Un retrato del estilo
El Museo Crist¨®bal Balenciaga presenta ¡®La elegancia del dibujo. Cr¨®nica de Par¨ªs¡¯ La exposici¨®n re¨²ne 300 ilustraciones de moda de los a?os 30
Antes de que el fot¨®grafo Mario Testino y Kate Moss conformasen un t¨¢ndem irresistible para cualquier publicaci¨®n de moda (con perd¨®n de los dise?adores que han encontrado en la brit¨¢nica su musa), el ilustrador Carlos S¨¢enz de Tejada se encarg¨® de vestir con las creaciones de Coco Chanel, Elsa Schiaparelli o Jeanne Lanvin las p¨¢ginas de Vogue o Harper?s Bazaar. Eran los a?os 30, Par¨ªs, la ¨¦poca dorada de la moda, y los creadores no encontraron mejor aliado en el ilustrador, referente de las vanguardias espa?olas junto a Salvador Dal¨ª, hasta que la vida le gui¨® hasta la capital francesa.
La elegancia del dibujo. Cr¨®nica de Par¨ªs. Carlos S¨¢enz de Tejada es la primera exposici¨®n temporal que programa el Museo Balenciaga (desde hoy y hasta el 27 de mayo) y fue presentada ayer por el director del centro, Javier Gonz¨¢lez de Durana, e Inmaculada Corcho, la comisaria de la muestra y directora del Museo Abc, de donde han salido los fondos expuestos.
Son 300 dibujos, esbozados a pie de pasarela, que concentran las m¨¢s diversas creaciones alumbradas en las casas de costura parisienses entre 1931 y 1937. Antes de que ¡°la fotograf¨ªa pudiera reproducir el color y el movimiento de la modelo¡±, record¨® Gonz¨¢lez de Durana.
El artista Carlos S¨¢enz de Tejada firma los trabajos de la muestra
La muestra esconde un importante valor documental. ¡°Muchos de esos vestidos¡±, explic¨® el director del centro, ¡°no existen en la actualidad y el ¨²nico testimonio que queda es la obra de S¨¢enz de Tejada¡±. Las acuarelas del artista ilustran la moda que se encontr¨® Balenciaga cuando se instala en Par¨ªs, entre finales del 36 y comienzos del 37. ¡°Es el momento cero de la evoluci¨®n internacional de Balenciaga, justo antes de convertirse en fuente de inspiraci¨®n¡±, a?adi¨® Gonz¨¢lez de Durana.
Pero, sobre todo, la muestra encierra un pedazo de muchas historias, de la evoluci¨®n de la mujer en el siglo XX, del periodismo, e incluso del arte. S¨¢enz de Tejada (T¨¢nger, 1897-Madrid, 1958), fiel a la creaci¨®n del dise?ador, dibuja a mujeres estilizadas, alt¨ªsimas, de corte cl¨¢sico, el mismo semblante, igual peinado para unas y otras, mientras recrea la escena que acompa?a a la modelo. Pliegue y detalles exactos que remiten al arte grecolatino y que, en definitiva, vienen a romper con la resaca de las vanguardias, de las que el mismo particip¨®. ¡°Olvid¨® deliberadamente esos ejercicios de investigaci¨®n pl¨¢stica¡±, subray¨® Gonz¨¢lez de Durana, al igual que otros muchos artistas que deciden ¡°retornar al orden¡± tras el fin de la Primera Guerra Mundial.
La elegancia del dibujo representa tambi¨¦n el triunfo de la mujer en el mundo de la moda. Reina Chanel, nace el look andr¨®gino y los ba?os de sol comienzan a ponerse de moda. ¡°Ese Par¨ªs alumbra a una mujer independiente, elegante, sofisticada, atractiva, deportista, que se sab¨ªa mover durante las 24 horas del d¨ªa perfectamente vestida¡±, puntualiz¨® la comisaria de la muestra.
Y para ello, imagen reveladora, el dibujo que S¨¢enz de Tejada remiti¨® al peri¨®dico Abc y a la revista Blanco y negro con el que retrat¨® a las periodistas que cubr¨ªan las presentaciones de moda, y en el que, con un simple vistazo, no se podr¨ªa distinguir si las se?oritas sentadas son modelos o redactoras.
S¨¢enz de Tejada acompa?¨® la mayor¨ªa de ilustraciones de las muestras de color pertinentes para la imprenta y de una breve descripci¨®n del dise?ador y modelo al que pertenece cada dibujo, expuestos en el Museo Balenciaga bajo el t¨ªtulo del reportaje con el que fueron publicados, por ejemplo, El nuevo encanto de los vestidos sin importancia.
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