¡°Se alquila mi centro por la f¨®rmula 1¡±

¡°Somos estudiantes mayores de 55 a?os. Tenemos el carnet de la Universitat de Val¨¨ncia¡±, defienden Manuel Mart¨ªn P¨¦rez, un catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa ya jubilado que ampl¨ªa sus estudios, y Leonardo, que en esta etapa de su vida ha decidido estudiar la carrera de Historia del Arte. ?Recortes? ¡°Claro que los hay: en todas partes¡±, responde airado Leonardo. ¡°Este mes me han bajado la pensi¨®n, despedido a mi mujer con 28 a?os de antig¨¹edad en la Mostra de Cine de Valencia y mi hijo ingeniero agr¨®nomo de un instituto tecnol¨®gico del Barcelona, fue despedido con un expediente de regulaci¨®n de empleo ((ERE) que esperaron a hacer el d¨ªa 14, solo dos despu¨¦s de la reforma laboral¡±.

¡°Se alquila mi centro por f¨®rmula 1¡±. Es la particular denuncia que hace Carlos, estudiante del instituto n¨²mero 3 de Villena, que protesta ¡°contra los recortes de la Generalitat¡± y su pol¨ªtica de grandes eventos como la F¨®rmula 1 y la Copa del Am¨¦rica, que han llevado a la actual quiebra financiera al Gobierno valenciano.

La masiva y pac¨ªfica manifestaci¨®n organizada por la Plataforma Interuniversitaria, que integra a estudiantes de los campus de la Polit¨¦cnica y la Universitat de Val¨¨ncia, junto a todos los sindicatos estudiantiles de ense?anzas medias y universitarias, cruzaba el puente del Real, cuando los miles de manifestantes -20.000, seg¨²n el c¨¢lculo de este peri¨®dico- han realizado su primera sentada con al grito de: ¡°Una beca no es una hipoteca¡±.

Hasta la primera fila han llegado Jaime y varios compa?eros del colegio concertado Nuestra Se?ora de F¨¢tima para sostener durante un tramo la pancarta que ha presidido la marcha. ¡°Por una ense?anza p¨²blica y de calidad¡±. Un gesto, con el que a ense?anza concertada valenciana se suma tambi¨¦n, aunque en menor proporci¨®n, a las protestas por los ¡°recortes¡± y los ¡°impagos de la Generalitat Valenciana de los gastos para funcionamiento de 2011, que fueron transferidos hasta el pasado d¨ªa 20.

Los estudiantes de Bachillerato del instituto p¨²blico IES Juan de Garay conocen bien las estreches del centro para disponer de las cosas m¨¢s elementales y b¨¢sicas, como el papel higi¨¦nico o las pizarras. ¡°Nos han quitado pizarras, el papel higi¨¦nico se distribuye para cada cada d¨ªa, la calefacci¨®n es un lujo que ya no tenemos¡±, denuncia Marta. A su compa?era Teresa, tambi¨¦n de 2? de Bachiller, le preocupa la subida de tasas universitaria. ¡°El a?o pr¨®ximo quiero ir a la Universidad y para mi familia ser¨¢ muy complicado pagar la subida de tasas. No s¨¦ qu¨¦ voy a hacer¡±.

La crisis presupuestaria en las universidades valencianas, con las que la Generalitat reconoce una deuda de m¨¢s de 800 millones a pagar entre 2012 y 2023, tiene su impacto ya en la organizaci¨®n de los grupos y en la plantilla docente. La Universitat de Val¨¨ncia ofrecer¨¢ el curso que viene 8.400 plazas de nuevo ingreso, pero tendr¨¢ 1.100 grupos menos y, por tanto, 375 asociaciones menos tambi¨¦n.

El efecto del recorte de grupos y plantilla lo padece la Facultad de Geograf¨ªa e Historia, seg¨²n explica el catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea, Marc Bald¨®. ¡°Volvemos a las clases masificadas. A grupos de 80 personas, a los que no se puede hacer el seguimiento individualizado y razonable que requiere la adaptaci¨®n a los planes de Bolonia¡±.

¡°Estamos aqu¨ª porque s¨ª hay recortes, en el caso valenciano, y adem¨¢s para criticar la actuaci¨®n policial contra los estudiantes de instituto¡±, puntualiza este catedr¨¢tico.

Jorge, universitario de la carrera de Ciencias de la Comunicaci¨®n en la Universitat Jaume I de Castell¨®n, que las acompa?a, denuncia la falta de profesores sustitutos para cubrir las bajas docentes. ¡°No hay dinero para cubrir al profesor de baja¡±, durante lo que va de curso y se han organizado con otra profesora.

La conclusi¨®n para Irene y Carla, dos estudiantes de Administraci¨®n y Empresa de la Universitat de Val¨¨ncia es que: ¡°Al final, estudiar se va a convertir en un lujo. Los estudiantes que vienen de otros municipios, y solo tienen beca de transporte, tendr¨¢n que dejar los estudios.

La Facultad de Farmacia, las de Medicina, Geograf¨ªa e Historia, Telecomunicaciones¡­ todas han estado presentes. Los estudiantes de Farmacia afirman que: ¡°Los recortes se est¨¢n comiendo la Sanidad¡±. Los impagos al sector farmac¨¦utico valenciano, al que la Generalitat todav¨ªa debe 360 millones de euros, afirman los universitarios Maria Isabel y Adolfo, han convertido ¡°la profesi¨®n de farmac¨¦utico (para la que estudian) en simples gestores que juegan con los ingresos por otras ventas para tapar el agujero de la Seguridad Social¡±.

El fantasma de la ¡°privatizaci¨®n¡± de la universidad espa?ola dentro de la Estrategia 2015 de la Uni¨®n Europa planea sobre las cr¨ªticas de los universitarios valencianos. ¡°Educaci¨®n al 5% TAE. No a los recortes. No a Horizonte 2015¡±, denuncia Mateo, estudiante de Comunicaci¨®n Audiovisual de la Polit¨¦cnica de Gandia, un campus que ha tenido una presencia masiva de estudiantes de las cuatro titulaciones que ofrece. ¡°La educaci¨®n no se puede comparar con un objeto comercial¡±, se?ala Mateo, ante la ¡°temida¡± subida de precios de los doctorados y masters en la universidad p¨²blica espa?ola.

¡°Estamos aqu¨ª para demostrar que no estamos politizados por nada ni por nadie. Simplemente somos estudiantes¡±, remata Jose G. estudiante de Telecomunicaciones de la Polit¨¦cnica de Gandia. ¡°La gente no tenemos poder adquisitivo para poder pagar una carrera¡±, mientras sostiene una pancarta en la que reafirma: ¡°No somos ni de derechas, ni de izquierdas. Somos los de abajo que vamos a por los de arriba¡±.

El horizonte de futuro que advierten los estudiantes es un futuro de baja cualificaci¨®n. ¡°Si continua la escala de recortes al final no sabremos ni escribir¡±, denuncia Irene, estudiante de Ciencias de la Comunicaci¨®n de Gandia en su pancarta en la que se puede leer con muchas faltas de ortograf¨ªa: ¡°Llo vaig ser bictima dels retails en Educaci¨® / Yo fui victima de los recortes en educaci¨®n¡±.

¡°Estoy avergonzado y muy afectado porque hemos dejado a nuestros hijos y nietos un mundo inhabitable¡±, concluye Marc Adell, que ha sido inspector de educaci¨®n de la Generalitat y profesor asociado de la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universitat de Val¨¨ncia durante 33 a?os.