Olvida a Elon Musk, el problema es Robert Kennedy
Elegido por Trump como responsable de las agencias de salud de EE UU, estuvo a punto de condenar a una muerte segura a 140.000 ciudadanos de su pa¨ªs durante la pandemia
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Debo de ser una de las pocas personas del mundo que no est¨¢ decepcionada por la deriva trumpista de Elon Musk, Mark Zuckerberg, Jeff Bezos y el resto de los acaparateguis de Silicon Valley. Como nunca cre¨ª en su nobleza visionaria ni en su compromiso social, me resulta imposible escandalizarme por sus grotescas actitudes actuales. Cuando uno lleva en el bolsillo del pantal¨®n la tercera parte del PIB espa?ol, que es la fortuna personal de Musk, es l¨®gico que crea que la moralidad es una enfermedad psiqui¨¢trica. La verdad es que ahora mismo me preocupa mucho m¨¢s Robert Kennedy.
Robert F. Kennedy junior, sobrino de JFK, hijo del tambi¨¦n asesinado Bobby Kennedy y elegido por Donald Trump como nuevo responsable de las agencias de salud de Estados Unidos, estuvo a punto de condenar a una muerte segura a 140.000 ciudadanos de su pa¨ªs durante la crisis pand¨¦mica. Y s¨ª, me estoy expresando con brutalidad, pero no, no estoy exagerando.
En mayo de 2021, justo cuando las vacunas de la covid empezaban a desplegarse por medio mundo, Kennedy solicit¨® formalmente a la FDA (la agencia del medicamento estadounidense) que rescindiera la autorizaci¨®n que hab¨ªa otorgado a esos f¨¢rmacos y que, de paso, renunciara a aprobar cualquier otra vacuna de la covid en el futuro. Ya para entonces, las estimaciones cient¨ªficas indicaban que las vacunas anticovid hab¨ªan salvado 140.000 vidas solo en Estados Unidos.
Kennedy dirig¨ªa entonces una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro llamada parad¨®jicamente Children¡¯s Health Defense (Defensa de la Salud de los Ni?os), que ¨¦l mismo hab¨ªa fundado, y su solicitud a la FDA proclamaba sin pruebas que los riesgos de las vacunas superaban a los beneficios, y propon¨ªa sustituirlas por tratamientos como la hidroxicloroquina, que ya entonces se hab¨ªa demostrado ineficaz. Por fortuna, la FDA no le hizo ni caso. El problema es que la FDA va a quedar ahora bajo su autoridad. Y esa agencia es la m¨¢s influyente del mundo en su sector.
Y hay otras instituciones que tambi¨¦n van a depender de ¨¦l. Como secretario de Salud y Servicios Humanos (ministro de Sanidad en nuestra nomenclatura), Kennedy decidir¨¢ sobre el programa de vacunas infantiles, que asigna 8.000 millones de d¨®lares de fondos federales cada a?o. Ni haciendo estallar mil cohetes sobre el Atl¨¢ntico podr¨ªa Elon Musk hacer tanto da?o como el que puede hacer Kennedy en una sola semana.
Pero hay m¨¢s, mucho m¨¢s.
Donald Trump ha firmado un acuerdo para la retirada de EE UU de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Trump ya lo hizo de facto durante su primera legislatura. Como Estados Unidos es el principal contribuyente de fondos a esa agencia de Naciones Unidas, a la que aporta el 16% del total mundial, su abandono causar¨¢ grav¨ªsimos problemas para la salud humana, sobre todo para los pa¨ªses en desarrollo, y no solo para ellos. Incluso los cient¨ªficos m¨¢s sobrios predicen ya una cat¨¢strofe.
En 2020, Trump acus¨® a la OMS de plegarse a los intereses de China e inici¨® el proceso para abandonar la organizaci¨®n, aunque no le dio tiempo a consumarlo. Su sucesor en la Casa Blanca, Joe Biden, recuper¨® las relaciones al poco tiempo de tomar posesi¨®n en 2021. El equipo del nuevo presidente ha acelerado la ruptura esta vez. Creen que tendr¨¢ un gran valor simb¨®lico, por alguna raz¨®n. Si Estados Unidos se retira de la OMS, ser¨¢ el segundo pa¨ªs miembro de Naciones Unidas que est¨¦ ausente de la agencia. El primero seguir¨¢ siendo Liechtenstein.
Washington ha aportado 1.100 millones de d¨®lares a la OMS entre 2022 y 2023, la quinta parte de su presupuesto. En teor¨ªa, los pa¨ªses europeos podr¨ªan cubrir ese d¨¦ficit, pero la ola de nacionalismos provincianos que invade el continente y la presi¨®n cada vez m¨¢s acuciante para aumentar sus presupuestos de defensa juegan en contra de esa opci¨®n. La influencia de China en la agencia de la ONU est¨¢ llamada a crecer en esas condiciones, en un caso clamoroso de profec¨ªa autocumplida. Inventarse problemas es un m¨¦todo muy eficaz para generarlos. La irracionalidad es a¨²n peor que la codicia. Nos vemos la semana que viene.
Tendencias es un proyecto de EL PA?S, con el que el diario aspira a abrir una conversaci¨®n permanente sobre los grandes retos de futuro que afronta nuestra sociedad. La iniciativa est¨¢ patrocinada por Abertis, Enag¨¢s, EY, GroupM, Iberdrola, Iberia, Mapfre, la Organizaci¨®n de Estados Iberoamericanos (OEI), Redeia, y Santander y el partner estrat¨¦gico Oliver Wyman.
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