos par¨¢metros esenciales para su subsistencia: el de definir el tiempo y el de orientarse. Seguramente el d¨ªa fue la primera medida de tiempo en la historia de la humanidad, aunque se tard¨® bastante en saber que ni el d¨ªa ni la noche duraba lo mismo en todas partes.
Desde nuestros m¨¢s lejanos primitivos hasta hoy, estos dos par¨¢metros siguen teniendo la misma importancia. La vida no es m¨¢s que una adecuaci¨®n a los tiempos en los que vivimos y una lucha diaria por estar orientados. En cuanto perdemos ambos par¨¢metros, andamos descolocados. Todo esto viene a cuento de la situaci¨®n del PSOE, a las puertas de las pr¨®ximas elecciones andaluzas. Los socialistas pelean contra el tiempo y no encuentran la orientaci¨®n adecuada. Los d¨ªas se les hacen eternos y las noches de descanso muy cortas.
Las olas son movimientos c¨ªclicos. Es decir, se repiten regularmente. La mayor¨ªa de las olas se producen por la acci¨®n del aire que se mueve sobre la superficie del agua. Mientras m¨¢s fuerte sopla el viento, m¨¢s altas son las olas. De ah¨ª que cualquier ola se pueda dividir en cuatro partes: cresta, longitud, altura y depresi¨®n. A efectos pol¨ªticos, los dos elementos m¨¢s importantes son la cresta y la depresi¨®n. No es lo mismo estar en la cresta de la ola que estar depresivo porque la ola te arrastra. En el primer caso estar¨ªa, en estos momentos, el PP en Andaluc¨ªa. En el segundo caso, se situar¨ªa el PSOE andaluz. La pleamar popular y la bajamar socialista, por decirlo en t¨¦rminos cient¨ªficos.
Mientras las mareas en el agua se originan por la influencia del sol y especialmente de la luna, las corrientes en pol¨ªtica tienen otros or¨ªgenes bien distintos. Aqu¨ª depende mucho de c¨®mo sople el viento. Si lo tienes de popa, o te golpea directamente por la proa. O sea, a contracorriente. En pol¨ªtica es f¨¢cil predecir en qu¨¦ sitio est¨¢s de la ola, ya que es proporcional al n¨²mero de gente que va contigo a la misma playa. Cuanto mejor son las expectativas electorales, m¨¢s ciudadanos se acercan a darse un ba?o de multitud. Y cuanto peor lo son, m¨¢s des¨¦rtica est¨¢ la arena.
El peloteo es una unidad de medida universal, pero muy enga?osa. Un pol¨ªtico puede tener una estimaci¨®n de voto por el n¨²mero de personas que antes ni le saludaban cuando iba por la calle y ahora le paran para decirle que le conocen de toda la vida. Pero no debe equivocarse. Si todos los que le dicen ahora a Arenas que le han votado siempre, de verdad le hubieran votado, llevar¨ªa dos d¨¦cadas de presidente de la Junta. Un alcalde me cont¨® una vez que no le sal¨ªan los n¨²meros. D¨ªas despu¨¦s de revalidar la mayor¨ªa absoluta en su municipio con bastantes apuros, no hab¨ªa encontrado todav¨ªa a nadie que no le hubiera votado, a pesar de que su principal contrincante hab¨ªa obtenido casi los mismos sufragios que ¨¦l.
En las olas tienen tambi¨¦n mucha influencia las corrientes marinas, esos r¨ªos que circulan por el mar. Cuando estamos en la playa, sentimos a veces que corre un agua fr¨ªa por debajo que nos deja helados. Tambi¨¦n estas cosas ocurren en pol¨ªtica. Que luce un sol espl¨¦ndido, te metes en la campa?a electoral y las medidas del Gobierno de tu mismo partido te dejan tiritando. O que se monta un tumulto en la orilla y a los guardianes de la playa se les ocurre liarse a gorrazos con los que protestan.
Por eso, hay que volver al inicio. Ese de que las olas son siempre movimientos c¨ªclicos. Tan r¨¢pido llegas a la cresta, como te encuentras en la zona de depresi¨®n. Y tener siempre en cuenta que el peloteo, como unidad de medida pol¨ªtica, es una veleta que gira siempre en la misma direcci¨®n que el viento. Por tanto, inesperadamente cambia.
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