El mayor astillero privado de Galicia, al borde de la liquidaci¨®n
Guerra cree que la propuesta de los propietarios no sirve para salir del concurso
El plan de Barreras no tiene ninguna posibilidad de prosperar tras el amplio rechazo que ha concitado. Ni los trabajadores, ni los acreedores ni la Xunta lo han tomado en cuenta porque, dicen, distribuye el peso del rescate sobre casi todos los actores de este drama menos en los principales interesados: los accionistas. Si no lo revisan de arriba abajo, el astillero se ver¨¢ obligado a entrar en fase de liquidaci¨®n.
¡°No estamos en absoluto satisfechos, sinceramente, consideramos que es en algunos aspectos muy importantes un plan incompleto e insuficiente¡±, asegur¨® ayer el conselleiro de Econom¨ªa, Javier Guerra. ¡°Con este plan se nos dice que las cosas empiezan ahora, pero el astillero lleva muchos meses en esta situaci¨®n, y ustedes saben que yo les he solicitado en numerosas ocasiones el plan de viabilidad¡±, reproch¨® Guerra.
La deuda total, todav¨ªa sin cerrar, suma 74 millones, y sobre ella se plantea una quita del 95%, lo que significa que los acreedores deber¨ªan asumir ¡ªy perdonar¡ª unos 70 millones. De ese total, unos 55 millones son facturas impagadas a la industria auxiliar del naval, que ayer dio un no rotundo al planteamiento de Barreras. ¡°Estamos dispuestos a apoyar una salida, pero no a cualquier precio¡±, se?ala un portavoz de la plataforma de afectados que agrupa al 60% de las pymes. Por el momento la patronal Asime, que en el caso de Vulcano manifest¨® sus divergencias con el rescate, guarda silencio.
La empresa reconoce errores en la gesti¨®n durante los a?os de bonanza
Los accionistas, en esencia el grupo que encabezan el empresario Jos¨¦ Garc¨ªa Costas (que tiene el 20% y es propietario de las auxiliares Emenasa, Mecanasa, Vali?o) e Ignacio Lachaga (con otro 20% desde Albacora) estar¨ªan dispuestos ¨²nicamente a inyectar seis millones de euros. ¡°Si a las auxiliares se les pide que pongan unos 60 millones y ellos ponen seis, no parece que la relaci¨®n sea muy precisa¡±, apunt¨® Guerra, que mantiene el compromiso de la Xunta en ¡°ser parte de la soluci¨®n de Barreras¡±.
¡°Una de dos, o es un punto de partida para negociar a la baja, o lo que se nos est¨¢ diciendo es que quieren liquidar el astillero pase lo que pase¡±, a?ade un empresario que tiene numerosos impagos del constructor. Otro apunta a que podr¨ªa tratarse de una jugada de los accionistas para recomprarlo libre de cargas, tras la liquidaci¨®n, ¡°por muy poco dinero¡±. Sea como sea, el malestar en el sector y en la Xunta es notorio.
Uno de los aspectos que m¨¢s ha irritado a la Conseller¨ªa es el hecho de que el documento, de apenas 50 folios, d¨¦ por sentado que la Administraci¨®n auton¨®mica vaya a ayudar a la empresa aportando seis millones de euros de capital a trav¨¦s de Xesgalicia, la filial de capital riesgo. ¡°Por si no ha quedado claro, la Xunta no va a entrar en ninguna compa?¨ªa, no lo ha hecho en los ¨²ltimos a?os en sectores maduros y no lo vamos a hacer ahora. Para ayudar a las empresas hay otros instrumentos, como pr¨¦stamos¡±. Enfocado en ¡°mantener el empleo y la credibilidad del sector¡±, maltrecha por el hecho de que los propios accionistas hayan reconocido que hubo graves errores en la gesti¨®n, el conselleiro insisti¨® en que el documento ¡°habla mucho del pasado, de c¨®mo se llega a esta situaci¨®n, pero poco del futuro¡±. Sobre ese pasado, remite a falta de control de los costes en pleno boom de la contrataci¨®n, lo que habr¨ªa llevado al constructor naval a incurrir en p¨¦rdidas. Barreras a?ade que los n¨²meros rojos se agravaron durante las huelgas de trabajadores en la negociaci¨®n del convenio del metal en la provincia.
Nada se aclara sobre futuras contrataciones m¨¢s all¨¢ de la referencia imprecisa a que habr¨¢ ¡°tres pedidos al a?o¡±. ¡°Es un plan muy exigente con todas las partes pero probablemente menos con los propietarios, que son los responsables de esta situaci¨®n¡±, concluye la Xunta.
Acciones en el aire
El compromiso de que nuevos accionistas se interesen por un astillero al borde del abismo es, seg¨²n el propio plan de viabilidad, una posibilidad difusa. El documento da algunas pinceladas, sin nombres ni apellidos, sobre que una nueva inyecci¨®n de inversores privados podr¨ªa sumar otros ocho millones de euros, pero se producir¨ªa siempre y cuando se d¨¦ por superado el concurso. El propio Guerra ironiz¨® sobre esta posibilidad, apuntando que lo importante es que las soluciones se ejecuten ¡°ahora¡±.
Otra de las patas del plan, la contrataci¨®n de barcos, depende en gran medida de que se articule un nuevo sistema de financiaci¨®n con bonificaciones, algo que no ocurrir¨¢ hasta, por lo menos, el mes de mayo.
Los proveedores manejan varias alternativas para evitar su disoluci¨®n, como la de perdonar la mitad de las deudas y la otra mitad dividirla entre participaciones en el capital junto a un plan de pagos realista ¡ªy no en un calendario que se dilata hasta el 2028, como se proyecta ahora¡ª. Pero fuentes de la patronal rechazan negociar mientras la propiedad no rebaje sus expectativas. ¡°Si perdonamos todas las deudas ser¨ªa un agravio comparativo para otros astilleros¡±, se?ala un empresario.
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