Al m¨®vil se le conquista por el est¨®mago
Alrededor de 2.000 paellas diarias se sirven durante la feria de tel¨¦fonos de Barcelona Las marcas solicitan alimentos personalizados, con el logo o el nombre de su empresa


A las once de la ma?ana un olor a paella se cuela por los pabellones de los tel¨¦fonos; a las cinco de la tarde el aroma sigue impregnando los de Ericsson y? Planeta App. En los alrededores de las fuentes de Montju?c, en Barcelona, el viento trae efluvios de arroz reci¨¦n cocinado. En las plazas hay muchos hombres de negro que ingieren grandes cucharadas de arroz mientras toquetean sus tel¨¦fonos.
El sol reina en el Mobile World Congress (MWC). Hombres y mujeres de la industria de la telefon¨ªa m¨®vil disfrutan del buen tiempo gracias a que la feria se ha retrasado una semana. Esta es una feria de negocios en la que se come todo el d¨ªa, sentado o de pie, fr¨ªo o caliente, con cubiertos, con palillos o con los dedos, pero siempre con un tel¨¦fono al lado.
Se han servido cada d¨ªa 1.900 paellas, es decir, unas 4.000. Teniendo en cuenta que se calcula la asistencia de m¨¢s de 60.000 personas y que muchas de ella comen en la feria, se puede confirmar que la paella gusta. ¡°El 60% eran mixtas¡±, explica Eduard ?vila, coordinador de operaciones y producciones de Gastrofira.? ¡°Es el congreso que m¨¢s volumen de comida genera. Realizamos el 32% del presupuesto anual de restauraci¨®n en este congreso¡±. ?vila sirve a los 21 locales fijos que tiene la Fira de Montju?c y a los 12 puntos extras que se han habilitado en el MWC, m¨¢s la comida servida por las empresas en sus expositores y en sus salas de invitados.
¡°Las empresas cautivan a sus clientes por la boca¡±, dice ?vila. Y se ponen manos a la obra muy temprano, meses antes de que arranque el congreso. Ericsson, un a?o m¨¢s, se lleva nuestro premio honor¨ªfico al pabell¨®n con la gastronom¨ªa variada. En su stand arranca el d¨ªa con un desayuno casero, despu¨¦s ofrece comida temprana, le sigue la hora del t¨¦ y acaban con un afterwok party. En cada franja horaria lanzan una oferta gastron¨®mica. ?Qu¨¦ comen? De todo, pero sobre todo, explican en la Fira, se preocupan por el producto ecol¨®gico. Cada vez les gusta m¨¢s la comida saludable. A todos. Piden sobre todo zumos naturales y batidos.
Hay peticiones para todos los gustos, y todo tipo de gustos. En Nokia, por ejemplo, te sirven unas hamburguesas con ingredientes encima que dibujan la cara de una persona. Tambi¨¦n hay quien solicita que se le dibuje en el c¨®ctel el logo de la empresa, incluso en el caf¨¦. Las tapas siguen siendo un plato solicitado, aunque tira mucho la comida vegetariana, el sushi y la italiana para comer al sol en largas mesas compartidas de color naranja energ¨¦tico que contrasta con la palidez de sus comensales.
Un men¨² de ensalada, pizza, fruta o tiramis¨² y bebida sale por unos 21 euros. El problema es que a veces la pasta se queda fr¨ªa cuando, despu¨¦s de largas colas, uno aterriza en un cachito de mesa naranja que acaba de quedar libre.
En los cuatro d¨ªas, la feria ha movilizado a 190 cocineros y a 490 camareros, que han hecho 25.000 servicios diarios. Los profesionales que han estado los cuatro d¨ªas en esta miniciudad ya le saben buscar la soluci¨®n: ¡°Convives entre la comida r¨¢pida de la ma?ana y la sofisticaci¨®n de la noche¡±, dice un experto en el Mobile World Congress. ¡°Yo no hago colas; como cualquier cosa al mediod¨ªa y por la noche me desquito. He cenado en la Bodega y en el japon¨¦s Shunka, y hoy, para acabar la fiesta -digo la feria-, al Via V¨¦neto ¡±. El interlocutor ya es perro viejo, responsable de comunicaci¨®n de una de las compa?¨ªas que participan en el evento. Los congresistas han cambiado desde que llegaron en febrero de 2006 a Barcelona, se saben los trucos y se asesoran con amigos locales para compaginar trabajo y ocio.
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