Solvencia

Un a?o despu¨¦s de duras e intensas negociaciones se puede dar por cerrada, definitivamente, la fusi¨®n de Unicaja con Caja Espa?a-Duero. Los consejos de administraci¨®n de ambas entidades han aprobado una operaci¨®n que convertir¨¢ a dicha entidad en la s¨¦ptima por volumen de activos. Un 70% de la misma estar¨¢ bajo el control de la caja con sede en M¨¢laga y el 30% restante en manos de la caja castellana. Todo el negocio y los dep¨®sitos de clientes se traspasan a Unicaja Banco que se encuentra bajo la presidencia de Braulio Medel quien ha pilotado un proceso realmente complejo hasta llegar a este punto que supone garantizar la supervivencia de una entidad de marcado acento andaluz en el transformado y reducido sistema financiero espa?ol, cosa que no pueden decir en otras comunidades.

El propio Medel se jugaba mucho. Fallidos otros proyectos de integraci¨®n como los de Caja Castilla-La Mancha y Cajasur, las dudas sobre su futuro se hab¨ªan agrandado a medida que avanzaba el tiempo y que, aparentemente, tampoco, prosperaba el tercer intento. Finalmente, no ha sido as¨ª. Se ha culminado el proceso en medio del escepticismo de algunos que, descaradamente, abandonaron el barco buscando aguas m¨¢s templadas poniendo, as¨ª, zancadillas internas para tratar de hacer m¨¦ritos ante su nuevo¡± se?or¡± y lo que pueda venir en el futuro. Pero los obst¨¢culos han tenido que ver, fundamentalmente, con lo que ya se sabe del devenir de Medel: resistirse a cualquier movimiento que ponga en peligro la propia existencia de la caja que contribuy¨® a crear en su d¨ªa con la suma de las de Ronda, C¨¢diz, M¨¢laga, Antequera y Almer¨ªa. Por mucha presi¨®n pol¨ªtica que hubiera, a buen seguro que ese ha sido su principal criterio a seguir en un firme planteamiento que, a lo que se ve, ha mantenido hasta el ¨²ltimo instante con el fin de conseguir las garant¨ªas financieras necesarias que hicieran viable esta nueva empresa.

Aqu¨ª resulta oportuno proclamar que el Sur le ha ganado una seria batalla al Norte. La caja m¨¢s peque?a, pero mucho m¨¢s saneada y solvente, se ha comido a otra con mayor dimensi¨®n pero lastrada por una p¨¦sima gesti¨®n vinculada, en exceso, al ladrillo y a otras actuaciones ligadas a la arbitrariedad de los pol¨ªticos de turno. Esto es, una entidad como la malague?a, inmersa en una de las zonas de mayor boom inmobiliario ha sabido salir con menos da?os del estallido de la burbuja hasta el punto de estar en condiciones de crecer a costa de otras que han tenido una estrategia claramente err¨®nea y excesivamente condicionada por intereses partidistas. El resultado es que estamos ante una noticia feliz para los andaluces que ya es decir ante tanta adversidad. Lo suficiente como para que sea debidamente abordada en esta campa?a electoral de perfil bajo para algunos. Debe proclamarse por quien pueda, desde luego, que aqu¨ª se saben hacer las cosas bien, al menos, al igual que en otros territorios. Pero es evidente que muy pocos est¨¢n en condiciones de apuntarse el tanto.