Desahucios para los que el c¨®digo de buenas pr¨¢cticas llega tarde
Luis Mendes, inmigrante, es desahuciado de su piso de Torrej¨®n al tercer intento Cumple los requisitos del c¨®digo de buenas pr¨¢cticas menos uno: el piso ya ha sido subastado La medida del Gobierno llega tarde para miles de afectados como ¨¦l
Despu¨¦s de lograr dos aplazamientos, Luis Mendes no ha logrado en esta ocasi¨®n frenar su desahucio. Tres meses despu¨¦s de su primera orden de lanzamiento, en noviembre, el inmigrante, de 40 a?os y originario de Guinea-Bissau, ha abandonado hoy el que fue su piso, que pertenece a su entidad bancaria desde hace meses, cuando se subast¨® tras reiterados impagos.
Es por ese motivo, que el piso ya est¨¢ subastado, que ni Mendes, ni miles de afectados por desahucios que ya est¨¢n en marcha, podr¨¢n acogerse al c¨®digo de buenas pr¨¢cticas fijado por el Gobierno y al que las entidades pueden sumarse de forma voluntaria. "Es decir, se beneficiar¨¢n muy poquitos", se queja Juan Moreno, abogado de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Madrid, que ha asistido a Mendes en el proceso.
Las condiciones para poder acogerse al "plan de flexibilizaci¨®n de condiciones" marcado por el Gobierno exigen que todos los miembros de la familia est¨¦n en paro, que las cuotas hipotecarias superen el 60% de los ingresos de la familia y que solo se posea una vivienda. Mendes, que tiene ocho hijos en su pa¨ªs, cumple estos requisitos. Lleva meses en el paro, ha agotado las prestaciones y no tiene m¨¢s viviendas. La cuant¨ªa de la hipoteca tambi¨¦n cumple las condiciones del c¨®digo para poblaciones del tama?o de Torrej¨®n (120.000 habitantes): es menor de 150.000 euros. Pero el c¨®digo de buenas pr¨¢cticas solo sirve en aquellos procesos de desahucio en los que llegue antes del anuncio de la subasta p¨²blica. Para el resto, la iniciativa llega tarde.
El inmigrante ha hecho las maletas y ha abandonado la vivienda. Durante los primeros d¨ªas dormir¨¢ en casa de un amigo. Pero su gran duda, como la de muchos desahuciados, es qu¨¦ har¨¢ despu¨¦s. Ese es uno de los motivos por los que muchos se aferran a la que era su vivienda, la ausencia de un sitio alternativo al que ir o de dinero para alquilar una nueva o una habitaci¨®n. Eso y la sensaci¨®n de haber tirado el dinero ya aportado durante los a?os en que s¨ª cumplieron con sus pagos m¨¢s la entrada (si la hubo).
En concreto Mendes firm¨® en 2002 una hipoteca de 114.000 euros con Bankia (que todav¨ªa no ha anunciado si se acoger¨¢ al c¨®digo de buenas pr¨¢cticas del Gobierno). La hipoteca tambi¨¦n figura a nombre de un amigo ("si no, no me la daban", dice). Hasta 2010, trabajaba en la construcci¨®n, e ingresaba una media de 1.800 euros, pero en 2009 se qued¨® en el paro y dej¨® de pagar. La entidad le reclam¨® entonces una deuda pendiente de 109.000 euros. No los ten¨ªa y se puso en marcha la ejecuci¨®n hipotecaria. Mendes viv¨ªa hasta ayer en el n¨²mero 7 de la calle Soria, en Torrej¨®n, que ha sido testigo de varios desahucios de inmigrantes y espera varios m¨¢s. Es una calle bien situada, pues est¨¢ al lado de la estaci¨®n de Cercan¨ªas, pero la crisis le ha golpeado fuerte y muchos locales han cerrado.
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