Un entrenador con estrella... Michel¨ªn

Jos¨¦ Ram¨®n Sandoval es un hombre grande de ojos azul claro y voz suave. Vecino del barrio de Vallecas desde ni?o ha llegado casi de rebote a ser el entrenador del Rayo. Hace dos a?os, cuando el equipo militaba en la Segunda Divisi¨®n, la familia Ruiz Mateos, que para entonces ya estaba en quiebra, le ofreci¨® el puesto. No parec¨ªa tan buena idea. Ni iba a cobrar un euro ni dispondr¨ªa de una plantilla con excesivo brillo. Pero consigui¨® subir a Primera. La m¨¢xima de Sandoval, la que tiene colgada en el vestuario del modesto grupo de jugadores que dirige, es ¡°querer es poder¡±. Y sabe de lo que habla.

Hace casi dos d¨¦cadas, cuando sandoval frisaba la veintena, su padre sufri¨® un ataque al coraz¨®n. La familia ten¨ªa un restaurante en la localidad de Humanes. Y hab¨ªa que abrir esa noche el negocio. Ni ¨¦l ni su hermano sab¨ªan ¡°ni pelar una patata¡±. Pero se pusieron a ello mientras con la mano libre llamaban a su madre para que les diese instrucciones. Hoy, ese retaurante, Coque, tiene una estrella Michel¨ªn. La distinci¨®n m¨¢s prestigiosa en restauraci¨®n. De hecho, sandoval ha ganado mucho m¨¢s dinero con sus negocios de hosteler¨ªa ¡ªtambi¨¦n regenta un negocio donde se celebran banquetes de boda¡ª que con el f¨²tbol. ¡°Este es el primer a?o que ve algo de dinero en este mundillo¡±, desliza uno de sus colaboradores m¨¢s estrechos. El mismo que le define como una persona ¡°normal y muy castiza¡±.

Pero no tan castiza como para ser un fan de las a?ejas pel¨ªculas del destape, chiste que ha circulado por los medios deportivos por poner una pel¨ªcula de Fernando Esteso y Andr¨¦s Pajares en un viaje en autob¨²s del equipo. ¡°Eso fue una casualidad. La realidad es que hab¨ªa sido una apuesta. Si gan¨¢bamos al levante pon¨ªamos una pel¨ªcula de esas¡±, revela uno de los miembros de aquella expedici¨®n. ¡°Me gusta todo tipo de pel¨ªculas¡±, recalca Sandoval.

La verdadera vocaci¨®n de este hombre que apenas sobrepasa la cuarentena es el f¨²tbol. Durante muchos a?os fue aprobando los cursos de entrenador ¡°con los apuntes en la mano izquierda y als recetas de cocina en la derecha¡±. Comenz¨® trabajando con ni?os y subraya que sigue sintiendo el mismo amor amateur por el deporte que cuando dedicaba las tardes a preparar a chavales en campos de tierra.

La otra pasi¨®n declarada de Sandoval son sus tres hijas. ¡°Si tuviera que elegir entre ir a recoger un bal¨®n de oro o buscar a una de sus hijas al colegio, dejaba tirado el Bal¨®n de oro. ?No lo dudes!¡±, asegura uno de sus colaboradores, que corrobora sus palabras con una apostilla: ¡°te lo digo, porque le he visto hacer cosas as¨ª muchas veces¡±. El propio t¨¦cnico ha relatado en varias ocasiones sus aventuras con la primera comuni¨®n de su hija menor y una eliminatoria de ascenso cuando era t¨¦cnico del filial del Rayo. Tuvo que cambiar varias veces la fecha y al final todo depend¨ªa de un resultado. Empezaron perdiendo aquel encuentro y Sandoval vio a su hija y su mujer llorando en la grada. Sobra decir como acab¨® la historia: ¡°Ganamos y ya no hubo que retrasar m¨¢s la celebraci¨®n¡±.

En el trato cotidiano, sandoval es m¨¢s bien bruto. Lo dicen los que tratan con ¨¦l de habitual. Pero es un bruto bueno, dicho ¡°en positivo¡±. As¨ª que bruto, en realidad, significa ¡°directo y natural, del pueblo¡±. La caracter¨ªstica m¨¢s acusada de su personalidad es la capacidad de convicci¨®n. ¡°Si quiere convencerte de algo, arrasa. Si te dices que te llamas Fulano, te lo acabas creyendo. Y por eso consigue tan buenos resultados futbol¨ªsticos¡±.

El Rayo Vallecano, despu¨¦s de que sus jugadores ascendieran el curso pasado sin cobrar sus n¨®minas y con un club intervenido concursalmente es octavo en la Liga con 34 puntos. Hace dos jornadas perdi¨® por la m¨ªnima (0-1) con el Real Madrid y siendo el equipo que m¨¢s apuros le ha causado a los blancos en esta segunda vuelta del campeonato.

¡°Yo voy a ascender al Rayo¡±, fue el ¨®rdago le lanz¨® la campa?a precedente cuando le contrataron. Este a?o se muestra prudente y no habla m¨¢s que de mantener la categor¨ªa. Pero la trayectoria del modesto equipo vallecano desmiente tanta cautela verbal.

Los retos son la firma de Jos¨¦ Ram¨®n Sandoval, el t¨¦cnico que cogi¨® junto a su hermano, el c¨¦lebre cocinero, un restaurante de pueblo y lo convirti¨® en un lugar de referencia en todo el mundo.