Tercer viaje a los or¨ªgenes de la casa Lle¨® i Morera

Se sab¨ªa que las m¨ªticas ninfas de tama?o natural de Eusebi Arnau no volver¨ªan a asomarse a los balcones de la casa Lle¨® i Morera, situada en el paseo de Gr¨¤cia, 35, de Barcelona, porque los responsables de la reforma, la firma de lujo Loewe, instalada all¨ª desde 1943, as¨ª lo hab¨ªan indicado al ser imposible recuperarlas tras su destrucci¨®n a golpe de martillo hace medio siglo. Pero la parte inferior de la fachada de esta casa de 1905 del arquitecto Llu¨ªs Dom¨¨nech i Montaner, en el epicentro del modernismo barcelon¨¦s, tambi¨¦n tendr¨¢ que esperar a una nueva reforma (y con esta, que inaugurar¨¢ el alcalde Xavier Trias el martes, van cuatro, tres de ellas operaciones de rescate) para tener su aspecto original.

En cualquier caso, el proyecto de reforma que firma el estudio de arquitectura de Peter Marino ha recuperado ahora parte de los elementos originales, como la entrada de carruajes ¡ª donde hasta hoy estaba el tercer escaparate¡ª, para convertirla en el ¨²nico acceso a la tienda; ha reconstruido la caracter¨ªstica esquina ideada por Dom¨¨nech, colocando la tercera columna de m¨¢rmol rosa que faltaba y recuperando la enorme guirnalda de piedra que la corona, e incluso se ha colocado, tras consultar documentaci¨®n gr¨¢fica, un bello mosaico floral de tonos rosa entre dos de las columnas de la fachada (aunque no se ha hecho lo mismo en el otro ¨¢ngulo de la calle del Consell de Cent). Asimismo, en el interior se podr¨¢n ver dos fragmentos de techos originales realizados al fresco, ocultos durante 70 a?os por el cielo raso.

Los responsables de las obras, sin embargo, no han recuperado los dos espectaculares escaparates originales de cristal que ocupaban las aberturas bajo los arcos de las esquinas de la fachada principal y que inundaban de luz el interior. Por el contrario, han vuelto a tapiarlas parcialmente. Donde originalmente hab¨ªa vidrio, ahora hay un pa?o con el anagrama de la marca.

Tampoco han vuelto a ocupar su sitio el grupo de media docena de mujeres esculpidas en la base de la tribuna del primer piso, hechas a?icos cuando el nuevo uso de la planta baja requer¨ªa abrir en la esquina la puerta de acceso a la tienda que se ha empleado hasta ahora. Entonces se cubri¨® la base de la tribuna con una plancha met¨¢lica que se ha mantenido en esta reforma.

En el interior, los mosaicos que crearon Mario Maragaliano y Llu¨ªs Bru para la casa, arrancados en 1943, tampoco se han recuperado. En su lugar se han colocado suelos y paredes de piedra de Madagascar y Tanzania; en las escaleras y en los muros del nivel inferior, piedra Aviana.

La reapertura, anteayer, de la tienda al p¨²blico pone fin a cuatro meses de trabajos, tras recibir el visto bueno de los responsables de patrimonio municipales. Mientras otros edificios se someten a una reforma integral y recuperan su aspecto original, la Casa Lle¨® i Morera ¡ªque compiti¨® en 1906 con las vecinas casas Batll¨® y Amatller por ser la m¨¢s bella de la ciudad, dando origen a ¡°la manzana de la discordia¡±¡ª nunca ha tenido esa suerte. Desde la agresiva intervenci¨®n de 1943 que dirigi¨® el arquitecto Raimon Duran Reynals para instalar por primera vez la tienda que acab¨® con las impresionantes ninfas de Eusebi Arnau y con los ricos suelos y techos del interior, en 1967 se restauraron los interiores de la vivienda y en 1992 ?scar Tusquets restituy¨® los pin¨¢culos, el enorme templete de la cornisa y otros elementos de la fachada ocultos por bloques de granito sueco.