M¨¢s Estado y menos autonom¨ªa
Empieza a ponerse en circulaci¨®n por algunos presidentes de comunidades aut¨®nomas el discurso de la devoluci¨®n de competencias al Estado
Espa?a se ha constituido democr¨¢ticamente de manera simult¨¢nea como un Estado pol¨ªticamente descentralizado y como un Estado social de derecho. En el momento en que muere el general Franco, Espa?a era el pa¨ªs m¨¢s centralista de toda Europa y la sociedad espa?ola ten¨ªa una distribuci¨®n de la renta y una ausencia de protecci¨®n social m¨¢s parecida a la de las sociedades latinoamericanas que a la de las sociedades europeas. Con la Transici¨®n se iniciar¨ªa el camino del centralismo a la autonom¨ªa y el inicio de una pol¨ªtica social, que ha conducido a que el Estado espa?ol sea un Estado pol¨ªticamente muy descentralizado y con una red de protecci¨®n social que, aunque todav¨ªa no puede equipararse a la de los pa¨ªses m¨¢s desarrollados europeos, s¨ª se asemeja a la de ellos.
Estado auton¨®mico y Estado social. Estas fueron las dos grandes decisiones constituyentes, ¨ªntimamente vinculada la una con la otra en su desarrollo ulterior, ya que en la distribuci¨®n de competencias entre el Estado y las comunidades aut¨®nomas que se impuso en la interpretaci¨®n de la Constituci¨®n con la aprobaci¨®n de los estatutos de autonom¨ªa tras los pactos auton¨®micos de 1981 y 1992, ser¨ªa a las comunidades aut¨®nomas a las que se atribuir¨ªa la gesti¨®n de los elementos definitorios del car¨¢cter social del Estado. Espa?a se ha convertido en un Estado social en buena medida como consecuencia del ejercicio del derecho a la autonom¨ªa por las nacionalidades y regiones que la integran.
Hasta hace un par de a?os, nadie hab¨ªa puesto en cuesti¨®n el ¨¦xito de esa doble decisi¨®n constituyente y de su desarrollo posterior. Desde hace un par de a?os, ocurre lo contrario. Lo que hab¨ªa sido considerado una operaci¨®n de ¨¦xito, est¨¢ empezando a ser considerado un fracaso.
Con la excepci¨®n de UPyD, no hay ning¨²n partido que se atreva a decirlo as¨ª de manera abierta, aunque s¨ª empieza a ponerse en circulaci¨®n por algunos presidentes de comunidades aut¨®nomas el discurso de la devoluci¨®n de competencias al Estado. Y cada vez es m¨¢s intensa la campa?a en los medios de comunicaci¨®n conservadores de que hay que dar marcha atr¨¢s en el proceso de descentralizaci¨®n pol¨ªtica del Estado. M¨¢s Estado y menos autonom¨ªa parece ser programa para el futuro.
Es el programa que ha sido aprobado esta misma semana en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera con el ¨²nico voto en contra de Andaluc¨ªa y al que se dar¨¢ forma en los Presupuestos Generales del Estado que ser¨¢n presentados tras las elecciones asturianas y andaluzas. La casi totalidad del ajuste va a recaer en las comunidades aut¨®nomas.
Ahora bien, este programa no hace retroceder exclusivamente el proceso de descentralizaci¨®n pol¨ªtica, sino que supone inevitablemente un paso atr¨¢s en el Estado social. Y un paso atr¨¢s que va a tener continuidad como m¨ªnimo el a?o que viene, ya que si este a?o hay que pasar de un 8,5% de d¨¦ficit al 5,8%, el a?o que viene hay que pasar de 5,8% al 3%. La decisi¨®n del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera es, como m¨ªnimo, para los pr¨®ximos dos a?os.
Se est¨¢n revisando subrepticiamente las dos decisiones que han posibilitado que la sociedad espa?ola se constituyera pol¨ªticamente como una sociedad democr¨¢tica. Nada de esto se ha dicho en las campa?as electorales de estos ¨²ltimos a?os. Tampoco se est¨¢ diciendo as¨ª en esta. A eso obedece la no presentaci¨®n de los Presupuestos antes del 25 de este mes. Pero nadie debe llamarse a enga?o. La operaci¨®n de revisi¨®n est¨¢ dise?ada. El ¨²nico obst¨¢culo que puede interponerse en la misma, como escrib¨ªa Enric Juliana el pasado domingo en La Vanguardia, es el resultado de las elecciones andaluzas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.